5 cosas que debes dejar de enseñar a tu hijo varón

Aunque no lo notes, con algunas actitudes podrías estar perjudicando a tu hijo

Fernanda Gonzalez Casafús

“Yo no juego con las nenas” dijo mi hijo de 3 años el otro día cuando su hermana quiso patear la pelota con él. Mi cara se transformó, respiré profundo, y le expliqué que niñas y niños pueden jugar a cualquier cosa; que no existen juegos “de varón” y juegos “de niña”, sino que los juegos son juegos. Mis palabras quedaron resonando en sus oídos, y mi chiquito tomó la pelota e invitó a jugar a su hermana.

De acuerdo a laOrganización Mundial de la Salud, se estima que una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido alguna vez violencia por parte de un hombre. Éste dato pone de manifiesto cuánto debemos enseñar a los hombres del mañana acerca del respeto hacia las personas. Naturalmente, un niño crece con la idea de que ser un hombre fuerte es ser rudo, valiente y líder. Y cuando un niño es sensible o demuestra sus sentimientos se lo tilda de “niñita” usando esta palabra peyorativamente.

El tema es muy profundo, y en las últimas décadas se ha instalado el mismo como política de estado, para concientizar a la población acerca de la violencia ejercida del hombre hacia la mujer que, además de exponerla a una vida miserable, la acerca a la muerte misma. Mientras tanto, desde nuestro lugar de padres, hay muchas cosas que podemos hacer, como dejar de enseñarle a nuestros varoncitos acerca de algunas “reglas” de la hombría, o desmitificando ciertos parámetros culturales.

Si eres mamá, tienes un As

Tienes un As bajo la manga para ganar en la lucha contra la violencia del hombre hacia la mujer si es que tienes un hijo varón. Pues está en tus manos formarlo como un hombre de bien, un hombre respetuoso para con las mujeres y que se sienta digno de caminar codo a codo con el sexo femenino. Para ello, hay algunas cosas que debes dejar de hacer o de enseñar a tu niño:

1.Ser rudo y agresivo te hace poderoso

Cuando los niños son algo rudos o juegan a pegar y matar solemos ver esa actitud como una forma de liderazgo. Creemos que la rudeza en los varones podrá conducirlos a ser “más hombres” o a imponerse frente a los demás. Sin embargo, enseñar violencia desde la primera infancia puede llegar a ser contraproducente.

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Muchos de los videojuegos para los niños están basados en las peleas. Si bien es cierto que está en la naturaleza del hombre ser impulsivos y luchadores, también es cierto que alimentar y alentar demasiado esa conducta puede resultar en un adulto violento. Muchos padres se enorgullecen cuando su hijo se pelea con otro y le gana, sin darse cuenta del tremendo daño que está haciendo al avalar esta conducta.

Para un varón, ser rudo es sinónimode ser fuerte, pero debemos dejar de enseñarles a nuestros varoncitos que la violencia forma parte del comportamiento “normal” de un hombre.

2.Las tareas del hogar son para las niñas

Hablando con las mamás del jardín de mi hija, algunas madres de varones contaban que sus hijos no las ayudaban en nada, mientras que las nenas mostraban interés por ayudarlas en los quehaceres. Como madre de un varón y una mujer, intento que las tareas domésticas estén repartidas. Ambos quieren ayudarme a lavar los platos, a barrer y a limpiar los pisos. Y hasta el momento, entienden que es responsabilidad de todos los que vivimos en la casa dejar las cosas limpias y en su lugar.

Sin embargo, no siempre es fácil poner ésto en práctica. En la televisión, las publicidades de juguetes para niñas son de lavadoras, cocinitas, set de maternidad o maestra; mientras que para los niños son de juguetes asociados al deporte, los coches o los superhéroes. Los niños crecen con la idea entonces de que las tareas del hogar son para las niñas.

Es cierto que anteriormente era así; los padres estaban fuera de casa todo el día y quien se encargaba de las tareas domésticas era la madre (y de hecho hoy sigue sucediendo en muchos hogares). Aunque los tiempos hayan cambiado y hoy la mujer salga de su casa a trabajar, es necesario inculcarle a los varones que los quehaceres en el hogar deben ser repartidos. Comienza desde ahora. Si tienes hijos varones y mujeres, reparte las tareas por igual.

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3. Los niños no lloran

¿Qué es eso? Como mujer, no hay nada que me sensibilice más, que ver a un hombre llorar. Demuestra un ser compasivo y sensible, y jamás pensaría que se trata de alguien “flojito” como la sociedad está empecinada en caracterizar a los hombres que lloran.

Cuando enseñas a tu hijo varón a que llorar no es de “hombres” le estás enseñando que está mal mostrar sus sentimientos y que deben guardar todo lo que sientes. Gratamente, de a poco se está volviendo a la idea de que un hombre que llora no es menos viril. Según Muy interesante, y de acuerdo a un estudio realizado en Penn State, las lágrimas de un hombre serían signo de honestidad, mientras lágrimas de una mujer mostraron debilidad emocional.

Es cierto que las mujeres lloramos por muchas cosas, y que tenemos más facilidad para hacerlo, entre otras cosas por la “libertad” que sentimos de hacerlo bajo el mandato cultural. Ahora bien, si un hombre llora no sólo es honesto sino que además es alguien seguro de sí mismo. Alienta a tu hijo a mostrar sus sentimientos cuando así lo desee.

4. Las mujeres deben ser modestas y calladitas

Los varones crecen con la idea de que las mujeres más respetables y honradas son aquellas que son modestas, tranquilas, que no discuten ni reclaman y que dicen sí a todo. Parece algo traído de las cavernas, pero créeme que hay muchas mujeres que educan a sus hijos en ese concepto.

Cuando a un varón le enseñas que una mujer también puede reñir o gritar, que puede estar en desacuerdo contigo, o que tiene su propia vida, estás educando a un adulto respetuoso y empático. Si eres mujer, ponte a pensar que no te gustaría toparte con un hombre machista.

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5. Los hombres no muestran afecto

Los niños en su más tierna infancia abrazan y besan a su mamá. Luego, con el tiempo muchos niños dejan de hacerlo por temor a las burlas y por pudor. Los padres somos responsables de educar a nuestros hijos en el amor, para que sientan la seguridad de demostrar el afecto en público sin sentirse mal por ello.

Las madres generalmente siguen besando y abrazando a sus hijos varones, mientras que algunos padres comienzan a dejar de hacerlo por temor a que su hijo no sea lo suficientemente varonil. Ésto los va privando de afecto y contacto físico, lo cual puede ser perjudicial para su desarrollo emocional.

¿Y tú qué opinas?, Comparte este artículo con las madres de hijos varones, para reflexionar acerca de las cosas que debemos dejar de enseñarles a nuestros pequeños hombrecitos.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.