3 características de un adolescente difícil y su solución

Identificar a tiempo las características de un niño o adolescente “difícil”, puede ayudarte como padre a cambiar a tiempo la vida de tu hijo.

Viviana Domínguez

Tiene un buen corazón pero no hace caso

Mi padre solía decirme “ese chico es un árbol torcido”, al referirse a un amigo mío a quien yo apreciaba. Me llevó tiempo entender pero pude entender que cuando un joven es difícil en la juventud, le llevará mucho trabajo y esfuerzo enderezarse o tal vez nunca lo logrará.

Actualmente trabajo a diario con jóvenes en esa condición de “árbol torcido” , que con esfuerzo diario, con la intervención apropiada, tratamos de enderezarlos. Estos jóvenes son difíciles a tal punto que lo padres los entregan al Estado porque ellos no pueden hacer más nada.

Las características básicas de este tipo de adolescentes, y que suelen confundir a las personas es que aparentan tener un buen corazón, buenos sentimientos, pero no pueden respetar tres reglas básicas que son: Respeto a la autoridad, dificultad para aceptar el “NO”, seguir las reglas.

Cuando no se aprendió a respetar la autoridad

Al hablar de autoridad, no me refiero a autoritarismo. Los padres, maestros, educadores, coach de deportes y personas de la ley, todos son parte de un modelo de autoridad a quien se le respeta, sino no, habría un orden, todos haríamos lo que quisiéramos. Por supuesto, que el obedecer las reglas que se nos imponen, nos conlleva a vivir un proceso de respeto mutuo entre la persona de quien emana la autoridad y sobre quien la recibe y cumple.

Sin embargo, muchas veces este proceso se da muy diferente, se impone la autoridad a través de golpes, autoritarismo y demandas que llevan a la otra persona a rebelarse por completo, extendiendo esta forma de actuar a todas las situaciones de su vida incluida, la vida escolar y social, y de aquí aparecen los “niños difíciles” aquellos que no respetan y hacen lo que desean.

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– Características: desafiantes, demandantes, autoritarios, y expresan su malestar a través de malas palabras.

Acción correcta: Nunca lo tomé personal, o contesté de la misma forma, ellos manifiestan así su frustración, lo mejor es esperar a que se calmen y después accionar, así evitarás que la situación escale. Enséñeles a retirarse a un lugar para calmarse, por lo general cuando están calmados son abiertos a escuchar y la mayoría se disculpan.

DIficultad para aceptar el “NO”

Este aprendizaje es uno de los más básicos durante la niñez de los hijos, entender que hay cosas que no puede tocar o a las que no podrá acceder al menos en esa etapa de la vida, es uno de los límites más importantes que todo ser humano debe entender. Si no aprovechamos durante la niñez, cada vez se hace más difícil, y al entrar a la vida social a través de la escuela, es la primera persona que se hace notar.

Características: debido al nivel bajo de frustración estos jóvenes no aceptan un “no ” por respuesta, lo que hace que inmediatamente reacciones negativamente, es muy parecido al común berrinche de la infancia, pero llevado a la décima potencia. Demandan, no piden, no saben esperar, quieren las cosas ya.

Acción correcta: negociar es la palabra clave, estos jóvenes deben entender que para obtener algo “deben ganárselo” con esfuerzo, trabajo o tiempo, es una ley de la vida. Cómo se negocia, yo te doy y tu me das algo a cambio. Actualmente un niño donde trabajo tiene un problema similar, y tengo que negociar toda la mañana para que realice las tareas escolares que la maestra le deja, por lo que empezamos el día siempre negociando, “si él completa dos páginas de tarea tiene un privilegio”, cómo hacer un llamado telefónico.

Seguir las reglas

Las reglas son necesarias para el orden de la vida, primero en el hogar, después en la escuela y por último en la vida social, que se convierten en leyes, donde las consecuencias si o si llegan. Enseñar a los hijos que por cada regla que no se cumple hay una consecuencia básica, es una de las habilidades de la vida más importante para aprender, pues en la vida real, fuera del hogar, no hay una madre que perdona y tiene compasión por su hijo, sino un Juez que en menos de un minuto determina la vida futura del joven.

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Características: Estos jóvenes han llegado a un punto en el que la consecuencia no les afecta ni les importa, y por eso, quiebran la ley en forma reiterada, al menos hasta que cumplan los 18 años. La forma más común es el uso indebido de drogas, ausencia escolar, escaparse de la escuela y en algunos casos llegan a delinquir a través del robo o hurto.

Acción correcta: Es interesante ver cómo estos jóvenes que ya le han faltado a la ley, si le das una motivación aunque sea pequeña se mueren por cumplir las reglas del juego. En mi trabajo, que es un refugio de jóvenes de estas condiciones, se trabaja a través de un sistema de niveles, si llegan al nivel 4 tienen mejores privilegios, pero si descienden al 3, o 2, los privilegios se van achicando, hasta llegar a el nivel R (refleccion), donde pierden todos los privilegios extras que son cómo, tener acceso a la computadora, o juegos electrónicos, salir a actividades fuera del recinto, e irse a la cama más tarde. Bajan de nivel si no cumplen con las reglas básicas, de no decir malas palabras, cumplir con sus responsabilidades, asistir a la escuela del lugar, etc.

Aunque reconozco que al principio estaba algo dudosa de su eficiencia, debo confesar que es todo un éxito, la clave es la “recompensa” , si cumplen con las reglas, suben de nivel y tienen acceso a privilegios tan simples pero que son tan importantes para ellos cómo el simple uso de una radio.

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Viviana Domínguez

Psicopedagoga, escritora y orientadora familiar. Oriunda de Argentina, actualmente reside en Utah. Es amante de la buena literatura, la música, el arte y de pasar tiempo en familia.