4 cosas que debes hacerle a tu pareja esta noche si quieres amanecer con la SONRISA más grande de tu vida
Mañana nos cuentas.
Mariel Reimann
Todo los bueno en la vida parece requerir de una cierta cantidad de esfuerzo. Mantenerse delgado, tener un buen trabajo, recibirte, mantener tu salud, y por supuesto, el amor no es una excepción.
Nos casamos tan ilusionados, que estamos seguros que pase lo que pase, nada cambiará lo que sentimos en ese momento, sin embargo, cuando el tiempo y la vida nos pasan por encima, sentir lo mismo que al principio, se hace cuesta arriba.
Todo aún está allí en tu corazón y en el de él (pero está dormido)
El amor es exactamente como ese mueble nuevo, o ese adorno que tanto querías, o aquel perfume o vestido para el que ahorraste tanto. Cuando los tienes, no puedes creer que lo has conseguido, pero cuanto más lo usas, más se desgasta y menos te atrae.
Sin embargo, lo que tanto amabas de eso que alguna vez te volvió loca, está allí, debajo del polvo, de los lavados, de los usos, de los colores desteñidos. Sólo debes despertarlo.
1. Sorpréndelo esta noche dándole las gracias por lo más INSÓLITO
Según los expertos el agradecerle a nuestra pareja por algo que nadie más notaría, sino sólo alguien que lo ama, llama la atención de una forma impredecible.
No le agradezca por sacar la basura o por haberte ayudado con los niños. Dedica un poco de tu tiempo a pensar en esas cosas que a lo mejor a cualquier otra persona le parecería tontas, pero NO a ti, por que tú lo amas.
Por dejar que tú te bañes primero, calentarte el lugar en la cama cuando hace frío, por esperar a que tú comiences a comer para recién él hacerlo, por nunca olvidarse de decirte buenas noches.
Agradécele por algo que lo sorprenda, por algo que él hace por ti, pero que no se imagina que tú lo notas.
2. Confiésale una fantasía (la más descabellada que tenags)
Todos tenemos fantasías, y no estoy hablando de las sexuales solamente. Todos imaginamos cosas que nos gustaría hacer, o vivir. Sin embargo, no siempre las compartimos. Es más, muchos de nosotros, morimos sin haberlas vivido o comentado.
Piensa en ustedes dos y confiésale lo que más te gustaría hacer con él. Recuerda que cuanto más loco te suene a ti, más le llamará la atención a él, y más cerca se sentirá de ti.
En el amor, lo que nos une y nos hace indestructible, es la complicidad. Son esos retos que nos ponemos juntos, son esos límites que rompemos de la mano, son esos saltos al vacío que damos como pareja mientras no paramos de reír al caer.
3. Cuando menos se lo espere, bésalo como si fuera la última vez
Nuestra mente es extraña. No prestamos atención a lo que tenemos; nos enfocamos en lo que nos falta o en lo que tememos perder.
Si supieras que es el último beso que vas a poder darle, sería el beso más dulce e inolvidable de tu vida. Aunque te parezca un tanto “macabro” hacer esto, sólo hazlo por esta noche. Besa al amor de tu vida como si tu vida dependiera de ese beso.
4. Sostén su mano (o rosa su mano) hasta que te quedes dormida
Si ya le diste el beso, podría jugar lo que sea que muy probablemente esta noche la van a pasar muy bien juntos. Pero tengan o no tengan intimidad esta noche, has el último paso, tómale la mano hasta que tus ojos se pierdan en el sueño.
¿Qué pasará mañana?
Mañana lo amarás más que hoy, el polvo que cubría la belleza del amor que los une, comenzó a disiparse. La neblina que empañaba los recuerdos y los sentimientos que un día te enamoraron perdidamente de él, comienzan a dejarte recordar que aún él está allí, que aún es tu príncipe azul y que cuando te olvides de valorar lo que tienes, sólo debes imaginarte qué sucedería si ya no lo tuvieras.
Los estudios señalan que la mayoría de las parejas terminan por aburrimiento o por haber olvidado qué es lo que los unió en primer lugar.
Él se sentirá más cerca de ti.
Has demostrado tu agradecimiento en algo que él no esperaba que notaras, has confiado en él un secreto y te has convertido en su cómplice, lo has besado con el alma, y te has quedado dormida sintiéndote suya.
Ahora… sonríe.
Mariel Reimann
Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.
