Un país de duelo tras el tiroteo en una escuela en la que uno de los alumnos perdió la vida y tres resultaron heridos; los implicados eran mejores amigos

El tirador había dado señales. Algunos chicos pensaban que sólo se trataba de un simulacro.

Fernanda Gonzalez Casafús

Eran mejores amigos. Pero un enfrentamiento y una discusión entre ellos terminó con la vida de uno. Cuando comenzó la balacera en la escuela los estudiantes buscaron refugio, pero algunos no pudieron escapar. Fueron tres armas las implicadas en el hecho, y dos jóvenes que no supieron arreglar el pleito sin recurrir a la violencia extrema. Como resultado, un adolescente murió y tres resultaron con heridas de bala.

En Estados Unidos las balaceras en las escuelas secundarias viene siendo algo habitual. Esta vez le tocó a la escuela secundaria Freeman Rockford, al sur de Spokane, Washington, cuando un estudiante de segundo año llegó al inicio de las clases del miércoles y abrió fuego, según el diario Spokesman. El hecho sucedió en el segundo piso de la escuela, justo afuera del aula de biología.

Dos amigos enfrentados

Quien inició el fuego fue identificado como Caleb Sharpe, de acuerdo a los testigos del lugar. De acuerdo a CBS News, Caleb entró en la escuela armado con dos pistolas. Entonces, sacó la primer arma y trató de disparar, pero ésta se atascó. Entonces, otro estudiante llamado Sam Strahan -quien también portaba un arma- lo confrontó. A modo de defensa, Caleb sacó una segunda arma que llevaba guardada y le disparó a Sam, causándole la muerte en el acto. Algunos compañeros y familiares de Sam Straham dijeron a la policía que era muy amigo de Caleb, quien inicialmente abrió el fuego.

Una familia devastada por dos muertes

El joven abatido a manos del tirador, había perdido hacía pocas semanas a su padre en un trágico accidente, según Spokesman. La familia está conmocionada. Una amiga de la familia dijo que Sam era “un alma increíble” y que fue “un verdadero héroe”

Otro amigo describió a Sam como un joven muy divertido y que había sido profundamente devastado por la muerte de su padre en junio. Sin embargo, todos se mostraron sorprendidos cuando sacó el arma y confrontó a Caleb. Este acto “heróico” para muchos, le costó su propia vida.

Advertisement

Correr para salvarse

Una estudiante dijo que la escuela acababa de practicar un simulacro de bloqueo el día anterior, y algunos estudiantes al principio pensaron que la situación era un ejercicio de esos. Sin embargo, cuando vieron a algunos compañeros con sangre y el rostro de temor y estupefacción en muchos de ellos, todos se dieron cuenta de que lo que estaba pasando era realmente serio.

Uno de los profesores fue quien realizó las maniobras de primeros auxilios en una de las alumnas que recibió uno de los disparos en el abdomen, ayudando a la joven a presionar fuertemente sobre la herida para no perder demasiada sangre, hasta que llegaran las ambulancias. Los tres jóvenes heridos se encuentran hospitalizados pero fuera de peligro.

Las clases han sido canceladas en casi todas las escuelas de la zona y la comunidad se encuentra profundamente conmovida.

El tirador había dado señales

Los expertos aseguran que los adolescentes que realizan este tipo de hechos casi siempre dan señales. La dificultad está en reconocerlas. Las señales suelen ser sutiles y hasta muchas veces invisibles. Sin embargo, otras veces, los tiradores avisan, como fue el caso de Caleb Sharper. Según CBS, una estudiante de 15 años relató que Caleb había llevado notas a comienzo de año a la escuela diciendo que “podía llegar a ser asesinado o encarcelado”. Asimismo, algunos estudiantes aseguraron haberlo visto llegar con una bolsa de lona donde llevaba sus armas.

Un compañero dijo que Caleb recientemente se había obsesionado con los documentales escolares, y su cuenta de YouTube lo muestra al tirador y sus amigos actuando escenarios violentos con réplicas de armas. Semanas antes, Caleb había escrito notas a algunos de sus amigos indicando que planeaba hacer “algo estúpido”, dijo el compañero. No estaban seguros si las notas debían tomarse en serio, pero le pasaron una de las notas a un consejero estudiantil. Sin embargo, no fue suficiente.

Advertisement

Rechazo e intimidación: las claves de la tragedia

Cuando ocurren estos hechos mucha gente se pregunta cómo pueden acontecer estas situaciones en una escuela. Muchos otros piden a gritos que se pongan detectores de metales en las entradas en las escuelas. Y la mayoría lucha para que la contención en los establecimientos educativos sea profunda y a conciencia para moderar y comprender el ánimo e intenciones de los posibles tiradores.

Según un artículo publicado por CNN, el rechazo, el aislamiento y la intimidación son algunos factores de riesgo entre los tiradores en las escuelas. Según Jack Levin, profesor de Sociología y Criminología en la Universidad Northeastern en Boston, Estados Unidos. “Pueden ser solitarios, extraños, estar enojados y tener acceso a armas de fuego, pero no necesariamente hagan daño”. Es decir, son factores determinantes pero significa que no siempre quienes se sienten humillados o rechazados vayan a cometer un acto de matanza. Sin embargo, el especialista sostiene que “a menudo, el asesino experimenta tensión crónica, depresión o frustración durante un largo periodo, y usualmente tienen antecedentes escolares de ser molestados, acosados e ignorados”

Signos a tener en cuenta

El profesor Levin advierte que existen algunos síntomas que pueden revelan los posibles tiradores escolares:

  • Depresión

  • Enojo por sentimientos de rechazo y exclusión

    Advertisement
  • Algún problema de salud mental

  • Sentirse solo y no comprendido

  • Carecen de apoyo social y familiar

  • Pueden haber experimentado una pérdida reciente (algún familiar, la novia, el trabajo)

  • Acceso a las armas y obsesión por ellas

    Advertisement

Es menester hacer hincapié en la importancia de estos síntomas, más si tenemos en cuenta que en la matanza de Columbia en 1999, uno de los tiradores había estado luchando severamente contra la depresión antes de matar a 13 personas y suicidarse posteriormente

Intervenir a tiempo

Según los especialistas, la intervención temprana es fundamental para que la tragedia no llegue a desatarse. Cuando un adolescente da señales todo el aparato escolar debe estar alerta para frenar cualquier tipo de acto violento. Muchas matanzas escolares podrían haber sido evitadas si las instituciones pondrían más énfasis en los programas de contención al estudiante, así como la promulgación y cumplimiento de las leyes antibullying.

Frenar el bullying es un paso preventivo y no menor a la hora de terminar con estos actos de violencia que arrebataron decenas de vidas en las escuelas en las últimas décadas, para que los niños y adolescentes puedan encontrar en la escuela un espacio de contención, y no de miedo y temor.

Toma un momento para compartir ...

Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.