Son gemelas y la vida las enfrentó en una mala pasada; a una como mexicana y la otra como de USA

Y después que los hombres no digan que las mujeres no tenemos pasión por el fútbol. Esta historia vale la pena. Sólo una podía ganar y las lágrimas de una secadas por la otra.

Mariel Reimann

Y después que los hombres no digan que las mujeres no tenemos pasión por el fútbol. Esta historia vale la pena, sólo una podía ganar.

Si viéramos esta historia en una película diríamos que estuvo linda, pero que eso no pasa en la vida real. Pues esta hermosa historia que se comparte por todo el mundo, es tan real como tú y yo.

Ellas son gemelas y han compartido todo desde pequeñas, desde el vientre de su madre, hasta su pasión por uno de los deportes que corren por las venas de las mayoría de los hispanos: el fútbol.

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Sabrina y Mónica Flores, han acarado las noticias del mundo con su reacción en un partido de cuarto de finales.

Además de compartir todo, las dos tienen doble ciudadanía, mexicana y estadounidense. Lo que las hizo que por una vez en la vida no compartan algo, la camiseta de fútbol.

Sabrina fue escogida para jugar para la selección sub 20 de Estados Unidos, mientras su hermana Mónica, representa a México.

Según lo publicado por Fox Sport,y los videos que ahora recorren el mundo, ambas se enfrentaron dejando su almas en la cancha durante los cuartos de finales del Mundial de su categoría que se disputaban en Papúa Nueva Guinea.

Sólo podía haber una ganadora

El partido iba empatado 1 a 1, pero luego el equipo de Estados Unidos convirtió un segundo gol marcando la victoria y pasando a la semifinal.

Mientras el equipo de Sabrina celebraba, Mónica y su equipo estaba cubierto en lágrimas.

Mónica cayó al suelo de rodillas desconsolada y Sabrina corrió a abrazarla.

El fútbol es como la vida

A veces se gana y a veces ser pierde. A veces sin importar lo mucho que trabajemos por algo, la vida no nos da lo que queríamos. Muchas veces es por que debemos aprender de las derrotas de la vida, y otras por que la vida nos tiene algo mejor, guardado en el futuro.

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Lo importante de esta historia es que sin importar las circunstancias que nos separen de los seres que amamos, siempre podemos caer de rodillas a su lado y llorar sus lágrimas, por más que nuestro pecho esté lleno de razones para festejar.

Sabrina y Mónica seguirán sus vidas, seguirán siendo hermanas y compartiendo muchas cosas más, entre ellas su pasión por la medicina, pero lo más importante que debemos destacar y aplicar en nuestras vidas es que no importa cuántas veces la vida nos tiré de rodillas, siempre podremos levantarnos, siempre encontraremos una nueva oportunidad.

Como padres debemos enseñarles a nuestros hijos que llorar y perder es sólo una parte de poder ganar. Y como familia y matrimonio, debemos saber que cuando uno de los miembros de la familia cae, los demás estaremos allí para ayudarlos.

La vida es como un partido de fútbol que sólo se gana si lo que cuenta es la experiencia y que todos nos mantengamos unidos.

Toma un momento para compartir ...

Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.