Si tu hijo tiene estos sintomas DEBES alarmarte

Esta enfermedad infantil es una realidad, pon atención a los síntomas que puede llegar a presentar tu hijo si se ve afectado por el.

Camila Ignacia Gómez González

Nunca antes en la historia se conocieron tantos casos de estrés infantil como hoy en día. Es que la vorágine a la que nos enfrentamos a diario, no solo causa estragos en la vida de los adultos o padres, sino que también causa grandes problemas en la vida de los niños, que con sus escasas herramientas emocionales, tratan de enfrentar de la mejor manera posible este cúmulo de responsabilidades, sentimientos y cansancio a diario, trayendo como consecuencia el desarrollo de graves cuadros de estrés infantil.

De hecho este problema se ha vuelto tan común a nivel mundial, que muchos colegios han optado por incluir en sus programas una serie de actividades relacionadas con la meditación y la relajación. Esto como una estrategia para combatir la fuerte presión de los pequeños alumnos que asisten a sus instituciones.

Ante este oscuro escenario, es que como padres debemos estar atentos a los siguientes síntomas, según el portal mujerypunto.com :

Cambios de humor

Si de pronto los cambios de humor se vuelven muy bruscos, y tu hijo pasa del llanto a la felicidad en pocos minutos, es motivo para comenzar a poner atención a los siguientes síntomas.

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Baja en el rendimiento escolar

Casi como si no hubieses razones, las notas (calificaciones) de tus hijos comienzan a descender de manera abrupta, generando un problema no solo a nivel escolar, sino también en el hogar, pues a pesar de los múltiples esfuerzos que se hacen, no se logra combatir “la mala racha”.

Pérdida de concentración

Sobretodo en niños que no padecen ningún tipo de déficit atencional, es momento de preocuparse cuando notamos que no están del todo conectados con lo que están haciendo.

Cansancio extremo

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Y no, no me refiero a aquel que les da justo en el momento en que tienen que acomodar su habitación. Sino que el que empieza a estar presente a la hora de salir a jugar con amiguitos, ir a un cumpleaños o simplemente realizar actividades rutinarias.

Problemas alimenticios o de digestión

Si tu hijo nunca presentó problemas a la hora de comer y repentinamente ha dejado de hacerlo o bien, si de pronto han aparecido dolores estomacales, diarreas o malestar al momento de comer, es una señal que no debe ser ignorada en lo absoluto.

Problemas para conciliar el sueño y mantener un horario

Las rutinas resultan claves para que los niños se sientan seguros de su entorno y de lo que pasará, pero si de un momento a otro, el mantener ese ritmo de actividades se ha vuelto tedioso o de frente un calvario, entonces es momento de parar para plantearse la sobrecarga de actividades que se puede estar llevando a corta edad.

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De cualquier manera es muy importante recordar que las rutinas y problemas de los adultos, no debieran afectar nunca las actividades primordiales de un niño: comer a un horario adecuado, mantener al menos 8 horas de descanso continuo, tener momentos para realizar actividad física, jugar y mantener la vida de niño que a veces parecemos dejar olvidada en un cajón, por mantener un ritmo que a nosotros mismos nos resulta casi imposible de sobrellevar.

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Camila Ignacia Gómez González

Camila, es Relacionadora Pública, con orientación en Marketing, actualmente reside en Villa Alemana, Chile. Es esposa y madre, y ama escribir para ayudar a fortalecer los lazos familiares.