4 expectativas que tu marido esperaba de tu matrimonio, pero no se anima a confesar

Las expectativas y la realidad no siempre coinciden, y menos cuando tu esposo NO se anima a confesarte esto.

Fernanda Gonzalez Casafús

En el matrimonio las expectativas y la vida real no siempre van de la mano. Algunos hombres no se animan a decirle a sus esposas que el matrimonio en general, y todo lo que ello envuelve en particular, no es lo que ellos esperaban.

Todo es color de rosa en la vida de los recién casados. Ambos idealizan la vida en pareja y el amor -que todo lo puede- deja pasar mucha “agua bajo el puente”, como solía decir mi abuela. Pero cuando el tiempo pasa y la rutina de la convivencia se hace cada día más real, es cuando vemos que además de la vida de película que pueden llevar dos personas que se unen en reciente matrimonio, hay otras cosas de la vida real y cotidiana que no son tan románticas.

Las expectativas en el matrimonio son altas de ambas partes. Como mujer seguramente te gustaría saber que hay ciertas cosas que un marido idealiza de su mujer y de la vida marital que no se cumplen, pero que no se anima a decírtelo.

Más intimidad

Él se casa pensando -entre otras cosas- que ahora tendrán más tiempo y disposición para las relaciones íntimas. Tal vez piense que estarías dispuesta cada dia. Sin embargo, para ambos, la rutina, el cansancio diario, los hijos, preparar la cena, limpiar, etc., hace que luego de un tiempo la intimidad de reduzca a una o dos veces por semana.

Belleza eterna

Te conoció cuando eras joven y tenías un cuerpo deslumbrante. Así, y con todo tu encanto, lo enamoraste. Si bien te ama tal cual eres, es innegable que para los hombres la atracción física les es significativo, por lo que después de muchos años de matrimonio tal vez añoren aquella muchacha delgada y esbelta que conoció. Sólo que como tú también añoras ese joven musculoso que conquistaste, no hay nada de qué quejarse.

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Seremos una pareja única

Es habitual y sano que la proyección a futuro acerca del matrimonio sea positiva y estimulante. Si una pareja se casa es porque pone “todas las fichas” en forjar un futuro juntos. Para los hombres -y también para algunas mujeres- es bastante desalentador ver que la rutina va acaparando ciertos momentos cotidianos y que a veces las peleas se tornen algo difícil. Toma un tiempo conocer y saber comprender a quien tenemos al lado.

Seré atendido como un Rey

Aún existen ciertos hombres que tienen el concepto preestablecido de que la mujer debe servir al hombre. Para muchos hombres casarse significa pasar de ser servido por su madre a ser servido por su esposa. No está mal que ella lo agasaje con su cena favorita, o que le prepare un baño de inmersión para un día especial, pero es misógino esperar que la mujer sirva al hombre por una mera cuestión de género. En muchas familias es el hombre el que trabaja fuera de casa y es la mujer la que trabaja dentro manteniendo el orden del hogar y cuidando a los hijos, pero lo que es conveniente para los dos es que ambos tengan injerencia en las tareas del hogar. Aunque el hombre trabaje fuera de casa muchas horas puede perfectamente levantar los platos de la mesa y bañar a los niños. Muchos hombres se sienten algo decepcionados en deber cumplir con ciertas responsabilidades que antes no tenía.

El matrimonio es un contrato de dos personas que se aman. En todo contrato hay deberes, obligaciones y beneficios. Poder lidiar con aquellos momentos o situaciones que no son como las esperábamos harán que podamos disfrutar los bellos momentos que nos da la vida en pareja. Ceder y comprender es la clave para que nada opaque esa bella ilusión que trae aparejada la idea de casarse con quien uno ama.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.