7 consejos básicos para que tus hijos obedezcan
No pierdas el control de tus emociones cuando tus hijos no te hagan caso. Aplica estos consejos eficaces y así podrás corregirlos con amor.
Adriana Acosta Bujan
Muchas veces los padres perdemos el control de las emociones cuando los hijos se portan mal y no hacen caso. Aunque en repetidas ocasiones les digamos qué deben de hacer, al parecer ellos no escuchan. Por lo tanto, muchas veces es común gritarles o imponerles castigos severos con tal de que cambien sus comportamientos. Sin duda, es una batalla interminable en la cual los hijos como los padres saldrán desgastados y heridos emocionalmente.
Si los padres optamos por gritarles a los hijos, es usual que llegue un sentimiento de culpabilidad por haber lastimado los sentimientos de nuestros pequeños. Y ese sentimiento muchas veces puede provocar actuar de una manera menos exigente y más complaciente, que tal vez no sea lo mejor para la educación que deseamos fomentar y enseñar.
Entonces los padres muchas veces nos encontramos en un gran dilema: cómo hacer que los hijos obedezcan sin necesidad de reprenderlos severamente.
Educar con amor
Como decía mi abuela “Todos los niños sanos son traviesos, elocuentes y aventureros”; por naturaleza, los niños son así. Por su inmadurez muchas veces no saben medir los riesgos o peligros a los que se exponen con tal de explorar el mundo que tienen a su alrededor. Por ello es que suelen comportarse como malcriados cuando se les prohíben cosas, que para ellos son fascinantes e interesantes.
Pero no debemos perder el objetivo que tenemos como padres, que es enseñarles a protegerse a sí mismos y que aprendan a tomar decisiones con todo lo que conllevan (consecuencias). Aunque tus hijos sean rebeldes, retadores y al parecer nunca te hagan caso, siempre existirán maneras amorosas para lograr que cambien de actitud.
Cuáles son estas recomendaciones
1 Exigir de acuerdo a su edad y madurez
Si quieres que tus hijos aprendan a obedecerte entonces delega responsabilidades que vayan de acuerdo a su edad y madurez; la idea es que hagan cosas que les gusten hacer y les interese. Así, poco a poco podrás exigir más y más. Con esto me refiero a ser gradual y no imponer reglas de golpe. Trata de establecer normas que ellos puedan hacer de una manera divertida, siempre como un juego.
Recuerda siempre la parte de la recompensa, ya que podrás motivarlos a comportarse bien cuando tienen una motivación por la cual esforzarse.
2 Sé clara y sin rodeos
Cuando quieras que tus hijos obedezcan, entonces asegúrate de transmitir el mensaje adecuado y correcto. Comunica lo que quieres que hagan de manera clara y sencilla, sin tantos rodeos o explicaciones de más, ya que de lo contrario, tu mensaje puede hacer que se distraigan fácilmente y no presten atención.
Elige palabras que comprendan de acuerdo a su edad y si es necesario explica el porqué debe de cambiar de comportamiento y actitud. Así tus hijos podrán entender que tal vez se exponen al peligro o que están alterando la armonía de los demás.
Algo que no debes olvidar es que cuando ordenes algo, deberás hacerlo con un tono adecuado (sin gritos), es recomendable siempre bajarse a su altura y mirarlos a los ojos para saber si el mensaje fue comprendido.
3 Cero amenazas, pero sí deben existir consecuencias
Uno de los errores comunes que cometemos los padres es amenazar a los hijos cuando no hacen caso, “Te vas a quedar sin jugar”, “No jugarás en el parque”, “Te voy a castigar el videojuego”, entre otras cosas. Algunas veces son amenazas que no cumplimos por ser vulnerables; sin embargo cualquier cosa que le digas a tu hijo deberás cumplirla aunque tu corazón se rompa en pedazos.
De esa manera sabrán que no estás jugando y que eres una autoridad, la cual deben respetar. En este punto es importante que cambies tus palabras y quites de tu vocabulario la palabra castigo, sino que la cambies por consecuencia. Así tus hijos sabrán que cada acción que realicen tendrá consigo consecuencias.
4 Aplaude sus buenas acciones
Una manera de motivarlos y estimularlos a comportarse de manera adecuada y que hagan caso, es cuando elogias las buenas acciones. Acostumbra a tus hijos que cuando obedecen serán recompensados y elogiados con amor. Puedes darles pequeños premios o simplemente reconocer y valorar su esfuerzo con palabras cariñosas.
Diles que han hecho un gran trabajo, que tú estas muy contenta porque han obedecido y que serán recompensados por su buena conducta.
5 Utiliza herramientas de cumplimiento
Estas herramientas son muy sencillas de hacer, se trata de escribir en una cartulina o pizarra las obligaciones y responsabilidades que deben hacer todos los integrantes de la familia. Ahí mismo puedes incluir la buena conducta y la mala. Puedes poner calcomanías de estrellas o poner una marca con un plumón (palomita) cuando tu hijo obedezca o no y así llevar el registro.
Cuando tus hijos obtengan una gran cantidad de marcas favorables (estrellitas o palomitas) tendrán derecho a ser recompensados.
6 Muestra autoridad
Los niños solo deberán recibir órdenes por parte de los padres o tutores, evita que otros (familiares, hermanos) intervengan en tu manera de criarlos y corregirlos. Así tus hijos comprenderán que existe una autoridad que deben respetar.
7 Predica con el ejemplo
Para tus hijos tú eres un ejemplo a seguir e imitar, por tal razón es importante que aprendas a controlar tus emociones; es decir, evita gritar y desesperarte en cualquier situación cotidiana, ya que si ellos te ven de esa manera tendrán miedo y podrán crecer con inseguridad y baja autoestima cada vez que lleguen a cometer algún error.
Ten paciencia, controla tus emociones y habla con amor, así tus hijos comprenderán que deben obedecer y cambiar de actitud. Recuerda: las palabras tienen poder, así que úsalas siempre a tu favor.