Bebés y niños: 15 señales de alerta que indican que debes llamar a urgencias
Hay ciertas señales que no pueden ser omitidas. Distinguirlas a tiempo es clave para la vida de tu hijo
Fernanda Gonzalez Casafús
Como padres, queremos ver a nuestros hijos sanos y felices. Cuando son muy pequeños es normal que enfermen a menudo, siendo algunas veces algo leve y otras veces, causas que requieren atención médica inmediata. La clave está en saber diferenciar cuándo es necesario llamar a urgencias para que la vida de nuestro hijo no corra peligro.
Es habitual que los padres primerizos lleven a la guardia a sus hijos pequeños por un resfriado o por unas líneas de fiebre. Es lógico, pues queremos que alguien especializado vea qué es lo que puede andar mal, y no podemos medicar a un niño sin saber qué tiene. Es por ello que es fundamental reconocer los síntomas de alarma en los niños que requiere atención inmediata y diferenciarlos de aquellos que simplemente pueden ser tratados en casa o bajo supervisión del pediatra de cabecera en el consultorio.
De acuerdo al sitio Guía Infantil, las enfermedades respiratorias y digestivas encabezan el ranking de visitas de niños al servicio de Urgencias de los hospitales. Es cierto que ante una tos profunda o episodios de diarrea y vómitos, lo primero que hacemos los padres es llevar el niño a la Guardia; sin embargo no siempre es necesario hacerlo.
Cuando mi hijo menor tenía apenas 4 meses, comenzó con vómitos y tuve que llevarlo de urgencias al hospital. En este caso, lo ameritaba, no sólo porque era demasiado pequeño y había vomitado tres veces en menos de media hora, sino que además hacía demasiado calor y teníamos miedo a una deshidratación. Sin embargo, hubo otros casos más adelante que sólo requirieron visitas del médico a casa, y para ser sincera, sólo he acudido a la Guardia de urgencias dos veces, una vez por cada uno de mis hijos.
Cuándo acudir a la Guardia
De acuerdo a Guía Infantil, no son los síntomas aislados los que indican una visita a la guardia, como tos, fiebre o vómitos, sino el estado general del niño. Es decir, que si un niño está muy decaído pero no tiene fiebre, es más preocupante que un niño febril que está tranquilo.
Éstos son los síntomas que requieren de una visita de urgencias a la Guardia médica más cercana:
-
Síntomas de intoxicaciones
-
Diarreas o vómitos con sangre
-
Dificultad para respirar
-
Alteraciones circulatorias que se detecten en la piel, como cianosis (coloración azulada de la piel) o palidez.
Advertisement -
Alergias con edema o hinchazón de cara.
-
Heridas abiertas que requieran puntos de sutura
-
Golpes muy fuertes en la cabeza en menores de 2 años, con o sin pérdida de conocimiento
-
Decaimiento profundo, o conducta anormalmente irritable que no logra calmar con nada
-
Fiebres con erupciones agudas en la piel
Advertisement -
Traumatismos en piernas o brazos
-
Llanto persistente del bebé o niño que no se calma con nada
-
Temperatura muy alta sin causa aparente o temperatura muy baja
-
Cólicos de más de una hora de duración en bebés pequeños
-
Ingesta de algún elemento tóxico
Advertisement -
Falta de apetito por tiempo prolongado
La fiebre, un tema aparte
A todos los padres del mundo les asusta cuando su hijo tiene fiebre alta. De hecho, está en la lista como uno de los indicadores que requieren visita al médico. Sin embargo, existen algunas especificaciones de acuerdo a este síntoma, que no es una enfermedad en sí misma, sino un indicador de que algo no está funcionando bien.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la fiebre es el aumento en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento. Un niño presenta fiebre cuando su temperatura corporal supera los 37,2 grados centígrados (basándose en una medición axilar), mientras que un adulto ese número asciende a 37,5 grados.
La fiebre puede ser muy peligrosa en niños, y muchos de ellos presentan convulsiones cuando la temperatura se eleva. Ya que muchas son las causas que pueden ocasionar un aumento en la temperatura corporal, es fundamental saber cuándo la fiebre requiere acudir a urgencias médicas.
Éstos son los indicadores a tener en cuenta cuando el niño tiene fiebre para saber si es necesario una visita de urgencia a algún efector de salud:
-
Fiebre en menores de 3 meses de edad
-
Si la fiebre persiste por más de 72 horas
-
Fiebre que produce puntos rojos en la piel
-
Estado de ánimo irritable y quejoso
-
Fiebre acompañada de dificultad respiratoria
Advertisement -
Fiebre unida a problemas urinarios
-
Gran decaimiento general
-
Mal aspecto físico (ojeroso, piel pálida, etc.)
Sin entrar en pánico, y tratando de transmitirle la máxima tranquilidad a tu hijo, acude al médico de urgencias cuando fuere necesario. Mientras tanto, siempre consulta al médico ante cualquier duda, y llama al médico a domicilio ante cualquier síntoma de enfermedad leve del pequeño. No dejes de prestar atención al estado de ánimo de tu bebé o niño, y sobre todo, escucha con atención cuando te dice que no se siente bien.