¿Cómo te gustaría trascender?
En los epitafios se puede leer cuáles fueron las mayores virtudes de quienes ya no están. ¿Por cuáles te gustaría que te recordarán a ti?
Erika Gaytán
Cuando una persona famosa se muere, todos sus conocidos resaltan sus mayores virtudes: “Era un buen hombre”, “Le gustaba ayudar a los demás”, “Sabía ser un buen amigo”, “Siempre te ayudaba cuando lo necesitabas”, “Era muy talentoso”, “Era muy alegre”, “Supo salir adelante a pesar de todo lo que vivió”, “Te sabía escuchar”, etcétera. Éstas fueron algunas declaraciones respecto de un cantautor mexicano que hace poco falleció. Sin embargo, este ramo de flores se ha repetido con muchas celebridades más, con más o menos atributos.
Cuando las personas escuchaban estas declaraciones, no pudieron dejar de emocionarse por aquel artista del que solo conocían sus canciones. A mí en lo personal, me hizo reflexionar en cuanto a mi partida de este mundo y no pude dejar de hacerme una pregunta: De mí, ¿qué podrán decir, mi familia y amigos?
¿Cómo puedes dejar una huella en tu camino?
1. Suma, nunca restes
Algo que debes tener siempre presente es que no todas las personas van a ser de tu agrado, y viceversa, no a todos les vas a simpatizar. Por ello, debes hacer lo posible para aceptar a la gente tal y como es, para que te acepten de la misma forma. Esto te permitirá estar bien con toda la gente aunque no coincidan en ideas; así tendrás a más personas de tu lado y cero en tu contra.
2. Aprende a escuchar
Esta es una virtud que el ser humano siempre agradece, el escuchar. Que de verdad pongan atención a lo que digas y muestres interés en lo que te dicen, sin ánimos de juzgar, de burlarte o de emitir un consejo o un consuelo si así te lo piden. Si te cuesta trabajo hacerlo, tómalo como una forma de agradecer por la confianza que te brindan para confiarte cosas que no a todas las personas se cuentan.
3. Regala una sonrisa
La gente que muestra una cara larga, triste o enojada, manda siempre mensajes negativos; es una invitación a alejarse de esa persona o de evitarla. Por eso, procura dejar tus problemas aparte, ten en cuenta que nadie tiene la culpa de lo que te suceda. No te cuesta nada sonreír para los demás y para ti misma: la vida es corta, no la desperdicies lastimando tu corazón.
Estoy segura que si sigues estos puntos te ayudarán a vivir una vida con mayor plenitud y podrás contagiar a los que te rodean de esa felicidad que hace mucha falta en el mundo entero. Así que no pierdas un segundo más y atrévete.
Erika Gaytán
Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.
