9 “datos” que todo adolescente debe saber acerca de la vida

A veces estamos solos y otras veces tenemos la sabiduría de los padres para soportar las duras enseñanzas de la adolescencia.

Erika Patricia Otero

Todos sabemos que la adolescencia es una de las etapas más difíciles de la vida. En esta época, las personas no solo pasamos por estos cambios físicos, sino también a nivel mental y emocional. Esto implica una confusión generalizada porque “estamos buscando nuestro lugar en el mundo”.

Otro aspecto interesante de la adolescencia es ese constante “roce” de opiniones con los padres. Esta situación hace que los jóvenes se muestren bastante rebeldes. A pesar de esto, los padres deben hacer lo posible para tener una relación de confianza con sus hijos. Para lograrlo, lo mejor es que hablen con franqueza de los temas en los que sus hijos tengan curiosidad.

Los adolescentes tienen múltiples temas que les generan curiosidad. El asunto es que si no encuentran respuestas en casa, van a buscarlas en sus amigos. Esto puede ser bueno o malo según el tipo de amigos que tengan. Sin embargo, siempre es mejor que esa información la reciban en casa y de manos de sus padres.

Al respecto tengo buenos recuerdos de mis padres. Mi hermana y yo jamás tuvimos que recurrir a amigos para saciar nuestra curiosidad. Nuestros padres siempre fueron francos con nosotras en temas que a otros adolescentes sus padres jamás les hablaron; esto es algo que hasta el día de hoy agradezco de todo corazón. Ahora bien, si obtuvimos otro tipo de conocimientos, fue más por conversaciones aleatorias y propia curiosidad.

El punto es que hay muchos temas que los adolescentes deben conocer antes de llegar a la adultez. Este conocimiento les dará el poder para no cometer errores por ignorancia; además, les dará la fuerza para levantarse si se equivocan su camino.

¿Qué debe saber todo adolescente a los 15 años?

1 La percepción de la vida

Un adolescente debe saber que la vida es tan justa e injusta como esté dispuesta a comprenderla.

Desde mi punto de vista la vida es justa. Sé que hay personas que creen que la vida no es justa, pero pensar así suele ser un error. Esto es algo de lo que pocos adultos nos damos cuenta al madurar.

Muchos adolescentes pueden sentir que no merecen pasar por tantas cosas difíciles; si alguien lo sabe de primera mano soy yo. Por años pensé que la vida “apestaba”. Luego me di cuenta que si yo cambiaba, las cosas a mi alrededor iban a cambiar. Esto me ayudó a ver la vida como una serie de acontecimientos que cambian según la actitud con que se enfrenten. Aprender esto toma tiempo, pero sana muchas heridas.

2 Vive para ti

Tristemente, no todas las personas que te rodean se interesan por cómo te sientes; muchos de ellos solo esperan que cumplas sus expectativas, sin importar si eres o no feliz.

Aun así, si eres adolescente y estás leyendo esto, ten presente esto: no cometas el error de cumplir los sueños de otros. Haz realidad los tuyos propios si sabes que ese es el camino correcto. En última instancia al final de tus días solo te tendrás a ti mismo. Escucha los consejos de personas más sabias y halla tu propia opinión.

3 Amor propio

Muchas de las personas que encontrarás en tu camino no piensan en cómo te sientes contigo mismo. Es más, a veces son crueles porque pueden y quieren serlo. Debes hacerte fuerte y aprender a amarte porque esta etapa no es algo que acaba al hacerse mayor; es más, tiende a empeorar con el tiempo.

4 Los “más fuertes” querrán ir por ti

Y esto no se queda rezagado solo para la adolescencia.

Créeme que “aprovechados” vas a encontrar tanto en la escuela, en la universidad y en el trabajo. Acá lo importante es que te demuestres a ti mismo qué tan resistente eres a esos ataques.

Recuerda esto: se aprovecharán de ti solo si lo permites. Basta una sola vez que hagas sentir tu fuerza y jamás volverán a molestarte.

5 No temas al fracaso

No le temas al fracaso, los adolescentes a veces se enfrascan en un fracaso como si fuera el fin del mundo.

Mi madre me enseñó que “perder por conocer, no es perder”, esto es algo que jamás olvido. Fracasar es un aprendizaje y parte de la vida. Las caídas te fortalecen y te hacen más sabio y maduro. Cuando aprendes de tus errores, jamás vuelves a “tropezar con la misma piedra”.

6 Sé amable siempre

A tu alrededor hay muchas personas librando duras batallas. A veces solo necesitan una sonrisa o un saludo para tener fuerzas para seguir adelante.

Ser amable no te cuesta nada y puede otorgar un poco de luz a una vida en tinieblas.

7 No le “caerás bien” a todo el mundo, pero ese no es tu problema

Los adolescentes pueden pasarlo mal por esto, sin embargo, esto es algo con lo que todos aprendemos a vivir. Vamos a desagradarle a las personas por cosas que ni sabemos que hicimos. A veces desagradaremos por rumores o falsas impresiones; tú solo vive bien y para ti mismo.

Sé genuino, no engañes y sigue adelante que ese no es tu mayor problema.

8 El amor puede ser doloroso

Para bien o para mal todos llegamos a amar a alguien al menos una vez en la vida. En la adolescencia parece que el mundo se acaba con un amor no correspondido, pero eso pasa rápidamente.

Sí, a veces el amor duele, pero créeme que el amor de verdad, ese que vale la pena, no duele ni hace daño.

Una persona que ama de verdad no busca lastimar a quien ama. Si das con alguien que te lastima, huye tan rápido como puedas; nadie merece vivir un infierno. Un buen amor llega si sabes buscar y elegir a la persona correcta.

9 Pedir ayuda no es de cobardes

No estás solo por mucho que a tu edad lo creas, no lo estás. Puede que no tengas a tus padres; aun así, siempre habrá un adulto o un amigo al cual acudir cuando necesites guía, consuelo, un abrazo o palabra amable.

No sientas vergüenza o miedo; somos humanos y necesitamos encontrar la fuerza para seguir adelante.

Si bien la adolescencia es una etapa crítica en la vida de los seres humanos, también tiene muchas cosas buenas. Es cuestión de hallar buenas amistades y acudir a las personas correctas cuando se necesite guía; así la vida será más placentera de vivir.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.