6 Formas de saber si el padrastro de tus hijos los maltrata
Aunque siempre se ha dicho que luego de los hijos somos primero madres y solo hasta el final mujeres, en la vida real uno y otro tiran continuamente de nuestros instintos.
Yordy Giraldo
¡Que difícil es darse una segunda oportunidad en el amor una vez que se tienen hijos de una relación anterior! Las historias que se cuentan y que desafortunadamente son reales, parecen sacadas de algún filme de terror. Al escucharlas pensamos que es imposible que alguien pueda hacer cosas así, y no solo suceden, sino que muchas veces la maldad y la falta de escrúpulos de algunos pareciera no conocer límites.
Una de las disyuntivas a las que se enfrenta el sexo femenino es cómo balancear las necesidades afectivas como mujeres versus la maternidad. Y que aunque para algunas no ofrece conflicto alguno, para otras es un constante padecer, porque aunque siempre se ha dicho que luego de los hijos somos primero madres y después mujeres, en la vida real uno y otro tiran continuamente de nuestros instintos.
A veces el miedo a la soledad, y la necesidad de apoyo emocional y económico hace que teniendo la sospecha o la certeza de que algo no anda bien, preferimos engañarnos porque la realidad nos asusta. Nos asusta porque evidencia que no supimos escoger, que la persona en la que depositamos nuestro cariño no vale la pena, porque significa que tendremos que decidir y las decisiones que no consiguen consenso entre el corazón y la mente siempre son complicadas.
Sin embargo por más complejo que nos resulte es justo y necesario mirar la verdad de frente, especialmente cuando no hacerlo puede arruinar la vida de esas personitas que trajimos al mundo, de las que somos responsables y que confían y esperan de nosotros el amor y el cuidado que les permita entre muchas otras cosas, sentirse a salvo.
6 Comportamientos típicos de un niño maltratado
Los niños maltratados cambian su carácter
Y no solo lo cambian, sino que los llevan a extremos, o pueden volverse muy reservados o muy rebeldes. Es por ello que es importante que pongas atención a las transformaciones de tu pequeño. A veces los cambios son producto de la edad, sin embargo ninguna edad provoca cambios extremos, estos solo ocurren cuando algo está ocurriendo en sus vidas.
Tienen miedo de pasar tiempo con la persona que los maltrata
Que no te lo diga con palabras no quiere decir que los niños mantengan en secreto estas situaciones, de hecho sus conductas son bastante elocuentes. Si sienten miedo siempre avisan aunque solo sea dejando en claro que esa persona ya no es de su agrado. No ignores estas señales, cerciórate de que está todo bien.
Pueden comenzar a tener regresiones
Cosas que ya pensabas superadas, como por ejemplo hacerse del baño en la cama, o el tema del lenguaje y de pronto regresan a esa etapa en que cada día hay que cambiar las sábanas, o comienza a tartamudear, pueden ser indicio de que está ocurriendo algo a lo que no saben cómo enfrentarse.
Empiezan a tener daños físicos
Moretones, raspones, golpes que por lo general no saben explicar. Una madre sabe cuando su hijo es en realidad distraído o cuando es muy extraño que de la nada se esté golpeando solo porque si. No ignores las muestras de violencia, no es normal de ninguna manera que los pequeños se la vivan lastimándose.
El maltratador trata al niño como si este le perteneciera
Si ves que tu pareja o la pareja de tu ex pareja trata al niño como si éste fuera de su propiedad toma cartas en el asunto de inmediato. Una cosa son los llamados de atención cuando se está educando a un menor, y otra muy distinta los comportamientos patológicos como es el caso de someter a una persona sea niño o adulto.
El niño deja de disfrutar de las actividades
Especialmente las que hasta hace muy poco siempre fueron de su agrado. Cuando esto sucede en la mayoría de los casos se debe a que algo grave está sucediendo, sobre todo cuando estos cambios dan paso a comportamientos apáticos y distantes.
Incluso en el amor hay niveles, y cuando los hijos dependen de nosotros, su seguridad, su estabilidad emocional y sus requerimientos deben ser primeros en la lista. A veces es duro aceptar esta realidad, a veces es tanta la renuncia que duele, pero hay cosas que no se discuten, que no permiten medias tintas. No se trata de quién fue primero si yo mujer o yo madre, los hijos van siempre delante.
