¿Te automedicas? cuidado con estos medicamentos
Nada es veneno, todo es veneno: la diferencia está en la dosis. Paracelso
Yordy Giraldo
El común de la población mundial no gusta de ir al doctor, sin embargo todos dicen que sí a cualquier consejo médico que venga de familiares, amigos o desconocidos que les parezca más o menos confiable, sin reparar en los riesgos que ello conlleva. De hecho según estadísticas publicadas en el 2014, el 17 por ciento de los ingresos hospitalarios fueron por reacciones adversas a medicamentos.
Entre los favoritos de todos están en primer lugar los analgésicos, en segundo lugar los antigripales, seguido de los antibióticos, y en orden descendente antiinflamatorios, antidiarreicos, digestivos y antiácidos. Todos ellos obtenidos sin supervisión médica y muchas veces sin siquiera reparar en las fechas de caducidad, y en el pequeño gran detalle del que solo un médico sabe la diferencia, nada es veneno, todo es veneno: la diferencia está en la dosis.
Y es que con la automedicación provocamos entre otras cosas que los medicamentos dejen de ser efectivos, enmascaren enfermedades, creen fármaco-dependencia, y por supuesto nos provoquen reacciones adversas, que aunque es un riesgo siempre, lo cierto es que cuando no tenemos los conocimientos no podemos saber si nos está contraindicado o no es compatible con otro medicamento que estemos tomando.
Medicamentos favoritos de todos, ¡cuidado!
DICLOFENACO
Está contraindicado si tienes una úlcera gastrointestinal o sangrado gastrointestinal, urticaria o rinitis aguda. Enfermedad de Croha, colitis ulcerosa, disfunción renal, alteración hepática, pacientes con desordenes de coagulación o tratamientos con anticoagulantes, y también para quien ha sido diagnosticado con antecedentes de asma bronquial.
PARACETAMOL
No lo tomes si padeces alcoholismo, o alguna enfermedad hepática, ya que este tipo de padecimientos predispone al paciente a nuevas lesiones hepáticas. Solo en caso de los pacientes con enfermedad hepática estable está permitido su uso, pero en dosis mínimas y por un tiempo no mayor a 5 días.
IBUPROFENO
Puede ser peligroso para quienes padecen de úlcera péptica activa, pacientes que hayan presentado hipersensibilidad (asma, rinitis o urticaria) con el Ibuprofeno, el ácido acetilsalicilico u otros antiinflamatorios no esteroídeos. Y deben administrarse con precaución en quienes tiene antecedentes de asma bronquial.
ASPIRINA
La aspirina, la infaltable en todo botiquín que se respete ha sido asociada al Síndrome de Reyes en niños con varicela o gripe. De hecho en no pocos países las autoridades advierten del posible riesgo para niños que padecen infecciones viricas. El ácido acetil-salicilico induce ulceraciones gástricas o intestinales que pueden ir acompañadas de anemia.
PREDNISONA
La prednisona en particular puede enmascarar los síntomas de una infección, y no debe ser utilizada en casos de infecciones viricas o bacterianas que no estén adecuadamente controladas. Son frecuentes las infecciones secundarias durante tratamientos con corticoides.
OMEPRAZOL
Este medicamento se ha asociado con enfermedades como Hepatitis y también, aunque en raras ocasiones, con la insuficiencia hepática. También debes saber que si existe la posibilidad de que tengas una úlcera gástrica es mejor que no lo tomes porque el Omeprazol puede aliviar los síntomas (no curar el mal) y por consiguiente retrasar el diagnóstico.
SALBUTAMOL
El salbutamol para inhalación está contraindicado en pacientes con antecedentes de hipersensibilidad al fármaco o a cualquiera de sus componentes. Este medicamento puede producir broncoespasmo paradójico, lo que puede llegar a ser mortal. Si se produce un broncoespasmo por favor suspende inmediatamente el uso y opta por un tratamiento alternativo.
NAPROXENO
Si eres alérgico a la aspirina te recomiendo que tengas cuidado con el Naproxeno. El uso habitual de este medicamento puede provocar gastritis, úlcera gástrica. Además de que no se recomienda si padeces enfermedades gastrointestinales como colitis o hemorragias gastrointestinales.
Por regla general no nos tomamos el tiempo de leer las contraindicaciones de los medicamentos que consumimos lo cual es el segundo gran error que cometemos, el primero es automedicarnos, y solitos arriesgamos nuestra salud por desidia. Antes de jugar al doctor recuerda que el que no tiene tiempo para cuidar su salud, algún día tendrá que tener tiempo, dinero y paciencia para cuidar de su enfermedad.
