Tuvieron una hija juntos pero SIN conocerse; un año más tarde lo que el destino les tenía guardado supera la mejor película de amor

Con 42 años, sola y habiendo perdido a sus dos hijos, ella decidió ser madre con un completo desconocido.

Mariel Reimann

Aminah es una mujer que ha vivido varios momentos trágicos durante su vida. Su primer hijo murió a los cuatro meses de haber nacido. Su segundo hijo también falleció a los 14 meses, a causa de una rara enfermedad genética. La causante de esta enfermedad era Aminah. Aunque sus dos hijos eran de padres diferentes después de lo sucedido ninguna relación perduró.

La decisión que cambiaría su vida

El sitio Newsner nos narra que a los 42 años Aminah se encontraba soltera y sin hijos. Toda su vida había soñado con tener hijos y no se imaginaba un futuro sin ellos, por lo que decidió tomar una gran decisión y volverse a embarazar. Para lograrlo decidió buscar un donador de esperma, para hacer su último intento. Al final todo salió bien, y Aminah logró dar a luz a una niña de nombre Leila, la cual nació sana y salva.

Aminah Hart, de Australia, luego de ser convencida por su madre, Helen, decidió darse una última oportunidad de localizar al donante de esperma y al padre biológico de su hija.

A través del uso de una aplicación, esta madre descubrió que Scott Anderson, el donante al quien Aminah había seleccionado con tanto cuidado, había incluido en su perfil su permiso para ser contactado por la madre de los hijos biológicos que nacieran.

Aminah lo conoció y una relación mágica surgió entre los dos

A muy poco tiempo de conocerse, Scott y Aminah se hicieron amigos. Luego de haberse encontrado en varias oportunidades, los dos se hicieron una confesión que cambiaría sus vidas.

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“Ambos tenían sentimientos por el otro”

Ella se sentía alivida por ser madre, pero mal por no darle un padre a su hija

Aminah dijo en una entrevista reportada por el Daily Mail que luego de que su hija naciera sana y pesando 3.9 kilogramos, ella se sentía “aliviada por haber podido ser madre, pero no se sentía bien ante la realidad de que su hija crecería sin un padre, ya que ella había vivido en carne propia lo que se siente crecer sin un papá”.

Pero Anderson, cambiaría ese destino, aún cuando ella ni lo sospechaba.

“Fue a comprar leche con Leila”, pero regresó con mucho más que eso

Según lo relata Aminah, Scott había salido a comprar leche con su hija Leila, pero regresó con la leche y un anillo de compromiso con el que sellaría el amor que sentía por ella y por su hermosa familia.

Doce meses más tarde se juraron amor

En una boda sencilla y con la presencia de sus seres queridos y amigos, estas dos almas gemelas que tuvieron una hija antes de conocerse, se convirtieron en una familia que no es otra cosa que el testimonio viviente de que el amor existe y que llega cuando y de donde menos lo esperas.

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Aminah comentó como su pequeña hija, a pesar de la cercana relación que tenía con su padre, ella seguía muy apegada a su mamá. “Mamá, no puedes casarte”, le dijo Leyla a su mamá. Pero con el tiempo y los preparativos de la boda, como la mayoría de nosotras las mujeres, Leyla decidió compartir a su mamá con su padre.

“Me sentí como al comienzo de algo increíblemente hermoso”

Luego de tanta tragedia en su vida, de haber crecido sin un padre, de haber perdido a sus dos hijos y no haber conocido el verdadero amor, de donde menos lo esperaba surgió lo que Aminah describe como el “comienzo de algo increíblemente hermoso”.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.