7 formas en las que tu esposo te ha CAMBIADO para SIEMPRE

Por que te ha cambiado para SIEMPRE es que perderlo significa perderte a ti misma.

Mariel Reimann

El matrimonio cambia a todas las personas, lo quieran o no. Muchos le temen al matrimonio justamente por eso, pero sin importar cuanto corras de estos cambios, todos los sufrimos, y en la mayoría de los casos, estos, son para bien.

Según Psychology Today, todos las mujeres pasamos por estos cambios de la mano de nuestros esposos. El tipo de relación que tengas, determinará cómo estos cambios moldearán tu vida. Desde que te comience a gustar un deporte que antes ni sabías que existía hasta cómo percibes y vives tu propia felicidad, tu vida nunca será la misma.

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Un sinnúmero de estudios realizados al respecto han ayudado a que se llegue a una conclusión de cómo una relación moldea a las mujeres:

1. Su dolor no es más de él, es de los dos

Así como cuando nos convertimos en madre y literalmente sabemos que no dudaríamos en colocarnos en frente de una bala para salvar la vida de nuestros pequeños, con el matrimonio pasa algo similar.

Ahora lo que a él le duele, a ti también te afecta. No sólo por que viven en la misma casa y si él anda de mal humor, a ti te afecta, sino por que el vínculo que se crea a través de los lazos del matrimonio, del amor y la convivencia, ayuda a que las emociones de los dos se sincronicen.

¿Alguna vez te pasó que sentiste una angustia en el pecho sin ninguna explicación para luego enterarte de que tu esposo tuvo algún problema serio en ese preciso momento? Sus emociones están en la misma sintonía.

2. Si eres del tipo de persona que tiene miedo al abandono, tus cambios serán más profundos

Las emociones que experimentes en tu relación serán ahora más fuertes, más intensas y más innegables.

Si eres de este tipo de personas, el amor y la vida te casada te harán que la felicidad sea más intensa y que las tristezas sean más profundas, por ello es sumamente importante que sepas esto y que uses herramientas como la meditación y el yoga para que te ayuden a canalizar mejor lo que sientes, evitando las reacciones abruptas que te pueden llevar a explotar y armar una tormenta en un vaso de agua (como decía mi abuela).

3. Si estás en una relación saludable, siempre sentirás esa necesidad de ser alguien mejor

Una de las señales de que estás en una relación sana y positiva para ti, es el deseo de progresar, de ser una mejor versión de ti misma. Ese deseo de mejorar en la cocina o de verte más bonita, o de estudiar algo nuevo o de pasar un par de horas en el gimnasio, son todos sinónimos de que él te hace sentir plena y de que disfrutas de ser mejor para él.

4. Si no tienes ganas de nada, y todo te da igual, probablemente estás en una relación destructiva

Lo opuesto al punto anterior es el desgano, la apatía y las faltas de deseo de hacer cosas con tu vida. Por lo general, el hecho de estar en una relación destructiva hace que las mujeres tengan una autoestima baja, que no se puedan incentivar a mejorar o a tratar cosas nuevas; en definitiva, un ánimo súper bajo reina, y no hay ganas de nada.

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5. Los malos hábitos son reducidos en las relaciones saludables

Un poco ligado al punto número 3, el hecho de que estés enamorada y con el hombre a quien amas, no sólo te ayuda o impulsa a mejorar a nivel pareja, sino que también influye en tu vida a nivel de tu superación personal.

Si estás en una relación saludable, y a él, por ejemplo, le gusta comer sano y evita las frituras, mientras que tú hasta ese momento sólo comías frituras, lo más probable es que cambies ese hábito no tan saludable y te unas a su forma de vida.

Lo mismo pasa con vicios o adicciones. Si la relación no es tóxica y destructivas, sentirás la necesidad de cuidarte, de preocuparte por tu salud y por cosas tuyas que antes ni tenías en cuenta.

6. También puede cortarte algunos buenos hábitos

Antes de entrar en una relación todos tenemos una vida que vivimos solas. Nadie nos dice a qué hora o qué, esto hace que muchas de nosotras, aún solas, dediquemos parte de nuestro tiempo a cultivarnos como seres humanos. Muchas vamos al gimnasio, leemos, salimos con amigas, tenemos un grupo con el que corremos o escalamos montañas, y los viernes por la noche nos desconctamos del resto del mundo y hacemos algo sólo para nosotras.

Obviamente, cuando uno se casa, debe modificar muchos de estos buenos hábitos para compartir más de nuestro tiempo con nuestra pareja. La clave en este tipo de impacto es la de tratar de encontrar un punto medio e involucrar a nuestro esposo en esos hábitos que son buenos para los dos. Esto es una cuestión en la que los dos saldrán ganando.

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7. Si la relación termina, definitivamente NUNCA volverás a ser quien eras antes

Creo que esta es una de las razones más fuertes por las que las rupturas amorosas son tan dolorosas. Si bien, no tener a ese ser que amamos a nuestro lado va a producir dolor, no es a él al único que perdemos.

En los rompimientos, también nos perdemos a nosotras mismas. Luego de habernos re-inventado, creando esta nueva mujer que sólo funciona con la otra mitad del motor, debemos volver a empezar. El duelo de haber perdido esa otra mitad es tan doloroso justamente por ello; estamos diciéndole adiós a la muerte de una parte de nosotras mismas.

Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.