La llaman “la terapeuta del milagro” y ayudó a cientos de padres a dormir a sus hijos (con trucos que cualquiera puede probar)
Algunos padres que han probado de todo se quedaron sorprendidos por la eficacia de los consejos de la especialista
Fernanda Gonzalez Casafús
Durante los últimos siete años la terapeuta del sueño Christine ha ayudado a más de 300 familias que no encontraban forma de que sus hijos durmieran bien. De acuerdo a Mirror, la ex enfermera dedicó sus últimos 30 años a trabajar con niños, y en la última década se especializó en sueño infantil llevando a cabo un negocio que la hizo muy popular entre los padres de niños pequeños.
Quienes tenemos hijos sabemos cuán difíciles pueden ser algunas noches. Los niños no nacen sabiendo dormir; de hecho, en el vientre de la madre nunca saben cuándo es de día y cuándo es de noche, y al nacer los padres esperamos que poco a poco el sueño del bebé se vaya adaptando a la rutina familiar. Pero eso a veces no sucede.
Yo tuve la suerte de tener dos niños que han dormido la mayor parte de las noches sin problemas. En realidad, sólo se levantaban para tomar el pecho, y rara vez quedaban despiertos, sino que se volvían a dormir. Pero sí es cierto que hubo noches que no lograban conciliar el sueño, y cuando uno está cansado suele ser agotador.
Para aquellos padres que deben trabajar al día siguiente, una noche en vela puede suponer un verdadero martirio. Pero los bebés son sólo eso -bebés-, y no máquinas, pues entonces sólo nos queda armarnos de valor y comenzar a entender sus gestos, sus inquietudes y el motivo de su frecuente insomnio.
La ex enfermera Christine supo encontrar el talón de aquiles de algunos padres y decidió que era una buena idea ayudar y compartir sus consejos para que los bebés y niños pequeños logren conciliar el sueño durante gran parte de la noche sin despertarse. Así nació su emprendimiento “Good Night Baby“, un programa especial de consejos para que los padres enseñen a sus hijos, entre otras cosas, a distinguir entre el día y la noche y a establecer rutinas específicas de sueño.
El chupete, el peor enemigo
Mientras que muchos padres piensan que el chupete puede ayudar a que el bebé duerma de forma más placentera, la especialista considera que el chupón o chupete es el peor enemigo de los padres. “Siempre pienso que los chupones son el peor enemigo de los padres porque éstos pueden caerse a las 2 de la mañana, haciendo que el bebé llore y luego estás luchando en la oscuridad buscando el objeto”. Sin embargo, según algunos estudios el chupete reduce el riesgo de muerte súbita, por lo que es una opción más que válida a la hora de dormir.
Cuando la terapeuta del sueño visita a una familia que solicita sus servicios, se centra en algunos problemas como la temperatura, el diseño de la habitación, la rutina y la ropa de cama. A continuación, se crea un plan de sueño único y personalizado en torno a la vida cotidiana de las familias, y también ofrece consultas telefónicas a personas que se encuentren muy lejos. La mujer explica qué hacer en la noche y qué hacer si el bebé se despierta, y también les pide a los padres que la llamen por teléfono y le digan cómo les va después.
Los mejores consejos
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Evita el chupón
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Asegúrate de que la temperatura del dormitorio no sea demasiado alta; la mayoría de los padres envuelven a sus hijos por la noche
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Asegúrese de que la ropa no cause que el bebé sienta demasiado calor. es recomendable ropa de algodón
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Evite que los niños duerman en su habitación.
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Siempre respete la rutina establecida
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Asegúrese de pasar un tiempo tranquilo y de calidad con su hijo antes de acostarse, especialmente en niños mayores.
A algunos padres pueden funcionarles mejor que a otros, pero lo cierto es que no estoy demasiado de acuerdo con el punto número 4. Personalmente creo que cuando los niños son pequeños duermen mucho más tranquilos estando cerca de sus padres, y el sueño de toda la familia será mejor. Pero claro que es meramente una opinión personal, y a muchos padres puede funcionarle a la perfección ese consejo.
Misión difícil pero no imposible
La etapa en la que nuestro hijo puede tener dificultades para conciliar el sueño suele ser relativamente corta. El tiempo no da tregua y cuando menos lo esperas tu hijo está durmiendo en la habitación toda la noche. Lo cierto es que, mientras dura esa etapa, muchos padres buscan desesperados consejos para lograr descansar y que su hijo duerma plácidamente.
En muchos casos, somos los adultos quienes debemos cambiar el ritmo de vida cuando hay un bebé en casa. Muchas veces, mientras tenía a mis hijos muy pequeños, escuché decir “es el bebé el que tiene que adaptarse al ritmo de la casa”, y si bien es cierto que puede haber algo verdadero en ello, también es cierto que no podemos seguir teniendo la misma vida de antes cuando tenemos un recién nacido. Por ejemplo, cuando los bebés muestran señales de sueño y se ponen molestos y aún tenemos visitas en casa, deberíamos considerar terminar la reunión en pos de brindar un ambiente calmado y silencioso para que nuestro hijo descanse por la ncohe.
Hay cientos de trucos, como los mencionados anteriormente, a los cuales también pueden añadirse: establecer rutinas diarias, darle un bañito antes de dormir, bajar las luces cuando interprete que el niño se siente cansado para así inducir al sueño, bajar la voz, cantar una canción de cuna, leerles un cuento, etc.
Indicadores de sueño
A veces basta con adaptarnos al ritmo natural de sueño del bebé. Por ejemplo, si el niño comienza a sentirse fastidioso a las 9 pm no hay necesidad de postergar la hora de ir a dormir. Por lo tanto, es aconsejable prevenir la situación y tener el ambiente preparado para esa hora en la que su hijo encontrará el sueño más plácidamente.
La OrganizaciónHealthy Child Care advierte en uno de sus informes que hay un creciente conjunto de pruebas científicas que demuestran que la carencia de sueño causa cansancio, dificultad para concentrarse, irritabilidad, facilidad de frustración y dificultad para modular los impulsos y las emociones. En los niños, los síntomas de carencia de sueño a menudo pasan desapercibidos o se atribuyen erróneamente a trastornos de conducta o de déficit de atención. Es por ello que es importante estar atento a las señales que indican que un bebé o un niño tienen sueño:
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Restregarse los ojos
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No mostrar interés en jugar
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Apegarse a un adulto
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Chuparse el dedo
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Bajar la cabeza
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Ponerse torpe
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Disminuir el ritmo de la actividad
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Frustrarse fácilmente o poñerse mañoso
Las rutinas y hábitos saludables respecto al sueño permiten que el niño desarrolle actitudes positivas respecto a la hora de ir a la cama. Nunca es tarde para poner en práctica los consejos de los especialistas. Y tú ¿cómo haces dormir a tu bebé?