Adicción al trabajo
Así como puede volverse inactivo, la persona deprimida puede recurrir a trabajar en exceso para encubrir su enfermedad. El trabajo en esta ocasión se vuelve una especie de “tabla de salvación” que los distrae de su dolor.
Desgano
Acompañada a su vez de pesimismo y desesperanza, el desgano es común porque el afectado no siente deseos de hacer nada.
A este cúmulo de “cansancio” le sumamos que no duerme como debería, que los pensamientos de angustia y la ansiedad le asechan, y el cuerpo le pesa, pues es más que natural que la persona no sienta ni tenga deseos de levantarse de la cama. Esto lentamente hace que la persona se aleje de sus amistades y familiares, pues de verdad que no siente fuerzas para nada.
Problemas de alimentación
Algunas personas deprimidas comen en exceso, otras por el contrario, pueden dejar de comer. Así, mientras los primeros engordan sin control pues se refugian en la comida para lidiar con el dolor, otros “castigan” su cuerpo sometiéndolo a la falta de comida.
Por eso, si notas que un conocido o ser querido sube o baja mucho de peso en determinado lapso de tiempo, entre otros síntomas, puede estar sufriendo depresión.
Cambio en los hábitos de sueño
Algunos profesionales de la salud dicen que hay un fuerte vínculo entre el insomnio y la depresión. Para ellos, una persona con problemas para dormir tiene más probabilidades de padecer depresión que una que tiene una buena higiene del sueño.
Abuso de sustancias
Para lidiar con el dolor y el sufrimiento que refiere una depresión puede ocurrir que la persona se “refugie” en el consumo de sustancias, ya se trata de alucinógenos y psicoactivos como de bebidas alcohólicas.
Estas sustancias le dan la falsa ilusión de control, además que les ayudan a escapar de sus emociones conflictivas y de su realidad.
NOTA
Aunque estos síntomas pueden ser evidentes en una persona que sea diagnosticada con depresión, la realidad es que muchos de éstos pueden incluso pasar desapercibidos para las personas con las cuales el afectado se relaciona. Es entonces cuando más se debe estar atento y ayudar, si es que es necesario para evitar que el enfermo cometa suicidio.
Además, es muy importante tener presente que estos 7 síntomas deben ir complementados con muchos más que implican una depresión y que esta solo debe ser diagnosticada por un experto que pueda ofrecer la ayuda que el afectado necesite.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, dependiendo de la edad de la persona involucrada los síntomas generales pueden ser:
-Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces
-Exceso de sueño
-Sentimientos de inutilidad, odio por su persona y culpa
-Problemas de memoria y concentración
-Movimientos lentos o rápidos
-Inactividad y retraimiento de las actividades usuales
-Sentimientos de desesperanza y abandono
-Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio
-Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual
¿Cómo puedes ser de ayuda?
Aunque la persona enferma no quiera ningún tipo de ayuda, la realidad es que la necesita. Si tú puedes ofrecérsela, lo que puedes hacer es hablar con su familiar más cercano para que conversen, y entre los dos busquen la ayuda que requiere para ser tratado por un profesional en psiquiatría.
Tú no te lances a juzgar ni a hacer presión, o solo aumentarás el estado de estrés y ansiedad al que ya está sometido por la enfermedad.
Ayudar a alguien deprimido no es fácil, pero te aseguro que la persona al salir de su crisis verá las cosas de otra manera y te estará muy agradecido por tu oportuna intervención.