7 consejos para ayudar a un familiar con problemas mentales y cómo identificarlos a tiempo
Si no sabes más qué hacer, este artículo puede brindarte las herramientas y la paz que necesitas.
Fernanda Gonzalez Casafús
Vivimos en una sociedad donde los problemas mentales están estigmatizados. A quien sufre de alguna enfermedad física grave muchas veces se le tiene “pena”; pero a quien sufre una patología mental, se le suele tener miedo.
El tabú que gira en torno a las enfermedades mentales es tal que no todas las personas se animan a admitir que necesitan ayuda cuando algún síntoma aparece. Si tienes algún familiar que está pasando por esto, es una buena señal que estés leyendo esto porque significa que deseas ayudarlo y contribuir a que haya paz en tu entorno familiar.
Lo que las familias callan
Tener a alguien en casa que sufre ansiedad, ataques de pánico, trastorno obsesivo compulsivo, psicosis, paranoia, bipolaridad o depresión, entre otras, no suele ser fácil. A veces es muy difícil ayudar a una persona cuando está atravesando un momento difícil, pues no sabemos si está en condiciones de lidiar con sus propios pensamientos.
En muchas ocasiones, las familias comienzan a callar o negar lo que sucede puertas adentro y se avergüenzan al pensar en pedir ayuda. Además, esto puede traer conflictos y peleas en las familias, puesto que el mal manejo de las emociones acarrea implícitamente una falla en la comunicación.
Si tienes un familiar que está pasando por un momento difícil en cuanto a sus emociones, y no sabes si se trata de algo pasajero o si es una condición netamente mental, presta atención a las señales que los expertos mencionan sobre el tema. Y sobre todo, busca ayuda cuanto antes.
Cuáles son las señales
Convivir a diario con nuestra pareja o algún familiar puede alertarnos de algún cambio o variación irregular en su comportamiento. Así, si comienzas a notar que la persona se muestra un día excesivamente alegre, y al otro día sombrío, o menciona que la gente lo persigue por la calle, o escucha voces, etc., podrían tratarse todas de diversas señales de distintos trastornos mentales.
Las señales de cada enfermedad mental son muchas y solo un especialista puede identificarlas en su totalidad. Sin embargo, si notas que un familiar comienza a manifestar algunos de los siguientes síntomas de forma regular, es hora de buscar ayuda.
Altibajos emocionales
Insomnio o dormir mucho más de lo normal
Refugiarse en la bebida
Estar eufórico y al rato sombrío
Manifestar que siente presencias o que lo persiguen
Tener ataques de pánico y ansiedad
Darse atracones de comida
Tener crisis nerviosas a menudo
Manifestar aires “de grandeza”
Tener una imagen inestable de sí mismo
Agresividad
Alejarse de las actividades que le daban placer
Pensamientos confusos
Tendencia a mentir
Delirios y paranoias
Cambios en el deseo sexual
Dificultad para concentrarse
Aislarse socialmente
Dificultad para afrontar problemas cotidianos
Pensamientos suicidas
Qué hacer
Desde tu lugar, tu rol será fundamental, pues ya estás dando el primer paso tratando de comprender qué pasa por la mente de ese ser querido que se encuentra sufriendo. Dentro de lo posible, comienza a mantener conversaciones respecto de sus sentimientos, para que te cuente cómo se siente.
Si tu familiar, pareja o ser querido admite que necesita ayuda, será un gran paso. Pero si la situación es demasiado grave y está poniendo en peligro la seguridad del entorno, serás tú o algún familiar más quien tome la determinación de consultar a un especialista.
Mientras tanto, las siguientes recomendaciones pueden ayudar mucho a tu ser querido a transitar este difícil momento.
1 Infórmate
La información será tu arma más poderosa para ayudar a tu ser querido, ya que evitará que lo estigmatices y lograrás generar mayor empatía con lo que él o ella siente.
2 No te sobrecargues
No es bueno que seas siempre tú el pilar donde esa persona se apoye, solo por el hecho de que nadie más lo entiende o se ha quedado solo. Necesitas ayuda.
3 No lo sobreprotejas
Sobreproteger a alguien que sufre problemas mentales no soluciona el problema, sino todo lo contrario. Está bien que quieras ayudarlo, pero eso implica también no alimentar el problema y ayudarle a entender que él es el primer responsable de buscar la solución.
4 No lo presiones
Déjalo que te cuente a su tiempo. Bríndale el espacio y la contención que necesita, pero sin presionarlo para que te cuente. Demuéstrale que puede confiar en ti y que no lo estigmatizas.
5 Hagan una actividad juntos
Ayuda a tu ser querido a mantenerse lo más activo posible, a mantener su mente ocupada. Ofrécele acompañarte a las compras o pídele ayuda con alguna tarea. Anímalo a hacer cosas que dejó de hacer, tu ayuda es muy valiosa.
6 Busca ayuda profesional
Si sientes que es el momento, escucha tu intuición. Deja de lado los estigmas de las enfermedades mentales, porque ahora lo que está en juego es la salud de alguien que amas.
Confía en los profesionales de la salud mental, tanto psiquiatras como psicólogos, que ayudarán a tu ser querido y a toda la familia a lograr ese equilibrio perdido.
7 Refúgiate en Dios
No pierdas la fe. Dios puede alivianar tu corazón en estos momentos. Cuando sientas que ya no das más y ninguno de tus esfuerzos valen, él estará ahí para sostenerte. Reza a Dios cada noche para pedir por la claridad mental y pronta recuperación de tu ser querido.
No dejes de consultar a un profesional cuando lo consideres necesario. Las patologías mentales siguen escondiéndose por el miedo al “qué dirán”, pero son más comunes de lo que creemos en nuestra sociedad. Ayudar a quienes amamos nos hará sentir mejor y estaremos contribuyendo a la armonía familiar. Anímate.