7 recomendaciones importantes para ti y tus hijos durante la cuarentena
Tenemos aquí y ahora una gran oportunidad para reivindicarnos como seres humanos. Aprovecha al máximo este tiempo con tu familia y valora cada instante.
Emma E. Sánchez
No cabe duda que estamos viviendo tiempos que ponen a prueba nuestras habilidades, saberes, creatividad y paciencia para enfrentar y vivir de la mejor manera la situación mundial de salud que el coronoavirus ha provocado.
Entre las muchas consecuencias que han surgido al aplicar las medidas de protección sanitaria en muchos países, ha sido el tener a los niños en casa para cuidarlos y evitar que se contagien, trayendo con esto, una serie de situaciones de todo tipo para cuidadores y padres de familia.
Sería muy fácil y falso, decir y pensar que tener en casa a los menores es sencillo, que se pueden cuidar y que ellos pueden simplemente continuar con sus deberes escolares hasta que las autoridades digan que se puede regresar a la escuela o la vida antes de la pandemia. No, no es sencillo ni fácil, y para muchos resulta una problemática real y muy compleja.
Por eso, antes de atreverme a dar alguna sugerencia, quiero aclarar este punto nuevamente: no es fácil y cada familia tiene sus particularidades, por lo que todos debemos ser considerados, solidarios pero sobre todo, respetuosos. Cada persona y familia resuelven lo mejor con lo que tiene, lo que saben y lo que pueden.
Una vez dicho lo anterior, te comparto estas recomendaciones que seguramente te podrán ayudar a pensar en muchas otras opciones que funcionen para ti y los tuyos.
Mantengan rutinas
Uno de los primeros cambios que hacemos en este tipo de situaciones es relajar nuestros hábitos y rutinas; todos los que tiene la oportunidad de quedarse en casa comienzan por levantarse más tarde o por lo menos no tan temprano como se acostumbre y ese es el inicio del desorden, los problemas entre esposos y otras complicaciones; pero aclaro: levantarse más tarde de lo normal no está mal, el problema es que se pierda el orden y ritmo de la vida.
Entonces, en la medida de lo posible, establezcan rutinas para levantarse, tomar un baño, desayunar y comenzar el trabajo.
Si los padres tienen la buena fortuna de poder quedarse en casa, pueden hacer un horario para todos; si solo será algún adulto o cuidador de los niños, es importante que tengan un horario para levantarse, desayunar, una rutina de trabajo, estudio y descansar, tener tiempo de lectura y juegos de tal manera que cuando los padres lleguen, toda la familia pueda tener la rutina habitual con papás, descansar u otras situaciones familiares.
Los chicos deben de ir a la cama a la misma hora cada noche. Las rutinas nos ayudan a estructurar la mente y dominar nuestros impulsos.
Lo más complicado de estar en un confinamiento, es no saber qué hacer y cuando eso ocurre comienzan otras problemáticas innecesarias en estos días.
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Dediquen tiempo a trabajar
Sabemos que para muchos niños o adolescentes les será difícil hacer las labores de casa o las escolares, pero es necesario y es bueno, siempre y cuando esto no genere gastos de dinero extras o no considerados en el presupuesto familiar; especialmente en momentos como este donde debemos ser muy cuidadosos con el dinero.
Hay mucho que hacer en casa, acomodar juguetes, sacudir, hacer el jardín y otras tareas que lo niños pueden realizar según sus edades. Una mente ocupada es la fuente de la salud mental en días como estos, una actividad de trabajo por día es más que suficiente.
Ocio y descanso
El tiempo de ocio también es bueno y necesario en la infancia, pueden dar tiempo libre para el aburrimiento, eso despierta la creatividad. Solo verifica que los niños estén en un lugar seguro sin cosas peligrosas y ¡listo! Los niños harán lo suyo, solo recuerda supervisarlos.
Por otro lado, este tiempo también puede dar las oportunidades de descanso que los adultos o toda la familia necesitan, descansen, tomen una siesta y luego continuar con la jornada.
En este aspecto solo ten cuidado de que ningún miembro de la familia encubra o disfrace de cansancio depresión. Si observas que alguien en tu hogar se aísla, deja de comer, abusa de la comida, llora o simplemente se está desequilibrando de alguna manera, tal vez no está manejando bien el permanecer en casa y requiere de tu atención o la de un profesional.
Cuida la alimentación
Todos debemos evitar comer todo el día, la alteración de la rutina de alimentos es una de las primeras complicaciones que vivimos estando en casa, especialmente aquellos ricos en azúcar o harinas. Comenzamos a experimentar aburrimiento, ansiedad o hasta angustia y comenzamos a ganar peso y a generar malestares físicos y hasta enfermedades. Así que recuerda comer normalmente y de vez en cuando algo sabroso. Cuidar tu alimentación en estos días es cuidar tu economía, pero, sobre todo, la salud de todos los que amas.
Hablar y platicar
Tomen su tiempo para dialogar, hacer cosas juntos y descansar. Los niños pueden llamar a los abuelos, llamar a otros amigos; de esa manera se favorecen muchas habilidades lingüísticas y sociales que solo estar en los videojuegos. Cuiden el tiempo frente a las pantallas también.
Hablen de lo que sucede y verifica que nadie esté viviendo con miedo por mala información o comprensión de las cosas. Hablar con claridad y seguridad según la edad de nuestros hijos, les dará certeza y confianza.
Otra gran idea es hacer el plan para la contingencia juntos; por ejemplo, los horarios y hasta el menú para que todos participen y se sientan necesarios e integrados a una familia que se preocupa por ellos.
Tener actividades físicas
Dentro de casa los niños pueden y deben tener actividades físicas y cuando los padres se unen, puede ser una actividad ¡de lo mejor! Ya sea en la mañana o la tarde, dedica un tiempo a hacer una actividad física, esto reduce el estrés y la ansiedad al no poder salir en los adultos, cansa y manda a los niños a la cama con buen sueño. Y por si eso fuera poco, fortalece tu sistema inmunológico, algo vital en estos días.
Controlen la calidad de información que entra a su hogar
Si es necesario, apaguen la TV o los noticieros y todo aquello que inquiete o les robe la paz. Si tú te lo propones puede también la crisis ser una oportunidad para desarrollar la fe, cultivar la oración y hacer todo aquello que les va a fortalecer y que les evite pelear, discutir o caer en la violencia.
Busquemos que nuestros niños tengan un recuerdo de este tiempo como la gran oportunidad que la humanidad tuvo para trabajar y colaborar juntos, para escuchar a nuestro planeta; pero sobre todo, para volvernos un poco más empáticos y sensibles hacia todos los que nos rodean y la familia es el mejor lugar para vivirlo.