6 formas EFECTIVAS de ayudar a tu hijo con su timidez

La timidez infantil puede llegar a convertirse en un serio problema durante la adolescencia. No permitas que tu hijo sufra por cosas que hoy puedes ayudar a corregir.

Emma E. Sánchez

Si tu niño está en edad escolar y sigue escondiéndose detrás de ti, no saluda, se asusta cuando llega alguien nuevo y su maestra te cuenta que le cuesta trabajo relacionarse con sus compañeros, quizá sea importante poner atención a estas conductas.

Aunadas a estas formas de actuar, existen pequeños a los que en la escuela les cuesta trabajo pedir permiso para ir al baño o incluso, denunciar si alguien lo está molestando, por lo que, amiga, si esto le ocurre a tu hijo, es fundamental que lo ayudes a fortalecerse y así evitar que sea blanco vulnerable de abusadores. Al respecto, déjame compartir contigo 6 sencillas sugerencias que puedes aplicar si es que tu pequeño presenta 3 de las siguientes características:

  • Lo desconocido lo estresa o angustia.

  • Con niños de su edad es reservado, no platica ni juega.

  • Prefiere estar solo.

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  • Hace todo cerca de ti o siempre te pide que lo acompañes.

El origen de la timidez: ¿se nace o se hace?

Jerome Kagan, un reconocido psicólogo norteamericano, tras realizar una serie de estudios, determinó que el 20% de los niños nacen con una predisposición a ser tímidos. No obstante, precisa que con una correcta intervención afectiva y emocional de parte de sus padres y los que conforman su entorno, la mitad de esos niños superan esa predisposición. El resto de ellos, que desarrollaron esta timidez, tuvieron experiencias sociales negativas o condiciones familiares inadecuadas. En ambos casos, el ambiente seguro que la familia, no la sobreprotección, es la clave.

Así, tras conocer esta información, ahora si te invito a poner en práctica estas recomendaciones en tu hogar y con todos tus hijos.

1. Constantes muestras físicas de afecto

Caricias, abrazos, besos y toda expresión de afecto, brinda a tu hijo la seguridad que requiere, de hecho, es algo que todos lo necesitamos, pero él mucho más.

2. Tener un hogar placentero, cálido y divertido en el que todo niño se sienta seguro

Procura que el ambiente familiar sea armonioso, evita discutir con tu esposo delante de los niños y haz que estos sepan que su hogar es refugio de paz para todos. Música agradable, colores cálidos, plantas, imágenes inspiradoras o palabras edificantes, te ayudarán a crear ese ambiente.

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3. No sobreprotejas a tus hijos

La sobre protección no corrige el problema, lo empeora. Tratar de solucionarle los problemas a tu hijo, es evitar que aprenda a enfrentarse a ellos por sí mismo, por lo que esto podría dañarlo irremediablemente. No seas de los padres que quitan las piedras del camino, mejor enséñale cómo sortearlas y levantarse cuando tropiece con ellas.

4. Tú eres el ejemplo

Si es el caso, olvida tu timidez e inseguridades y haz amigos, socializa, busca actividades que compartas con tu hijo y muéstrale que no hay por qué temer a lo nuevo, y que cualquier miedo o situación estresante, se puede vencer. Si por el contrario tú ya eres el alma de la fiesta, no obligues a tu hijo a ser como tú, dale su espacio y déjalo que él lleve su ritmo. La presión de un padre y sus expectativas son una carga demasiado pesada para algunos.

5. Reconocimiento positivo

Reconoce y elógialo sinceramente cuando hace algo bien, cuando se anima y vence su temor. Hazle saber lo valiente que ha sido y cuando otra nueva situación llegue, recuérdale cómo lo logró en el pasado.

6. Bríndale oportunidades para relacionarse

Dale permiso de salir con amigos o invítalos a casa, claro, uno por uno, ¡no todo el salón de clases! Nunca lo corrijas en público o lo reprendas delante de sus amistades.

Cuando un niño es capaz de defenderse, de pedir ayuda de otros, de decir no e inclusive pegarle a alguien para que deje de molestarlo, dejará de ser el niño del que otros se burlan o abusan. Sin duda, hoy en día esto es algo fundamental para todo niño.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.