8 secretos revelados por mujeres delgadas para evitar engordar y que te cambiarán la vida

Contar calorías no es uno de ellos. Algunos consejos te sorprenderán

Fernanda Gonzalez Casafús

¿Cómo hacen para mantener esa figura? Es lo que muchas mujeres preguntan cuando ven a algunas mujeres delgadas que nunca suben de peso y se mantienen en forma. Es que, en verdad, hay unos cuantos secretos y consejos a tener en cuenta en la búsqueda del peso ideal.

No se trata meramente de una cuestión estética. La obesidad hace estragos en la salud, por lo que mantener una dieta saludable es beneficioso en todo sentido. No se trata de nunca darnos el gusto de ese pastel que nos gusta o de negarnos a probar bocado en un banquete, pues la vida es una sola y hay que diafrutarla. Pero sí debemos seguir una cierta conducta alimenticia que haga que nuestro organismo asimile los alimentos de la menor manera para sentirnos cada día con más energía y llevar una vida plena y saludable.

De acuerdo al sitio Healthista, Sue Peckham, cocreadora del programa “Perder peso en 12 semanas”, basado en la hipnoterapia, revela que existen algunos hábitos que las mujeres delgadas siguen y que no les permiten engordar de más. Ella misma cuenta que pasó años intentando perder peso, a veces lo lograba y a veces no, pero someterse a dietas estrictas sólo hacía que volviera a ganar peso enseguida.

Sue era una hipnoterapeuta que quería ayudar a los demás a perder peso pero no podía lograrlo con ella misma. Pero luego, ella y su compañero James comenzaron a crear a conciencia un plan que la ayudaría a descender de peso definitivamente, con la ayuda de su especialidad, la hipnosis.

Un dato revelador

“A medida que estudiamos el comportamiento de las personas naturalmente delgadas, comenzamos a notar que éstas no comen alimentos “dietéticos”. Las únicas personas que notamos en el supermercado con un carrito lleno de alimentos dietéticos procesados ​​y de marca eran personas con sobrepeso. Las personas naturalmente delgadas tenían comida real en sus carritos”, dijo Sue, quien admitió que observar y estudiar el comportamiento de las personas delgadas hizo que llegaran a crear un plan efectivo.

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También Sue y James notaron que el lenguaje que las personas con sobrepeso usaban era muy negativo, y desde el entrenamiento como hipnoterapeutas, sabían que cambiar este lenguaje era fundamental para cambiar la relación con los alimentos y para que se volvieran naturalmente más delgados.

Así, en los nueve meses y medio que siguieron, comenzaron a copiar lo que las personas naturalmente delgadas estaban haciendo. De ese modo Sue llegó a bajar cuatro tallas de vestido, de un tamaño 16 a 10. Ahora, la joven quiere compartir estos hábitos que a ella le cambiaron la vida, para que a todas las personas también le cambie la suya.

8 hábitos

  1. Saber que las dietas no funcionan a largo plazo

En cierta forma, no son muchas las personas que pueden mantener una dieta estricta durante mucho tiempo. Y luego de la misma, son muchas las personas que vuelven a ganar peso. Las principales compañías de pérdida de peso admiten que los estudios muestran que alrededor del 85% de las personas que adelgazan con una dieta volverán a ganar todo ese peso. Lejos de ser útil para perder peso a largo plazo, la dieta puede ser la causa de que las mujeres con problemas de pérdida de peso queden con sobrepeso.

El efecto “rebote” es conocido por muchas mujeres que han vuelto a engordar después de una dieta. Y eso sucede porque el cuerpo se ve de repente privado de muchas calorías que antes tenía, y cuando la persona vuelve a comer normalmente como antes, y rompe esa dieta estricta, el cuerpo intenta guardar al máximo las calorías, por si vuelve a suceder un “desabastecimiento” energético. Por lo tanto, las personas delgadas saben que lo mejor es seguir hábitos de vida saludables, y no una dieta estricta.

  1. Confiar en una misma de forma intuitiva

Parece una frase hecha, pero lo cierto es que las personas delgadas saben qué comer y cuánto comer. Sue advierte que con el fin de deshacerse de la mentalidad de dieta y establecer el comportamiento de una mujer delgada natural, también una persona debe alejarse del entorno de dieta misma. Es decir, dejar de pensar todo el día en las calorías y en no salirse de la dieta, sino empezar a comer de forma saludable pero natural, sin mirar tanto la etiqueta de los productos dietéticos, sino elegir naturalmente aquellos que sean sanos. De a poco, esta actitud irá formando parte de su vida.

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  1. No depender de ayuda externa

Hay personas que no pueden bajar de peso si no van a un dietista o si no se asesoran y acompañan con profesionales y amigos que los apoyen. Sin embargo, las personas naturalmente delgadas no necesitan de otras personas que les digan qué comer y cuándo comer. “Hacer dieta” es una forma negativa y restrictiva de comer que hace que uno sienta que no puede controlar su relación con la comida sin ayuda externa. Dice Sue: “Puedo prometerte esto, nadie más que tú realmente sabe cuánta comida necesitas comer en un momento dado o qué tipo de comida es la adecuada para ti. Lo sabes instintivamente, pero tienes que darte un respiro y dejar que ello suceda”

  1. Comer hasta no tener hambre

Es fundamental preguntarse si se tiene hambre antes de comer cualquier cosa. Presta atención a tu cuerpo y concéntrate en si realmente tienes hambre antes de decidir comer y deja de comer cuando ya no tengas hambre. Muy pronto verás que puedes reducir el tamaño de las porciones de forma natural sin ningún tipo de control externo.

  1. Comer lo que quieren cuando lo deseas

No hablamos de un trozo de pastel, una hamburguesa y una gaseosa. Dentro de lo que es comida saludable, no está mal comer lo que desees y cuando lo deseas. Las dietas brindan listas de permitidos y no permitidos que ùeden hacer que uno se obsesione con ciertos alimentos. Estas restricciones pueden conducir a deficiencias de nutrientes y privaciones, así como a una relación poco saludable con la comida. Las mujeres naturalmente delgadas comen lo que quieren pero sólo cuando sienten hambre física.

  1. Escuchar el cuerpo

Formularse estas rápidas preguntas antes de comer pueden ayudar a mejorar la relación con los alimentos y convertirse en una mujer naturalmente delgada: ¿Estoy físicamente hambrienta? ¿Es ésto lo que realmente quiero comer? ¿Esta comida me ayudará a ser más delgado y saludable? ¿Cómo me sentiré después de haber comido esto? ¿Comer este alimento me ayudará a sentirme lleno de energía y satisfecho, o demasiado lleno y perezoso? De a poco, y a conciencia, podremos notar la diferencia entre comer por hambre o por aburrimiento.

  1. Amar y aceptar nuestro cuerpo

Hacer dieta es indicador de que no nos gustamos tal como somos y que queremos cambiar drásticamente y de manera rápida nuestro aspecto. Las personas naturalmente delgadas se aman tal como son y cuidan de sus cuerpos de forma natural y conciente. “A partir de hoy, cambiarás tu relación con la comida porque te amas y mereces poner el mejor combustible posible en tu cuerpo. Ha llegado el momento de ponerte primero y cuidarte a ti mismo”, dice la especialista

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  1. No pesarse a todo momento

Las personas delgadas naturalmente no se obsesionan con la balanza, pues lo único que les importa es sentirse bien con la ropa y que les quede cómoda.Pesarse constantemente puede tener un efecto negativo ya que su peso podría estar fluctuando por muchas razones diferentes, y eso puede ser frustrante. Si la ropa te sienta bien y te ves bien en ella, ¿qué importan lo que digan unos números de más o de menos?

Implementar estos consejos pueden ser una buena solución para lograr hábitos de vida más saludables. Lo fundamental empieza por amarnos tal cual somos y elegir cuidar nuestra salud. Y tú ¿tienes algún hábito para evitar engordar?

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.