Las 5 frases que destruyen el autoestima de una niña cuando salen de la boca de sus madres

Frases que muchas madres utilizan pensando que pueden ayudar a sus hijas para corregirlas y, sin embargo, los pueden marcar para siempre.

Erika Gaytán

El rol de ser papá o mamá es uno de los más difíciles de llevar porque no hay un manual, una guía o algo que te pueda orientar en cómo tratar, hablarle, corregirlo o educar a tu hijo para procurar su felicidad. Uno de los aspectos que impiden logarlo es la baja autoestima que puede presentar tu retoño ocasionado por sus personas “favoritas”…sus padres. Estas 5 frases te pueden ayudar para darte una idea de lo que significan tus palabras.

1. ¿Por qué no eres tan inteligente como tu hermana?

No porque sean hijos de los mismos padres significa que van a ser iguales, eso es muy difícil que suceda. Al decirle a uno de tus hijos que no es igual a su hermano, le estás diciendo que así como es él no la aceptas, no le quieres, carece de valor. Si tiene otras voces a su lado, que le dicen lo contrario, podría ayudarle pero si no es así, puedes crear un gran resentimiento y rivalidad entre ellos y no solo en esta etapa sino para el futuro de ambos.

2. Está chiquita, no sabe

Nunca debes perder de vista que todo lo que le digas de chiquito y se lo repites de manera constante va a llegar un momento en el que se lo va a creer y aunque tenga más de 20 años su idea no va a cambiar, porque ya le metiste esa idea en su cabeza. Este tipo de frases sirven como un condicionante en su comportamiento para todos los lugares en el que se desenvuelva y al mismo tiempo tiende a crear sentimientos de inseguridad. En esta frase hay dos mensajes: es el chiquito y todo que conlleva la palabra; y el que aseguras no saber cómo hacer, resolver, mediar, negociar, etc.

3. ¡Cuando tengas a tus hijos te van hacer lo mismo!

Las amenazas tampoco son una buena idea, cualquier frase dicha de esta naturaleza ocasiona inseguridad y miedo al mundo. Cada amenaza provoca diferentes reacciones tanto en su niñez como en su vida adulta si no lo sabe superar. Este tipo de oraciones puede incitar a que tu hijo desde pequeño no quiera ser padre de familia porque ya le repetiste varias veces que le va ir muy mal cuando lo sea y difícilmente va a querer arriesgarse, y si llegara a suceder se le va a ser ´normal´ que sus hijos lo sobajen, o incluso puede buscar eso.

4. ¡Te maldigo!

Los niños en general suelen ser muy inquietos pero por más traviesos que puedan ser no te permitas maldecirlo de ninguna forma. Lo que tú como madre le digas a tu hijo en los primeros años de su vida va a marcarlos para siempre y aunque no lo recuerde su conciente tal cual se lo dijiste , y el subconsciente siempre lo va a recordar porque eres su madre y en esos años solo existían sus padres como centro de todo. Maldecir a tu hijo es una agresión verbal muy fuerte que le va a poner la autoestima hasta por los suelos y es muy difícil que lo pueda sobrellevar, lo que causará que te guarde un fuerte rencor y se sienta una persona desagradable, molesta…´mala´.

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5. ¡No me abraces tanto, eres muy meloso!

¡Cuidado mamá! Si estas rechazando las demostraciones de cariño que ofrece tu propia hija no tienes una idea de cuanto la estas afectando emocionalmente. El niño puede tener dos reacciones: puede no ser muy afectivo con las personas a su alrededor o siempre va a buscar ese cariño que tú no le quisiste dar. No es común que pase esto porque se supone que la razón por la que se decide tener hijos es porque los deseas, es más los , amas incluso antes de que nazcan.

La infancia es sin duda una de las etapas más importantes que puede tener un niño, por ello es muy importante cuidar lo que dices y haces, si es que quieres formar a un hijo y hacerlo feliz , y como recita un proverbio chino “la vida de un niño es como un trozo de papel en el que todos los que pasan dejan una señal”.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.