Este cuestionario te ayudará a ganar cada discusión y a encontrar armonía en tu hogar

Conocer nuestras fortalezas y debilidades puede ayudar a que la pareja sea invencible

Fernanda Gonzalez Casafús

Si de parejas se trata, hay tantas recetas para mantener el amor como parejas en el mundo. Cada una tendrá su secreto, y cada una hará lo mejor posible para llevar adelante la unión y la convivencia tratando de superar las dificultades. Sin embargo, a veces un poquito de ayuda y buenos consejos no vienen nada mal.

En los 20 años que he estado junto a mi marido hemos tenido momentos mágicos e irrepetibles, de esos en los que te explota el corazón de amor y estallas en lágrimas. Pero también hemos derramado lágrimas de tristeza, nos hemos gritado, nos hemos peleado como Tom y Jerry y hemos pasado dias enojados. Debo admitir, sin embargo, que la propia madurez personal y la madurez de pareja ha afianzado nuestra relación al punto de darnos cuenta -y estar seguros- que todos esos altibajos nos han hecho crecer.

Aunque pasemos toda una vida junto a una persona, siempre hay algo nuevo por conocer. No somos siempre los mismos, pues vamos cambiando nuestra perspectiva de la vida conforme a nuestras vivencias. Es por ello que, muchas veces, las parejas se desilusionan y dicen “mi pareja ya no es la misma de antes”. Claro que no. Vamos cambiando, y eso nos hace pararnos desde otra mirada.

Ganar las discusiones

En realidad, no se trata de ganar, en absoluto. Es un título con un sentido oculto. Si hablamos de “ganar” no estamos diciendo que debemos ganarle la pulseada a nuestra pareja, porque se supone que deben caminar juntos, hacia un mismo objetivo en la resolución del conflicto. Pero podemos decir que “ganamos” una discusión cuando la convertimos en algo constructivo, cuando esa discusión deja de ser un pleito y se convierte en una conversación que los ayude a mejorar, a crecer como pareja, y a resolver las diferencias.

Ya no puedo recordar cuántas discusiones tuve con mi marido. Tal vez, porque la mente guarda sólo las cosas verdaderamente importantes. O tal vez porque hayan sido realmente dolorosas. Como sea, lo que sabemos es que siempre, luego de la tempestad, intentamos salir a flote. Sin embargo, es inevitable, muchas veces, que cuando comencemos a discutir se genere un ambiente de lucha para ver cuál de los dos tiene argumentos más sólidos en contra del otro. El ego y el orgullo no nos deja actuar, y nos empecinamos en defender nuestras actitudes, muchas veces sin querer reconocer nuestro error.

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Es muy interesante la teoría propuesta por la consejera de relaciones, la Dra. Judith Wright, en un artículo publicado porMail Online, donde expone que el conflicto puede acercar a una pareja si los alienta a enfrentar los problemas directamente y llegar a la verdadera razón por la que están molestos, en vez de pretender que todo está bien cuando no lo está.

La especialista afirma que el hecho del “aprender” cómo se pelea, y cómo responde la otra mitad, llegará al corazón mismo de la dinámica de su relación y luego se podrá tomar medidas para abordar las tensiones que quizás estén hirviendo a fuego lento muy por debajo de la superficie. Es decir, se trata de conocer en profundidad las debilidades del otro para saber en verdad si hay algo más detrás de ese enojo.

4 tipos de luchadores ¿cuáles son tú y tu pareja?

La experta en relaciones y su esposo Bob identificaron cuatro tipos de luchadores: el Co-operador, el Analizador, el Regulador y el Energizador. Y como ejemplo, explicó que ella, como cooperadora, he tenido que aprender a sacar los problemas a la superficie, en lugar de esperar que desaparezcan por sí mismos. Mientras que su marido, quien encaja en el tipo de regulador, trata de controlar el argumento en lugar de explicar sus sentimientos, y ha aprendido que mostrar una emoción honesta es ser fuerte,y no débil.

Si quieres lograr un hogar más armonioso, será interesante y a la vez divertido realizar el siguiente cuestionario realizado por la Dra. Wright, para ver cómo reaccionas en diferentes situaciones sociales. También puedes pedirle a tu pareja que lo realice, para comparar luego los resultados y encontrar así el estilo de lucha de tu relación para poder hacer más llevadera y constructiva la discusión.

1. Sales a cenar con una pareja amiga y ellos comienzan a discutir…

Entonces tú:

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  • a. Intentas desactivar la situación y calmarlos.
  • b. Los animas a cada uno a que te expliquen qué sucede para que entiendas por qué están discutiendo.
  • c. Intenta pensar en una solución para ellos. d. Participar activamente en la discusión, intentando dirigirla en una dirección positiva.

2. En las fiestas, ¿a quién tratas de evitar?

  • a. Al solitario de pie en la esquina.
  • b. Al bufón
  • c. Al que intenta atraer su ayuda en un proyecto, sin ofrecer nada a cambio.
  • d. A esa persona fría que no muestra ninguna emoción.

3. De regreso en casa tras las vacaciones, ¿qué te hace pensar que fueron un suceso?

  • a. Hiciste nuevos amigos.
  • b. Investigaste tu destino, creaste un itinerario interesante y lo seguiste al pie de la letra.
  • c. Elegiste por tí mismo lo que hiciste cada día
  • d. Fuiste a un lugar completamente nuevo.

4. Cometiste un error y ello ha molestado a un familiar. Ha llamado para echártelo en cara. ¿Qué haces?

  • a. Te disculpas, insistiendo en que arreglarás las cosas.
  • b. Lo alientas a que expliquen exactamente qué es lo que lo ha molestado, para que puedas entender qué salió mal.
  • c. Pregutas qué puedes hacer que se sienta mejor lo más rápido posible. d.Le aseguras que tomas en serio sus sentimientos heridos y estás decidido a nunca repetir tu error

5. Trabajando en grupo, tú:

  • a. Disfrutas compartiendo ideas y recibiendo opiniones de una variedad de personas.
  • b. Prefieres trabajar de forma independiente, recurriendo a otros sólo cuando surgen problemas.
  • c. Encuentra que mientras todos hagan su trabajo, puede ser muy efectivo.
  • d. Piensa que es más energizante que trabajar solo.

6. Le hiciste a tu pareja una promesa que ya no puedes cumplir. ¿Cómo se lo dices?

  • a. Te disculpas y le preguntas cómo puedes remediarlo
  • b. Le dices exactamente por qué ya no puedes hacerlo
  • c. Propones una alternativa que funcione mejor para tí d.Intenta persuadirlo de que una alternativa funcionará mejor para los dos.

7. ¿Qué es lo que más deseas de una relación?

  • a. Conexión
  • b. Perfección
  • c. Influencia
  • d. Emoción

8. Cuando algo no sale como lo planeas…

  • a. Buscas ayuda
  • b. Analizas lo que funciona y lo que no funciona, para que puedas identificar dónde está la falla
  • c. Tomas una decisión rápida que te lleve en otra dirección. d. Te das una charla a tí mismo, para recomenzar con vigor

9. Cuando vas a tomar un café con un amigo o amiga, tú:

  • a. Hablan sobre algo en común
  • b. Le hablas para encauzarlo hacia el chisme sobre algún amigo o amiga
  • c. Dirige la conversación para persuadirlos de que te hagan algún tipo de favor.
  • d. Llevas la conversación hablando de las cosas que realmente te interesan.

RESPUESTAS Mayormente A:

COOPERADOR Evita los conflictos y trata de llevarse bien con todos. Cuando los seres queridos son infelices, sientes un sentido de responsabilidad. Tu capacidad para cooperar puede ser una gran fortaleza en la relación. Pero el hecho de que tus propias necesidades siempre sean las últimas, y tu pareja no parece preocuparse tanto por tu felicidad como la tuya, puede engendrar resentimiento. El problema es que detestas el enfrentamiento, temeroso de que la próxima gran disputa termine con tu relación; y entonces pretendes que todo está bien, prefiriendo resolver problemas debajo de la alfombra que enfrentarlos de frente. Esto causa malestar, lo que provoca fuertes discusiones o, lo que es peor, un divorcio. CÓMO ARGUMENTAR MEJOR Recuerde, tus opiniones y necesidades importan. Pero a menos que pueda aprender cómo expresarlos, ¿cómo se supone que tu pareja alguna vez sabrá? Esto no significa que tengas que comenzar a gritar para que te escuchen, sólo necesitas entender por completo que a veces está bien que todo no esté bien. Convertir tus sentimientos en palabras, tal vez como una carta a su pareja, te ayudará. Luego, crecerá tu confianza en abordar más problemas cara a cara.

Mayoría B:

ANALIZADOR Tienes una mente aguda, con grandes habilidades organizativas y un ojo para los detalles. Eres lento para comprometerte, pero una vez que lo haces, eres ferozmente leal. Trabajas metódicamente a través de desafíos, es tu forma de evitar los errores. De hecho, eres patológicamente reacio al riesgo y tomas a mal las críticas. Esto significa que en lugar de mostrarse abierto acerca de cómo se siente, internaliza las preocupaciones y los miedos, de modo que cuando peleas, tu pareja no puede entender lo que salió mal y piensa que estás siendo difícil y obstructivo. Eres el clásico pasivo-agresivo, que usa hechos en lugar de emociones, lo que permite que su descontento se acumule como el Cooperador. CÓMO ARGUMENTAR MEJOR: Trata de reconocer que las relaciones fuertes pueden ser desordenadas: eres brillante, pero la inteligencia emocional parece frustrarte, lo que significa que puedes esforzarte para sentir empatía cuando tu pareja parece estar emocionada o molesta. Aprender a valorar sus emociones, incluso cuando no te parezcan lógicas, ayudará a que tu relación crezca. Un buen ejercicio para desarrollar la inteligencia emocional es dar un nombre a tus sentimientos. Haces esto asignando cómo te sientes a una de las cinco categorías principales: miedo, dolor, ira, tristeza y alegría. Ser capaz de nombrar lo que está sucediendo dentro de su cabeza para tí y tu pareja te permitirá conectarte mejor durante los argumentos, ayudándolos a ambos a entender por qué está molesto.

MAYORÍA C:

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REGULADOR Te gusta controlar; tú organizas, diriges y tienes una reputación para hacer que las cosas sucedan. Esto es genial en el trabajo, pero también tienes el hábito de querer ser el mejor en casa. La buena noticia es que no tienes miedo de traer a la superficie los problemas y conflictos que hierven a fuego lento, donde se pueden solucionar. Las malas noticias: puedes terminar tan concentrado en ganar la pelea que nada se resuelve realmente. Mientras tanto, tanto como su personalidad ambiciosa puede ser emocionante para su pareja, existe el peligro de que no siempre valore lo suficiente lo que aportan a la relación. CÓMO ARGUMENTAR MEJOR Trata de quitarte el enfoque de “Sé lo que que es lo mejor, así que hazlo a mi manera”: un poco de dar y recibir puede ser muy útil. A menudo, cuando apareces enojado, en realidad es una fanfarronada, encubriendo el hecho de que te sientes herido o incluso temeroso. Uno de tus mayores temores es que te aproveche, incluso alguien que amas. Expresar sentimientos profundos te parece una debilidad. Pero lo lo es.

De hecho, si puedes reconocer esto como una fortaleza, desbloquearás un nivel de entendimiento mucho más profundo entre tú y tu pareja.Intenta admitir lo que realmente sientes en lugar de encubrirlo con valentía, y es mucho más probable que consigas resoluciones significativas cuando peleas.

Mayormente D:

ENERGIZADOR Eres el alma de la fiesta: hablador, seguro de tí mismo y creativo, las personas se sienten atraídas al instante por ti.Pero temes perder la aprobación hasta el punto de ser hipersensible al rechazo; cuando lo sientes, esto te lleva a tu núcleo, dejándolo cuestionado si es posible que su relación continúe. Mientras tanto, si tu pareja no coincide de manera consistente con su pasión por la relación, usted interpreta que esto significa que están menos comprometidos que tú, y nuevamente te preguntas si realmente quieren estar contigo. CÓMO ARGUMENTAR MEJOR El estilo de relación de todos no es tan expresivo como el tuyo; recuerda eso cuando comienzas a sentirte inseguro y dudas de los sentimientos de tu pareja hacia ti. El hecho de que puedan ser sometidos de vez en cuando, no significa que se hayan ido o que algo esté terriblemente mal. Tampoco tienes que estar constantemente entretenido para ser amado; a veces está bien simplemente serlo. Recuerda, ya ha ganado a tu compañero o compañera. No tienes que trabajar continuamente para ganar su amor, ni deberías esperar que constantemente demuestre que te quiere de vuelta.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.