7 temores que nos asechan a las madres
Los miedos que sentimos las madres por nuestros hijos son comunes, identifícate con algunos de ellos y reflexiona para cambiar tu manera de pensar.
Adriana Acosta Bujan
Ser madre es una gran bendición. El amor que sentimos por los hijos es inexplicable y maravilloso, no hay palabras para describirlo. Porque ellos son una extensión de nuestra propia alma, cuerpo y mente, como si Dios nos hubiera clonado, pero en versión miniatura y mejorada.
Por el gran amor que sentimos por ellos siempre desearemos lo mejor, por ello es que muchas veces exageramos en los cuidados o somos estrictas con la crianza, para que nuestros hijos logren ser exitosos, independientes y conquisten sus propios sueños.
En este proceso de la crianza siempre habrá temores que nunca se dejan de sentir a pesar de que nuestros hijos crezcan. Es decir, el amor y las preocupaciones son eternas hasta el final de nuestra existencia, simplemente porque los hijos son parte de nosotras.
Temores que perduran en el corazón
Existen algunas mujeres que creen que sus miedos menguarán cuando sus hijos crezcan y sean adultos. Lamentablemente eso no es así, los temores son distintos y las preocupaciones son diferentes.
Pero eso no quiere decir que todas las madres vivimos atemorizadas, al contrario, me refiero a que esos temores son normales por el gran amor que sentimos por los hijos, por la gran responsabilidad en cuanto a la crianza y porque queremos verlos triunfar.
Ahora bien, ¿qué temores son frecuentes en las madres?:
1. Morir
Este es un temor común que sentimos las madres, saber y reconocer que no somos eternas para cuidar a nuestros hijos, es algo que nos preocupa e inquieta.
Sin embargo, es parte del proceso de la vida y no podemos hacer nada, solo ocuparnos en vida arreglando las cosas para que cuando llegue el momento de partir de este mundo nuestros hijos sean capaces de salir adelante por sí solos.
En este proceso todas las madres nos esforzamos para que los hijos tengan una buena educación escolar y todo lo necesario para que puedan desarrollarse y crecer saludables, tanto físicamente como en la parte emocional.
También solemos pensar en el futuro y dejamos todo en regla para cuando ya no estemos, por ejemplo, hacemos el testamento para dejarles a nuestros hijos alguna herencia (en caso de ser posible).
2. Enfermedades graves
Otro temor común que tenemos algunas madres es que nuestros hijos padezcan de alguna enfermedad grave o terminal. Como sabemos, algunas enfermedades llegan de repente sin darnos cuenta de ello, es por eso que somos muy precavidas y exigentes con los hijos para que aprendan a cuidar su salud por sí solos.
También para disminuir nuestro temor las madres nos esforzamos para que nuestros hijos se alimenten sanamente y hagan algún tipo de ejercicio, para así evitar que se enfermen.
3. Que no aprendan a amarse
Nosotras como madres podemos decirles a nuestros hijos que son maravillosos, bellos, especiales y únicos; todos los días les recordamos lo valiosos que son para nosotras. Pero algunas veces su autoestima puede ser quebrantada y no es culpa de nosotras sino de las circunstancias.
Nuestro temor es que ellos no aprendan a amarse como son, que por esa razón sufran algún tipo de trastorno psicológico como la depresión o enfermedades que pongan en riesgo su salud, vida e integridad.
4. Que no cumplan sus sueños
A pesar de los grandes esfuerzos que todas las madres hacemos para apoyar, motivar y alentar a nuestros hijos para que logren conquistar sus sueños, en algunas ocasiones no es posible por las decisiones que ellos toman, al final de cuentas son seres individuales, independientes que elegirán su propio camino y tal vez tomen decisiones equivocadas.
Nuestro temor es que ellos no sean felices y que se lamenten por sus malas decisiones. Sin embargo, las madres estamos ahí para aligerarles las cargas emocionales y ayudarlos siempre que lo necesiten.
5. Vicios
Por supuesto que todas las madres queremos que nuestros hijos estén alejados de los vicios. Por ello es que les damos toda la atención y el amor posible para que crezcan en un ambiente familiar lo más sano posible. Nuestro temor es que ellos elijan el camino “fácil” por así decirlo y que se involucren en vicios que pueden dañarlos gravemente.
Es por ello que muchas veces somos muy exigentes e incluso solemos invadir su privacidad para saber qué es lo que hacen nuestros hijos, cuáles son sus amistades y qué inquietudes tienen.
6. Su seguridad
Siempre temeremos por la seguridad de nuestros hijos; como somos personas adultas, maduras y experimentadas conocemos bien los peligros que pueden enfrentar y sus consecuencias.
Por tal razón las madres somos muy obstinadas al hacerles saber que deben aprender a cuidarse por sí solos para evitar tragedias inesperadas. Incluso, les enseñamos a ser prudentes, a ser responsables de sus propios actos y así poder disminuir nuestro temor.
7. Que sean demasiado orgullosos
Lamentablemente existen hijos que juzgan, critican y maldicen a sus padres, por las razones que sean. Este es un temor que tenemos la mayoría de las madres, que nuestros hijos no aprendan a perdonar y a ser empáticos.
El orgullo puede destruir el amor de un hijo hacia su madre, pero nunca tocará el amor de una madre hacia su hijo, son cosas distintas. Es por ello que algunas veces tenemos miedo a que nuestros propios hijos sean nuestros jueces de vida y que por alguna razón se alejen de nosotros.
Ahora conoces algunos temores que sentimos las madres; tal vez existen muchos más, sin embargo, lo único que podemos hacer es demostrarles el gran amor que sentimos por ellos, todos los días, cada minuto y cada instante.
Recuérdales que el amor de una madre es irremplazable y que siempre estarás ayudándolos para luchar sus propias batallas y para que sean felices.