Esta madre no le enseña a su hijo a compartir; su razón se ha vuelto viral

A ningún niño le gusta compartir sus cosas. Esta madre ha revolucionado las redes con su motivo por el cual no enseña a su hijo a compartir.

Fernanda Gonzalez Casafús

Situación corriente: tu niño juega en el parque, otro niño se le acerca y quiere tomar uno de sus juguetes. Tu hijo no quiere prestarlo. Tú le dices “debes compartir tus juguetes con el nene”. Pero, ¿te has preguntado por qué debe hacerlo? ¿Tú prestarías tu auto a cualquier adulto que se acerca en la calle y te lo pide?. Una madre hizo viral su posteo en facebook acerca de la enseñanza de compartir en los niños y su pensamiento puede transformar tus ideas.

Alanya Kolberg es una madre sensata que está decidida a criar un hijo independiente y seguro de sí mismo. Al menos así deja entrever en el extenso posteo de facebook el cual tituló “Mi niño no tiene que compartir con el tuyo“. A simple vista parece egoísta y desenfadado; sin embargo sus motivos son válidos y te harán replantear la forma en la que enseñamos a nuestros hijos algunas pautas pre-establecidas.

“Puedes decirle que no”

Esta madre compartió una carta en la que explica por qué no le enseña a su hijo a compartir. Ella se planteó la verdadera enseñanza que dejaba el hecho de que su hijo debiera compartir sus cosas con extraños, así porque sí, simplemente porque el otro la estaba pidiendo. Para entender mejor su postura basta con leer su posteo completo:

“MI NIÑO NO TIENE QUE COMPARTIR CON EL TUYO”

Tan pronto como entramos en el parque, Carson fue abordado por al menos 6 niños, de una vez exigiendo que él comparta su Transformers, su figura de Minecraft, y el camión. Estaba visiblemente abrumado y se aferraba a su pecho cuando los muchachos los alcanzaron. Él me miró. “-Puedes decirles que no, Carson” -dije-. -“Diles que no, no tienes que decir nada más”.

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Por supuesto, tan pronto como él dijo que no, los muchachos corrieron a mí diciendo que él no estaba compartiendo. Yo dije: “Él no tiene que compartir contigo, dijo que no, si quiere compartir, lo hará”. Eso me dio algunas miradas feas de otros padres. Aquí está la cosa sin embargo: Si yo, un adulto, entro al parque comiendo un sándwich, ¿tengo que compartir mi sándwich con extraños en el parque? ¡No!

¿Algún adulto bien educado, un extraño, sacarían para servirse de mi sándwich y se enojaría si lo sacara? No, otra vez. Así que en realidad, mientras me estás dando una mirada fea, presumiblemente pensando que mi hijo y yo somos groseros, ¿quién tiene malos modales aquí? ¿La persona renuente a regalar sus 3 juguetes a 6 extraños, o los 6 desconocidos que exigen que se les dé algo que no les pertenece, incluso cuando el dueño está obviamente incómodo?

El objetivo es enseñar a nuestros niños cómo funcionar como adultos

Aunque conozco a algunos adultos que claramente nunca aprendieron a compartir como niños, sé mucho más quién no sabe cómo decir no a la gente, o cómo establecer límites, o cómo practicar el autocuidado. Yo incluida. En cualquier caso, Carson sólo traía los juguetes para compartir con la hija de mi amiga, con quien nos reuníamos en el parque.

La próxima vez que tu hijo corra a ti, molesto que otro niño no está compartiendo, por favor recuerda que no vivimos en un mundo en el que es propicio renunciar a todo lo que tienes sólo porque otro, y esto va a enseñar a mi hijo que esa no es la forma en que funciona”.

Una visión diferente

Cada madre y padre tiene motivos válidos para enseñar modales y valores a sus hijos. Esta madre eligió enseñar a su hijo que el mundo es otra cosa más allá de las meras palabras. Yo creo que su forma de enseñar tiene que ver con una lección del mundo real. No se trata de enseñar a tu hijo a ser egoísta sino más bien a valorar sus cosas, a cuidar sus pertenencias y a relacionarse desde otra perspectiva.

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Cuando dejas que otro niño le quite el juguete a tu hijo sólo para ser un “buen niño que comparte”, le estás enseñando a tu hijo a renunciar fácilmente a sus cosas, a no luchar por lo que quiere, y a que si el otro lo quiere puede obtenerlo cuando quiere y como quiere a costas de su sufrimiento.

La Dra. Laura Markham, autora del libro Peaceful parent, Happy Siblings (Padre tranquilo, hermanos felices) dice en un artículo publicado en el blog “Mamámbablog“, “Todos estamos de acuerdo en que el objetivo es que nuestros hijos se conviertan en personas generosas que sean capaces de entender y responder a las necesidades de otros”. Los niños aprenden a ser capaces de cubrir sus propias necesidades que incluyen trabajar y jugar en sus comunidades. No queremos que nuestros hijos tengan la sensación de que deben interrumpir lo que están haciendo para darle algo a otro niño solo porque el otro se lo pide”

Se trata de brindar herramientas para que los niños se sientan seguros de gestionar este tipo de situaciones. Es decir, si tu niño está jugando y otro quiere quitarle su juguete, sería bueno enseñarle a tu hijo cómo gestionar ese momento y qué debe hacer en ese caso. Si lo quiere prestar está muy bien, pero si no lo quiere prestar aún, tampoco está mal.

Opiniones en contra y a favor

Claro que, como mencionaba antes, no enseñar a tu hijo a compartir puede sonar muy feo y egoísta. Sin embargo, el posteo de esta madre generó muchas opiniones a favor, y otras tantas en contra. Es entendible ese deseo de querer darle a los niños todo lo que piden, pero es sano enseñarle que existen tiempos que esperar, turnos que respetar y deseos que considerar.

Enseñarle a un niño a compartir con su hermano, con su amigo de siempre, está más que bien. Pero considero que la opinión de esta madre es válida en tanto habla de dejar que el niño elija si quiere compartir o no sus cosas con un extraño. y a tí ¿qué te ha parecido la opinión de esta madre?

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.