7 claves para desalentar el materialismo en los niños
No siempre se trata de tener lo que queremos, sino más bien de querer lo que tenemos.
Fernanda Gonzalez Casafús
La sociedad materialista en la que vivimos no ayuda demasiado a desalentar el consumo. Si para los adultos a veces nos es sumamente difícil escapar de las tentaciones, imaginemos para un niño, que todo lo que ve tras la vidriera de la juguetería, lo quiere comprar.
Como padres, queremos que nuestros hijos tengan lo mejor y que se sientan felices. Con esa premisa entonces, muchas veces nos dejamos llevar por el consumismo, alentando lentamente un enfoque materialista de la vida.
Parecería ser que somos en función de lo que tenemos. Y aunque no podemos vivir en una burbuja ni pretender que nuestros hijos no deseen todo lo que ven o tienen sus amigos, también hay tácticas para acompañar su crecimiento sin que las influencias del consumismo hagan estragos.
Antes que nada ¿Cómo enfocas tú la vida?
Muchos niños suelen ser materialistas desde pequeños, y en la mayoría de los casos alentados por sus padres. Pregúntate cómo enfocas tu vida, cuáles son tus prioridades y qué tanto valor le das a las cosas.
Asegúrate de poner alto en tu escala de valores a los momentos felices y a las personas que amas. Luego, viene lo que se compra con dinero. A partir de allí, podrás reflexionar entonces qué enfoque quieres para tu hijo.
¿Has regalado “momentos” a tus hijos? ¿O todos tus regalos han sido solo materiales? Claro que tu hijo recordará con mucha felicidad el día que le regalaste la tablet o su primer teléfono móvil, pero ten presente que también es importante regalar momentos y tiempo de calidad. Una caminata, jugar en la arena, una fiesta sorpresa en casa. Aquello que tiene valor, no se compra con dinero.
Si quieres desalentar el materialismo en tus hijos, algunos de estos consejos pueden ayudarte.
1 El ejemplo empieza por casa
Los niños absorben el ejemplo de sus padres en cualquier situación. Si ellos ven que para sus padres lo material es prioridad, pensarán entonces que la vida va por ese camino. Deja que tus hijos vean que no se trata de tener todo “ya”, ni que una salida tenga que incluir sí o sí volver con algo que hayan comprado. Salir a pasear sin comprar nada, disfrutando del tiempo compartido, es un buen comienzo.
2 No le des todo ya y ahora
Cuando complaces a tus hijos de forma inmediata, no dejas que aprendan a frustrarse, premisa fundamental para el crecimiento emocional. Si cada vez que pasas por la juguetería le compras alguna cosa, por más pequeñas que sea, el niño no está teniendo la oportunidad de manejar la decepción. Deja los regalos para las ocasiones especiales, notarás que lo esperará con ansias y se mostrará más agradecido.
3 Háblale de aquellas personas que pasan necesidades
Cuando mis hijos se quejan de alguna cosa, suelo recordarles lo afortunados que son por tener un juguete nuevo, bonito y sano entre sus manos. Hacerles entender que son bendecidos por las cosas que tienen, les dará una visión diferente del valor de sus pertenencias.
4 Menos televisión, más conversación
Cuando los niños están frente a la televisión suelen ver todo tipo de publicidad que les hace creer que “necesitan” eso que se ofrece. Hace un tiempo, mi hija, mientras mirábamos TV, me dijo: “Mami, necesitas comprarte esa crema; dice que te hará más linda la piel”. Le expliqué durante un largo rato que solo se trataba de una publicidad, donde las empresas buscan ganar dinero, y que realmente no necesitamos todo lo que se nos quiere vender (sea juguetes, ropa, artefactos o cosméticos).
5 Tengan conversaciones sobre el dinero
A veces, el dinero también es cosa de niños. Hay una edad en la que los pequeños comienzan a interesarse sobre el dinero, y hay que aprovecharlo. Enséñale a contar y sumar el dinero, y muéstrale el valor de las cosas cuando van al mercado. Explícale lo que cuesta comprar la comida y mantener un hogar. La educación financiera en los niños puede desalentar el materialismo y darles grandes herramientas para su prosperidad en el futuro.
6 Descubre por qué quiere comprar eso que desea
En ocasiones, los niños están obstinados en comprar determinado juguete. Muchas veces es el juguete de moda, y otras simplemente lo quieren porque lo tienen sus amigos. Indaga acerca de la motivación de tu hijo en obtener eso que tanto desea, pues puede ser un verdadero deseo o ser algo pasajero. Conversa con él acerca de que no siempre podemos comprar o tener lo que deseamos, y que hay otras cosas en la vida además de tener el último juego o la mejor bicicleta.
7 No lo llenes de cosas innecesarias
Seguramente hayas notado que cuando llegan los días festivos como cumpleaños o Navidad, los niños suelen recibir regalos de parte de toda la familia, y muchas veces ¡terminan jugando a armar una casita o un túnel con las cajas de cartón! Esto demuestra con qué poco se divierten los niños y cómo el consumismo nos lleva muchas veces a comprar tantas cosas que no necesitan. No hace falta que tenga 5 pares de zapatillas por temporada, ni tampoco más de 15 vestidos solo “para combinar”. Estas acciones lo llevan a darle demasiada importancia a lo material.
La infancia y los recuerdos de lo más importante
Recuerdo como si fuera hoy una celebración del “Día del Niño”, cuando yo tenía unos 6 o 7 años. En esa época, mis padres estaban mal económicamente, pero eso no fue motivo para dejar de celebrar.
Ese domingo, mis padres nos compraron un librito para colorear con una caja de crayones y nos llevaron a pasar una tarde de camping. Fue uno de los mejores recuerdos de mi infancia. Junto a mi hermana no recibimos grandes regalos materiales ese año, pero recibimos el mejor: el tiempo, las risas y el amor de nuestros padres, que hicieron lo posible para vernos sonreír ese día. Y no se equivocaron.
Regala tiempo a tus hijos, aliéntalos a descubrir el verdadero valor de la vida, de las relaciones y los afectos. Todo lo demás, se compra con dinero.