10 razones (inexplicables) por las que siempre volvemos por una segunda, tercera, cuarta oportunidad… a quien nos rompió el corazón

¿Qué nos lleva a hacer esto? ¿Lo hacemos por él o por nosotras?¿Hasta dónde es saludable?

Erika Gaytán

Una persona se casó con un hombre cuyo gusto por el trabajo no se le daba. De vez en cuando salía a buscarlo “rogando no encontrarlo, manteniéndose solo con el sueldo de ella. Él le pidió muchas oportunidades, por años hasta que pudo vencer su adicción, se puso a estudiar y hoy por hoy no toma y ejerce exitosamente su carrera. Contados los casos que valen la pena unas segundas oportunidades pero sí los hay. Pero ¿cuáles son las razones por la cuales a pesar de todo se les cree?

1. Soledad

La soledad es muy buena compañía si la sabes aprovechar, pero cuando tu auto estima no la óptima puede ser la peor consejera. Es una de las principales razones por las que muchos noviazgos o matrimonios no se separan de su pareja aunque ya no se amen.

2. Dependencia

Este apego patológico puede surgir principalmente del miedo a la idea inconcebible de estar sola y no tener la capacidad para eso o no tener la oportunidad de encontrar a otra persona o incluso a estar incompleta.

3. Costumbre

“La costumbre es el proceso en el cual dos personas están juntas, pero sin una visión en común, simplemente entienden esta unión como una especie de acompañamiento y lo afectivo pasa a segundo plano o llega a perder por completo” asegura Óscar Urzagasti, pisocólogico boliviano.

4. Zona de Confort

Este punto tiene una relación estrecha con la baja autoestima ya que puede ser una consecuencia de esta misma al no tener ambiciones o una visión hacia el futuro de manera individual.

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5. Por los hijos

Los hijos son uno de los factores más determinantes para permitirle a la pareja cualquier cosa si no se sabe mediar de manera correcta por el miedo de perder una “unión” familiar.

6. Interés económico

Esto sucede en dos escenarios: cuando la pareja tiene un trabajo muy bien remunerado por el que le puede ofrecer todos los lujos deseados a su esposa o en casos en que la otra parte no quiere (o puede) ponerse a trabajar.

7. Chantaje emocional

Existen personas que incurren a este tipo de truco para conseguir lo que quieren, como por ejemplo: “si me abandonas te voy a quitar a tus hijos”, “si me dejas me suicido”, “no te atrevas a divorciarte de mí porque te vas a arrepentir”, etc.

8. Presión social

Los padres, familiares, amigos y la sociedad en general también puede ejercer presión para que regreses con tu pareja por la idea de que “debes de perdonar” todas las veces necesarias con tal de que no te quedes sola porque se ve mal.

9. Ilusa

Eres muy crédula, siempre crees en sus falsas promesas aunque toda la gente que te rodea te diga lo contrario, tú vuelves a creer en ti porque en el fondo deseas que sea cierto.

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10. Baja autoestima

La baja autoestima, la baja autovaloración que tienes de ti misma puede es el gran factor que interviene para que se efectúen las mayoría de los puntos ya antes mencionados. Sin una seguridad y confianza en ti misma poco podrás hacer.

Puede haber muchas razones o más por las cuales le has concedido tantas oportunidades a tu pareja, si son razones válidas y te ha funcionado ¡felicidades! Pero si ya van dos veces (vas por la tercera) y no ves ningún cambio te invito a hacer una reflexión sincera y respondas estas preguntas: ¿vale la pena intentarlo otra vez? ¿Cuántas veces más estas dispuesta sabiendo que nunca va a cambiar la situación?

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.