La bendición de los primos en nuestro árbol genealógico

Viviana Domínguez

El árbol familiar

Es interesante ver cómo tomamos noción de la importancia de nuestro árbol familiar, al crecer o cuando llegamos a la adultez, momento en el que buscamos nuestras raíces, semejanzas o excusas para explicar nuestro comportamiento, esto se debe a veces, durante nuestra niñez, mientras convivimos con quienes serán parte de nuestro árbol familiar, le restamos importancia a la creación de vínculos duraderos, los que en un futuro serán tan necesarios para una vida familiar saludable.

Afortunadamente durante mi infancia, siempre fui muy consciente de la importancia que ocupaba cada uno dentro del árbol familiar, ya que mi madre era una persona apasionada por conocer su ascendencia, razón por la que ella acostumbraba a visitar a la “parentela”, como solía decir.

Recuerdo pasar tardes enteras en la casa de mis tías abuelas, escuchando las historias de sus ancestros, recolectando fotos e información específica de lugares y fechas. Este mismo interés de mi madre la llevó a visitar semanalmente a sus hermanos y hermanas, por lo que favoreció que tuviera un vínculo muy cercano con mis primos, contacto que sigue hasta el día de hoy, aunque ya no viva más en mi país de origen y gracias a la tecnología.

Los primos, un vínculo para sanar

Ellos son los primeros amigos dentro del círculo familiar, ya que los encontramos en las fiestas familiares, cuando visitamos a los abuelos, y otras celebraciones, se da en forma natural, sin previa elección y completa aceptación.

La relación entre primos es especial en sí misma, pues además de ser parte de la misma familia desarrolla un vínculo de amistad. Claro está que no nos pasa con todos por igual, pues eso depende en gran manera de la cercanía entre tíos (hermanos), pero de lo que sí se puede estar seguro, es que si durante la infancia creciste cerca de tu primo/a , esta relación de amistad puede continuar hasta la adultez sin importar distancias o situaciones personales.

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En mi caso personal, junto a mi prima, con quien a diario me comunico vía internet, hemos continuados nuestros lazos de amistad, y a través de las largas charlas, recuerdos y experiencias vividas, nos han ayudado a sanar, perdonar y sacar afuera muchos de los miedos y secretos que existían en nuestra familia, todo realizado desde el amor y el perdón para dar una dirección más saludable y alegre a nuestra unidad familiar, tal es así, que más primas se han unido a nuestro cometido, creando sin querer un círculo de primas, que cada tanto nos conectamos todas a través de la tecnología para agradecer a nuestros ancestros todo lo que realizaron por nosotras.

La importancia de cultivar la relación entre primos en la niñez

Además de las necesidades emocionales que cubren las relaciones entre primos, es importante reconocer que ellos también comparten tiempo de nuestra infancia y proceso de aprendizaje y desarrollo evolutivo. La psicóloga Daniela Donosso Hoffman del Centro Psicologico “Psicologia Global”, los explica de la sigiente manera: “Los primos son nuestros pares, amigos con quienes compartimos y que los más pequeños jueguen con ellos les permite conocer con quienes comparten la sangre, además de que desarrollen habilidades motrices, aprendan a manejar la frustración, obtengan más vocabulario, y logren conocer el valor de la amistad y la hermandad, entre otras cosas”.

A su vez los primos forman un rol importante en la etapa de socialización, ya que ellos son nuestros primeros amigos, y con quienes tendremos que lidiar en cada encuentro familiar, por lo que sin querer o en forma inconsciente, los primos se acomodan al vínculo consanguíneo, encontrando así, siempre una forma de resolución de conflictos, aprendiendo a perdonar.

Formas de estimular las relaciones entre primos

Como padres, hay distintas maneras de estimular una relación cercana entre primos, como por ejemplo:

  • Fomentar tradiciones familiares de primos.
  • Mantener el contacto entre ellos, visitas, vacaciones o actividades conjuntas.
  • Hablar sobre ellos, durante la cena o almuerzo.
  • Invitarlos a pasar tiempo en la casa.
  • Compartir actividades deportivas.
  • Celebrar logros juntos.

Conclusión

Hoy recibí un mensaje de uno de mis primos que vive en Argentina, me envió fotos de su último viaje a África, ya tiene casi 60 años, y para este último fin de año, me dio la alegría de conectarse durante el brindis, en el momento en que toda la familia estaba reunida. Cosas como estas solo las hacen los PRIMOS.

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Viviana Domínguez

Psicopedagoga, escritora y orientadora familiar. Oriunda de Argentina, actualmente reside en Utah. Es amante de la buena literatura, la música, el arte y de pasar tiempo en familia.