Este es el tipo de fe que debes asegurarte que tus hijos están aprendiendo, ¿lo estás haciendo?

Esta tipo de fe lo hará indestructible ante la vida....

Emma E. Sánchez

Se he dicho que la fe es el poder creer en lo que aún no vemos pero sabemos que es posible o verdadero, aunque de momento no podamos demostrarlo. La fe en un uno mismo, entonces podríamos decir que es el poder creer que lo que deseamos y hacemos es verdadero y posible aunque de momento no podamos demostrarlo.

Muchas personas durante su niñez o adolescencia no llegan a desarrollar esa fe o inclusive, habiéndola tenido, desgraciadamente, la pierden.

Esta capacidad de creer en uno mismo se intrínseca al ser humano, pero el medio donde nos desenvolvemos o las personas que nos rodean, muchas de las veces son los encargados de destruirla.

La fe en sí mismo es la capacidad de poder sobrevivir en el día a día pues a cada minuto se nos requiere tomar decisiones, demostrar confianza y seguridad y asumir las consecuencias de lo que todo esto implica. Por ejemplo, se requiere de mucha fe y confianza en sí mismo para que un jovencito de su máximo esfuerzo en una competencia, un caballero le proponga matrimonia a una señorita o para mantenerse firme ante la presión de otros para hacer lo incorrecto.

Cuando alguien tiene fe en sí mismo:

Advertisement

Sabe decir NO

Expresa sus opiniones con respeto y no se siente mal o culpable por no pensar de modo diferente

Es capaz de defender a quien es discriminado o segregado por ser diferente

No teme aprender, pedir ayuda o aceptar que desconoce algo

El fracaso no lo intimida

Se sobrepone a las situaciones adversas

No necesita estar a la defensiva por lo que le es más fácil relajarse

Ahora, ¿cómo lograr desarrollar esa fe en nuestros hijos o en uno mismo?

Este poder no se desarrolla ni aparece diciéndole día y noche a tu hijo lo maravilloso o guapo que es y mucho menos resolviéndole los problemas y desafíos de su entorno.

La fe y confianza en sí mismo se desarrolla y es una conquista personal que, conforme se atesora, se nota.

Escuchen su manera de hablar

Nuestra manera de expresarnos es una de las primaras maneras en las que se nota nuestra confianza. Hablar con claridad, sin prisas, sin repetir palabras, verificar que no hablemos demasiado lento con voz baja o a gritos.

Aprendan a expresar sus opiniones con respeto

En la intimidad de nuestro hogar tenemos la oportunidad de practicar algunas frases para usarlas cuando sea necesario, pero lo mejor sería, acostumbrarnos a hablar mostrando respeto por lo que otros dicen de tal manera que no tengamos temor de expresarnos por temor a ser criticados. Por ejemplo, en lugar de decir “eso es muy estúpido”, es mucho mejor decir, “Creo que no es una buena idea” Si los niños escuchan y usan el lenguaje apropiado en casa, les será mucho más cómodo y común usarlo fuera de casa con otras personas.

Advertisement

Practiquen pedir las cosas u otras habilidades sociales

El pedir las cosas por favor, dar las gracias, solicitar información, defenderse, confrontar a alguien, reclamar algo, pedir disculpas, el cómo rechazar o declinar algo en fin, todo lo que se te ocurra lo puedes -y debes- enseñar en casa, practicarlo y verificar que tus hijos son capaces de hacerlo de manera normal y natural.

Practicar la amabilidad

Ser amable abre puertas, denota humildad y sencillez, elimina las conductas negativas, de orgullo y dispone todo a mejores oportunidades para relacionarse.

Busquen un modelo a seguir

Un miembro de la familia, un personaje público, alguien positivo a quien emular y que inspire a ser mejores.

Revisen su postura al caminar o parase

Nuestro lenguaje corporal le dice al mundo cómo nos sentimos y hasta lo que pensamos de nosotros mismos. Este es otro buen punto a desarrollar.

Cumplir metas

Proponerse algo y cumplirlo por sí mismo, da un poder y fortaleza personal que nadie nos puede regalar, es el poder de saberse capaz de lograrlo todo y eso ¡lo vale todo!

Advertisement
Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.