6 señales que tu hijo padece ansiedad y que la mayoría de los padres ignoran
La ansiedad puede ser el disparador de actos nefastos en la vida de tus hijos detéctalos a tiempo y ayúdalos.
Emma E. Sánchez
Hasta hace unos años muchos creían que la ansiedad era solamente cosas de adultos y nunca se podría pensar que los niños podían padecerla. El mundo, la sociedad, los medios de comunicación, la tecnología y la transformación de la familia han sido grandes detonadores de problemáticas sociales que han generado epidemias de problemas emocionales en los más pequeños.
Si tú crees que tu divorcio, el desempleo, la guerra, la devaluación o la enfermedad de los abuelos no son cosas en que los niños piensen porque “son solo niños y se dedican a jugar” o porque tú has decidido ocultárselos, estás equivocada. Los niños escuchan y ponen atención en más cosas de las que te imaginas. No son tontos, ellos entienden que algo malo está ocurriendo en su entorno, perciben y sienten que los adultos que ama están pasándola mal o que su mundo se está constantemente transformando y nadie se detiene a explicarles lo que sucede y entonces se estresan o generan cuadros de ansiedad.
¿Por qué debe preocuparnos la ansiedad en los niños?
¡Porque altera su vida! Su crecimiento, su desarrollo y daña dejando terribles secuelas en su espíritu y emociones.
Los adolescente sy jóvenes que tiene episodios de ira incontrolable, los que hieren a otros o se terminan suicidándose, pasaron previamente por estrés, angustia, ansiedad y depresión y ¿sabes qué? Nadie lo detectó hasta que fue demasiado tarde.
Que esto no te pase por favor.
Los 6 síntomas.
Sueños inquietos hasta pesadillas
Habla dormido, no descansa, no quiere ir a la cama, sueña feo, quiere dormir contigo todas las noches.
No quiere comer
O cualquier otro trastorno alimenticio, inclusive comenzar la temida “pica” esto es: comer cosas no comestibles como gises, plástico, cabello, las uñas, tierra etc.
Dolores en diversas partes del cuerpo
Especialmente en cabeza y estómago, luego en brazos y rodillas.
Miedos
A quedarse solo, a los desconocidos, a ir a la escuela, un animal, cualquier cosa ue repentinamente les causa miedo o hasta terror.
Regresión a conductas ya superadas
Mojar la cama, hacer berrinches, buscar la mamila, cambiar la forma de hablar, cosas que hacía de pequeño y que ya había dejado atrás.
6. Estados de ánimos variados
Llora, se enoja, está triste, tiene mucho sueño, ese tipo de cambios tan constantes que pueden ir desde la alegría extrema hasta llorar y no poder contenerse.
Lo que tú puedes hacer para ayudarlo
Hacer del hogar un lugar tranquilo
Cero gritos, música estridente, demasiado movimiento, muchas luces o demasiada gente, poca privacidad.
Verifica qué está sucediendo en tu hogar
Hay que ser honestos: si estás pasando por un problema, hay que reconocerlo, hablarlo al nivel de los hijos, trabajar en soluciones y no perder el ánimo ni la fe. Los niños deben aprender que los problemas se asumen, se enfrentan y se conquistan con esfuerzo y sacrificios de ser necesario.
Hablar y hablar
“Los huecos de información se llenan con rumores” y los rumores solo generan miedo. No o olvides. Habla con tus hijos de todo lo posible, de la vida y de las cosas que te gustan, de tu infancia y de los problemas, de las cosas alegres y de la última noticia ¡de lo que quieras! Pero nunca por favor, les dejes de hablar por muy enojada que estés, el silencio es una forma de violencia y abandono.
No le grites ni lo castigues
Eso solo hace más grande el problema.
Mucho afecto y atención
Cuanto más grande el problema, más necesidad e abrazos que fortalezcan, más necesidad de muestras de amor y de palabras tiernas y de comprensión.
Alimentación y ejercicio
El ocio también puede ser un generador de estrés y ansiedad en niños muy activos o que no pueden relajarse y descansar con facilidad. Cambiar o mejorar su dieta y aumentar la actividad física les puede ayudar a procesar la energía negativa acumulada.
Los especialistas
Visitar al psicólogo, a un terapeuta o hasta un guía espiritual también pueden de gran ayuda si observas conductas preocupantes en tus hijos. No los descartes, úsalos a tu favor.
Muchos dolores en la vida futura de tus hijos pueden ser solucionados hoy si te mantiene s atenta a lo que les pasa, alo que te dicen y sobre todo, a lo que callan.