6 razones por las que un hombre llega a ser un mal esposo

Las quejas de las mujeres acerca de sus esposos son casi siempre las mismas: que no escuchan, no ayudan, que no las comprenden... Si estás interesado en seguir siendo un buen esposo no cometas estos errores y así la relación siempre irá sobre ruedas.

Fernanda Gonzalez Casafús

Las quejas de las mujeres acerca de sus esposos son casi siempre las mismas: que no escuchan, que no ayudan en el hogar, que no las comprenden… A veces hay mucha razón en sus reclamos, y si estás interesado en seguir siendo un buen esposo como hasta ahora lo has sido no cometas estos seis errores (o si ya los cometes, deja de hacerlo a la voz de ya), y así tu relación siempre marchará sobre ruedas:

1. Haces oídos sordos

“No escuchas” es la queja número uno de las esposas, y de las mujeres en general alrededor del mundo. Es cierto que las mujeres hablan bastante, se trata de una característica innata; pero también es cierto que hay algunos hombres que ponen poca atención en sus mujeres cuando éstas hablan. Haz el esfuerzo y escucha cuando ella quiere decirte algo, puede ser importante. A las mujeres les gusta ser escuchadas, y es por eso que se refugian en sus amigas o en las mujeres de su familia. Pon el hombro aunque no tengas una solución para aportar, para ella es muy importante y para ti será muy bueno, porque afianzarás la relación con tu mujer.

2. Le sacas la vuelta al quehacer

Aunque trabajes todo el día fuera de casa y ella esté en el hogar con los niños, eso no te da derecho a dejar la toalla tirada, la taza del desayuno en la mesa o la jarra que recién sacaste de la heladera (del refrigerador) sobre la mesa. También puedes ocuparte algunas veces, en la semana, de acompañar a tus hijos a lavarse los dientes y llevarlos a la cama. Ten en cuenta que pequeños gestos hacen la diferencia.

Tu mujer, trabaje fuera o dentro del hogar, merece tu respeto y consideración. Trabaja codo a codo junto con ella para mantener a flote el navío que es esa gran familia que tienen. No la dejes sola con las tareas del hogar, demuestra interés en las cosas que también te conciernen y verás cómo la sorprendes y ella se queda contenta y satisfecha.

3. Perdiste la galantería

A la mayoría de las mujeres les gustan los hombres galanes. Si la conquistaste con tus dotes de caballero no tienes por qué perderlos a través de los años. Sigue alimentando la llama con piropos (halagos), cuidados especiales, buenos tratos y siendo sobre todo muy cariñoso con ella. Un abrazo y un “Te amo” al final del día muchas veces es todo el remedio que una mujer necesita para sentirse mejor y para aliviar su cansancio de toda la jornada.

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4. Te montas en tus cuatro y la humillas

Cuando un hombre humilla a una mujer está mostrando su lado más débil. En el plano económico, por ejemplo, si ganas más que ella o si ella no trabaja, no le digas “No entiendes, porque tú no traes el dinero a casa”. Eso es un acto de bajeza hacia la mujer con quien decidiste compartir tu vida. Claro que ella comprende, y sea cual fuere el trato que tengan, ambos aportan su parte a la sociedad del matrimonio y las dos partes son importantes.

5. No te ocupas de los niños

Ser un buen esposo implica, para muchas mujeres, ser un buen padre. No se trata sólo de jugar con los niños un rato al llegar del trabajo. Se trata de inmiscuirse en la crianza. Saber qué ropa usan para dormir, cuál comida es su favorita, qué juegos prefieren, etcétera. Muchas mujeres se quejan que sus esposos pierden fácilmente la paciencia y que no quieren ocuparse demasiado de la parte “ardua” de la paternidad. Hazte cargo, vamos, tú puedes hacerlo.

6. No la complaces

A tu esposa le encantaría recibir de vez en cuando su chocolate preferido, o un pequeño presente que indique que has estado pensando en ella. No se trata de lo material, sino del gesto que ello implica. Complacer a tu mujer en la intimidad también es de buen esposo. Escucha su cuerpo y desata tu pasión escuchando también sus deseos.

Ser buen marido es ser buena persona. El matrimonio no es tarea fácil y se trata de ceder, tirar y aflojar, para poder mantener a flote una buena relación a pesar de los años. No te olvides de que la elegiste como la mujer de tu vida, hónrala y mantén una comunicación fluida para que puedan sobrellevar los malentendidos.

Y tú, ¿eres un buen esposo?

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.