7 cosas que saben muy bien las madres que tienen hijos con grandes brechas de edad
Haber sido madre antes te dota de mucha experiencia con tus otros hijos.
Erika Patricia Otero
La maternidad es un hecho maravilloso. Sin embargo, ninguna mujer está preparada para ello. Puede ser que la naturaleza nos haya dotado del maravilloso don de dar vida. Pese a eso, el rol materno es algo que cada madre aprende con la llegada de cada uno de sus hijos.
Además, cada niño es diferente, pues la madre tiene que ir mejorando sus estrategias de crianza, aunque el tiempo de diferencia entre sus hijos no sean más que de unos pocos años o meses. Aplica igual aún si la diferencia entre uno y otro es superior a los cinco años.
Pues bien, ser madre de hijos entre los cuales hay una gran diferencia de tiempo, muy al contrario de lo que muchas personas piensa, tiene muchas ventajas.
1 No comprarán para su nuevo bebé cosas innecesarias
Con un primer hijo, los padres suelen comprar cosas de más e incluso objetos innecesarios, ésto a raíz de la inexperiencia.
Cuando llega un segundo o tercer hijo, ya se equipan solo con lo necesario. Además, se vuelven más prácticos. Es posible que ya no vean necesario comprar un corral y compren de una vez por todas una cama cuna a la que pasado el tiempo le quiten las barandillas, con eso se ahorran cierta cantidad de dinero.
Saben además que es posible que no usen mucho un coche paseador, que ya no llenen su cocina de biberones de diferentes tamaños, que mamá ya no compre las compotas sino que opte por hacerlas, y muchos ejemplos más.
2 Saben que las enseñanzas de otras mujeres jamás estarán de más
Cuando se es madre por primera vez, se suele resentir mucho la intervención de la suegra o de la misma madre respecto a la crianza del bebé. Lo anterior sucede porque muchas creen que la intención de ellas es usurpar su puesto como madre o tratarlas como si no fueran capaces de hacer las cosas de manera correcta para su hijo.
Cuando esta misma madre tiene de nuevo un bebé pasado un buen tiempo, saben que las recomendaciones de otras mujeres a su alrededor no están de más, y que ella en algún momento hizo lo mismo con alguna amiga o hermana, solo con el ánimo de ayudar y hacerle la tarea de la maternidad más liviana.
3 Tienen experiencia y diferentes estrategias para enfrentar situaciones complejas
Como madre primeriza, hallar la manera de hacer dormir al bebé era toda una hazaña, sacarle los gases era una tragedia, dar con la razón de su llanto te llenaba de angustía. Sin embargo, ahora con la llegada de otro bebé sabes usar diferentes tácticas, muchas que “creaste” para hacer dormir a tu primer hijito o para sacarle los gases o quitarle los cólicos.
En resumidas cuentas, tener un segundo o tercer bebé años después del primero, te hace una madre más hábil, y por lo tanto más calmada y feliz.
4 Mejor distribución del tiempo
Puede pasarte que la maternidad primeriza te descontrole y no tengas un buen manejo del tiempo. Con un primer bebé estás pendiente de que no se caiga de la cunita (aunque sea imposible que se caiga) o que no se vaya a ahogar con la manta. Es decir, tu hijito va a demandarte (sin querer) mucho tiempo.
En cambio, con hijos posteriores sabrás bien como cuidar de tu bebé y a la vez lavar, trabajar en casa, cocinar, salir a pasear y todo en un mismo día.
5 Saben exactamente lo que necsitan
Por la inexperiencia, es posible que no calcules muy bien hasta donde puedes llegar o no con tus hijos. Eres madre y quieres lo mejor, aunque eso no sea lo mejor para tu primer hijo, y luego vas a estarte lastimándote con fuertes auto criticas por las cosas que has hecho o no con tu bebé.
Por el contrario, ser madre por segunda o tercera vez ya te ha dado la experiencia necesaria para saber cuándo decir sí o no a las cosas que crees que tu hijo necesita.
Vas a equivocarte, eres madre pero no por ello eres perfecta. Haces lo mejor que puedes con las herramientas que tienes y debes aprender a confiar en tu instinto materno. No hay otra manera en la que puedas disfrutar de tu maternidad.
6 Lidian mejor con los cambios
Con un primer bebé no sabes cómo o cuándo podrás dormir, comer, asearte, entre otras cosas que debes o te gustaría poder hacer con el tiempo.
Cuando llega otro hijo sabes que vas a trasnocharte y lo asumes como la mujer valiente que eres, sabes qué puedes hacer para poder comer a horas decentes, y tienes trucos para poder ir al baño, cocinar y cuidar de sus otros hijos y de su esposo.
Con el tiempo, una madre que tiene hijos con grandes brechas de edad entre ellos sabe delegar y administrar el tiempo y el dinero.
7 Poco les importan las críticas dañinas
Siempre va a haber la persona lista para criticar, pero ya ese tipo de opiniones y observaciones no harán mella en tu persona ni en tu ánimo.
La experiencia adquirida con tu primer hijo te hizo fuerte y capaz de no darle importancia a lo que no vale la pena; así que no esperas nada de nadie y aprendes a recibir los comentarios de las personas que vengan.
Una madre siempre lo será
No importa si solo tienes un hijo o tienes 4, si tus hijos tienen 1 años o 50, una madre siempre lo será y estará dispuesta a dar su vida por sus hijos si así lo llegarán a necesitar. Ese es una de los aspectos más valiosos de la maternidad.
Sí, puede ser que aprender a ser mamá te cueste un poco, te genere miedos, inseguridades y mucha angustia, pero una vez que te conviertes en mamá, serás madre toda tu vida y tus hijos lo sabrán.
Por todo lo anterior, debes saber que aunque cometas errores, que aunque a solas llores tus desdichas y fracasos, siempre habrán unos brazos que si son educados y cuidados con amor, estarán ahí para soportarte, abrazarte y consolarte cuando menos lo esperes.