7 razones científicas por las que soñar con sólo ser madre y esposa está más que bien
Este es el mejor de todos los sueños....
Emma E. Sánchez
No me cansaré de decirlo, las mujeres jóvenes de hoy en día viven en un mundo lleno de oportunidades para ellas como nunca lo vieron nuestras bisabuelas, abuelas o nosotras sus madres. También es cierto que las mujeres hoy enfrentamos amenazas contra nuestro género mucho más agresivas y abiertas que llegan a herir profundamente naciones.
Así, que en medio de este mundo polarizado ¿qué pasa cuando una joven mujer que tiene acceso a la educación y la libertad de hacer y escoger cuanto le plazca dice que ella desea casarse, tener hijos y permanecer en su casa?
¿Esta mal? ¿esta enferma? ¿algo funciona mal en su cabeza?
La naturaleza es la naturaleza
La ciencia una y otra vez nos dice que todo ser vivo tiene un ciclo de vida que busca cumplir: nacer, desarrollarse, multiplicarse y morir. La reproducción es la manera que la naturaleza nos dio para preservar nuestra especie, por lo que si algo dentro de nuestro cerebro nos hace sentir bien cuando vemos un bebé, conmovernos al cargarlo y desear tener los propios hijos, no es una enfermedad, es nuestra naturaleza.
La razón, la educación y la evolución de nuestra sociedad, nos han dado “parámetros” para cuándo y cómo poder “multiplicarnos” de manera aceptable y bien visto por los que nos rodean.
Desear tener hijos es naturaleza, el cómo y el cuándo, con frecuencia se nos enseña.
Hay hombres que pueden llegar a activar nuestro deseo de ser madre
Cuando una joven comienza a salir con un joven e inician a tener una interacción física amorosa, comienzan estímulos físicos que inician la producción de ciertas hormonas que desatan sensaciones, deseos y que nos hacen crecer y desarrollarnos físicamente.
Lo natural es que crezcamos y si estamos saludables, la producción de hormonas se dé de manera totalmente natural y los chicos comiencen a gustarnos.
Conforme crecemos esos deseos y emociones que nos produce el interactuar con un varón, también llegan a despertar el deseo de ser madre y procrear con él.
Eso puede ser instinto, pero claramente, no es nada inteligente, guiarse por instintos, sensaciones y emociones.
Distingue entre desear ser madre o sentirte vieja
Entre mujeres es común este deseo de ser madres, pero es fundamental el distinguir perfectamente por medio de la razón, la lógica, la reflexión, el consejo de los que amamos y hasta la intervención de especialistas para no caer ante un capricho de la edad, la presión social por tener un hijo que no se desea, sentirse vieja y sola.
Nuevamente el deseo es natural, pero no es excusa para ceder y cometer errores.
El famoso reloj biológico
Las hormonas hacen su trabajo y si lo hacen es que estas sana, y hay un tiempo donde la idea de tener pareja, tener un hijo no saldrá de tu cabeza, pero nuevamente, hay que distinguir entre lo que se desea, lo que se siente y lo que otros te están presionando a hacer o desear.
Para muchos, el reloj biológico es una invención para presionar a las mujeres a tomar decisiones. No cedas a presiones externas. Escucha, pon atención a tu mente, tu cuerpo y lo que tú realmente deseas.
La educación, los valores y el medio en el que creciste
La manera en la que fuiste criada va a determinar y condicionar en gran manera tus instintos, por eso te educaron, para que la razón impere y las decisiones se tomen con la cabeza y el corazón y no desde los arranquen de deseo, pasión, desesperación o presión social.
Los traumas de la infancia
Revisar con un psicólogo tus razones o motivos para casarte, tener hijos o no, es bueno, muy recomendable de hecho. El traer a una personita a este mundo no debe ser el resultado de nuestros conflictos personales de infancia o con nuestros padres, debe ser netamente el producto del amor y el deseo de compartir la vida y dela búsqueda de la felicidad familiar.
La libertad de elegir
Tras hablar todo lo anterior, no hay mucho más que decir, excepto el recordar una y otra vez a nuestras hijas y amigas, que cada mujer tiene el poder y el deber de tomar sus propias decisiones. Lo que ellas decidan en conciencia, lo asumirán con responsabilidad y les hará felices a ellas ya quienes les rodean.
Hoy una mujer tiene el poder y libertad de decidir ser o no madre, casarse o no y lo mejor es que todas debemos respetar y respaldar su decisión antes que criticarla y juzgar sus acciones.
¿Qué piensas tú?