8 maneras fáciles de mantener feliz a tu esposa
Es más fácil de lo que crees. Lee aquí diez maneras sencillas y prácticas para que tu mujer sea feliz. ¡Ganará toda la familia!
Marilú Ochoa Méndez
Me encontré hace días en YouTube un video muy simpático de un sacerdote, que en una conferencia sobre matrimonio afirma que para hacer feliz a un hombre se requieren dos cosas: intimidad y comida. En cambio, para mantener feliz a una mujer solamente se necesita ser amigo, compañero, amante, hermano… padre, maestro mecánico (y la lista sigue y sigue).
Esto refleja de manera chusca cómo muchas veces para el hombre es frustrante entender el mundo femenino. Y es una realidad que veces las mujeres no se las ponemos fácil. Entre los normales cambios de humor y nuestro natural activo que nos hace estar sumergidas en mil y un cosas, logran que seamos un completo misterio para el hombre, quien pide a gritos claridad, sencillez y practicidad.
¡Claro que desean vernos felices!
Los hombres, como las mujeres, queremos hacer feliz a nuestra pareja, y desafortunadamente, en el camino nos dejamos atorar por obstáculos que parecen sencillos y pequeños pero que se convierten en grandes lastres que nos atoran. ¿A qué me refiero? A la falta de comunicación, al resentimiento, a la poca claridad al hablar, a la falta de atención, a los mensajes ocultos en una palabra agria, al típico “no me pasa nada” dicho con cara incómoda y mirada asesina.
¿Cómo desenmarañar esto para conseguir hacer feliz a tu esposa? ¿Cómo desdoblarnos como mujeres para ser un libro abierto donde nuestro querido esposo pueda volcar su amor?
1. Comprende que es distinta
Esta es la base para una convivencia armónica. Ella es muy distinta a ti, piensa y organiza sus ideas de una forma muy diferente a ti. Percibe lo que dices de una manera confusamente distinta a como lo expresaste. ¡Es normal! No desesperes. Cuando te frustres por sentir que vienen de mundos distintos, da un respiro y utiliza el siempre útil y hermoso lenguaje del amor: comunicación asertiva, clara, cariñosa y abierta. No te canses de hacerle ver algo que a ti te parece obvio. Si no lo ve, no es por molestarte o hacerte la vida difícil, simplemente es distinta.
2. Escúchala
Para tu mujer, tener en ti un interlocutor dispuesto y sereno es reconfortante. Sin embargo, es importante que recuerdes que ella no quiere que le resuelvas la vida, quiere sentir empatía. Así que procura morderte un poco la lengua cuando tu naturaleza práctica te indique la mejor forma de solucionar todos sus problemas y mírala, necesita que cubras su vulnerabilidad con calidez.
3. Se gana más con miel que con hiel
A veces los hombres están llenos de ímpetu, y entran en conflicto ante la naturaleza tranquila de las mujeres. Es importante que procures siempre mantener una actitud paciente. Procura ser suave, aunque hiervas por dentro. Tu autodominio y un trato siempre considerado hacia ella le darán la seguridad con la que florecerá y llenará tu vida de su perfume hogareño y detallista. Hazla sentir segura y trátala siempre con delicadeza.
4. Reconócela y ensálzala, especialmente frente a tus hijos
Hace meses leía una supuesta carta que escribía Brad Pitt sobre su esposa Angelina, en la que afirmaba que ella logró superar una crisis personal gracias al amor incondicional y desinteresado que su esposo le brindó cuando más mal se encontraba. Es probable que no seas consciente de lo que tu aprobación y cariño significan para ella, y especialmente, para tus hijos, así que procura siempre tener palabras de reconocimiento que la ayuden a ver todo lo que sí hace y a esforzarse por hacer mejor lo que le cuesta.
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5. Perdónala
Perdónala, perdónense. La vida matrimonial es un ejercicio grande de humildad, donde ambos deben poner por encima la vida juntos a los orgullos personales. Verás lo que descansa tu corazón si procuras perdonar de corazón los fallos que ella tiene.
Relee: El orgullo es el veneno de cualquier relación.
6. Valora y agradece su salud, sus fallas y su comida quemada
Procura tener perspectiva y mirar con sabiduría lo que vives en el día a día. Los momentos que hoy te pueden incomodar, te gritan que tu pareja está viva, que está junto a ti, que tiene a veces buenos o malos días, y que debes aprovecharla al máximo. Esfuérzate por reconocer su intención siempre presente de darte lo mejor.
7. Reinicia la “campaña”
En mi círculo de amigos cuentan el chiste de que los noviazgos son dulces y llenos de detalles y emociones por parte de los hombres porque “están en campaña”, pero que al casarse, “sueltan el cuerpo” o se desentienden de procurar atenciones porque ya “ganaron la elección”. ¡No “sueltes el cuerpo”! Deben tanto tu esposa como tú mantener atenciones románticas y especiales para llenar su “saco” emocional, verás qué grandes frutos se obtienen del esfuerzo cotidiano por sorprenderse y hacer crecer su amor.
8. Ora por ella
Lo que no logras acordar con ella, lo que te duele, lo que te lastima o te frustra, y también lo que te hace feliz, lo que te hace sentirte afortunado y lleno de vida, ¡todo!, llévatelo a la oración, da gracias pero también pide mucho a Dios que la ayude a ser mejor, más paciente, más amorosa y más cercana a Él.
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El amor, crece y se ensancha cuando se da. Esta inversión es maravillosa, porque harás feliz a tu esposa y en el camino, encontrarás plenitud y felicidad también tú. ¡Felicidades por darte la oportunidad de aumentar la felicidad de tu esposa! Seguro lo lograrás.