Expertos afirman que hacer ésto con tu bebé no ayuda en su digestión

Los cólicos de tu bebé pueden empeorar si pones en práctica ésto habitualmente

Fernanda Gonzalez Casafús

El sistema digestivo de los bebés pequeños tarda un tiempo en madurar. Por ello, cuando terminan de alimentarse solemos ayudarlos con palmaditas en la espalda para que puedan expeler los gases. Le llamamos “provechito” y estamos convencidos que es fundamental que nuestro bebé lo haga después de comer. Pero ¿es tan necesario como creemos?

Recuerdo cuando tuve a mi primera hija y le daba el pecho. Cuando terminaba de comer, muchas veces se dormía sin lograr eructar y yo me sentía intranquila porque no hacía su “provechito”. Recuerdo además que muchas personas a mi alrededor, con la buena intención de ayudarme, me decían que no la deje dormir hasta que mi hija no soltara el eructo. Sin embargo, sucedía que ello a veces nunca pasaba, y mi bebé se terminaba durmiendo igual. Más tarde, el tiempo y la experiencia me enseñaron que no estuve tan errada en no querer despertar a mi bebé sólo para que haga provechito.

De acuerdo al sitio Fatherly, los bebés no tienen necesariamente menos cólicos cuando se los hace eructar, y además es menos probable que vomiten si se los deja tranquilos para que hagan la digestión, es decir, sin darles palmaditas en la espalda. Un bebé no va a tener cólicos porque no haya eructado. Los cólicos forman parte del proceso de maduración del sistema digestivo del bebé, y lamentablemente no hay demasiado que hacer para solucionarlo, más que acompañar el proceso.

El eructo ayuda, pero no siempre

Es cierto que nuestro bebé puede sentirse mucho más aliviados cuando eructan luego de comer. Pero lo que los expertos aseguran es que hacerlos eructar sistemática y obligatoriamente después de cada comida. De acuerdo a un ensayo publicado en Wiley Online Library, los bebés cuyas madres hacían eructar después de la comida, lloraban igual que aquellos que no eructaban. Es decir, que no necesariamente el eructo obligatorio después de amamantar, tomar la mamadera o comer la papilla, lo alivie del todo.

En ese estudio también se comprobó que los bebés que eran llevados a eructar por sus madres eran más propensos a vomitar que los bebés que no hacían su provechito. Por ello, este dato es necesario tenerlo en cuenta para poder comprender cuándo es realmente necesario que el bebé expela los gases y cuándo podemos dejarlo dormir en paz.

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De acuerdo a Planeta Mamá, cuando un bebé no muestra señales de estar molesto, y se duerme luego de alimentarse, no es necesario despertarlo para que eructe. Al contrario, se lo debe dejar dormir, siempre boca arriba, pues si algún gas quedó atrapado en su estómago, saldrá con los movimientos naturales del bebé.

¿Y qué sucede con los cólicos?

La mayoría de los padres habrá escuchado hablar de los cólicos del lactante. Y es un tema que han estudiado los médicos por décadas. Al intentar que el bebé eructe pensamos que va a disminuir la posibilidad de un cólico, sin embargo, una simple palmadita para expulsar el aire no calmarán los cólicos de tu hijo.

Todos los bebés lloran mucho cuando son pequeños, y sienten molestias luego de comer, pues su sistema digestivo está madurando muy lentamente. Pero los llamados “cólicos del lactante” tienen características especiales que hacen diferenciarlo de cualquier dolorcito de estómago. De acuerdo al sitio Kid´s Health, podemos decir que el bebé realmente sufre de cólico del lactante cuando llora durante más de tres horas al día, durante más de tres días a la semana y durante por lo menos tres semanas. Es decir, que si un bebé no cumple con todos estos indicadores de llanto, no se trata necesariamente de cólicos propiamente dichos.

Los médicos no tienen certeza acerca de las causas que provocan los cólicos y en realidad, tampoco suele tener demasiada importancia médica pues desaparece por sí solo tras la maduración del sistema digestivo del bebé.

Cómo aliviar los cólicos del bebé

Aún recuerdo cuando me paseaba de una punta a otra de mi casa cuando mis bebés tenían apenas semanas de vida y no lograban calmarse por el dolorcito de barriga que sentían. Cuidar de un bebé que sufre cólicos puede ser muy frustrante, en tanto no podemos aliviarle milagrosamente sus dolores, y ello nos hace sentir pésimo, además de que agota nuestras energías.

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El sitio Kid´s Health propone una serie de consejos para ayudar al bebé a minimizar las molestias provocadas por los cólicos:

  • Mecerse en una mecedora con el bebé

  • Llevarlo en brazos en diferentes posiciones

  • Utilizar un portabebés elástico, llamado rebozo o fular, para pasearlo

  • Colocar al bebé en el regazo, boca abajo, y frotarle suavemente la espalda.

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  • Colocar al bebé en su sillita de seguridad y darle una vuelta en coche. El movimiento suele tranquilizar a los bebés.

  • Poner música suave y tranquila

  • Cambiar de ambiente: envolver al bebé en una manta y llevarlo a otro sitio, donde haya otros sonidos y más penumbra que luz

Cuidar de un bebé recién nacido que se siente molesto y dolorido por dolorcitos de estómago no es tarea nada fácil. No dudes en pedir ayuda si te sientes desanimada o cansada. Y recuerda que el eructo sólo es necesario cuando ves a tu bebé molesto e inquieto. No dudes en consultar con tu pediatra si tu bebé vomita tras cada toma o sufre demasiado los cólicos.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.