La transición de pareja a familia sin morir en el intento

La llegada de los hijos no debe suponer el perder la vida en pareja ¡al contrario! cada hijo es una razón más para fortalecer y cuidar de la pareja. Aquí te decimos cómo.

Emma E. Sánchez

Claudia y Jaime se conocieron y tuvieron varios años de noviazgo, luego se casaron y pasaron poco más de 5 años antes de que ambos decidieran tener un bebé. Mientras el embarazo avanzaba, también lo hicieron el miedo y las dudas.

Antonio Scurati dijo alguna vez “Dejamos de ser una pareja un instante después de habernos convertido en una familia” y Glauco Revelli el protagonista de la novela El padre infiel también de Scurati, dice: La llegada de un hijo, como supone un terremoto para la pareja previa a la familia Y uno no es consciente de su magnitud en la escala de Richter hasta que se convierta en padre/madre y vive el nacimiento de la familia y la muerte alegórica de la pareja al mismo tiempo.

Yo particularmente estoy en contra de estas ideas pero al platicar con Claudia y Jaime, ellos manifestaban sentir que les estaba pasando y temían que no solo su relación de pareja sino su matrimonio terminaran una vez que el bebé naciera.

Este matrimonio no es el único en tener estos temores, de hecho son muchos los matrimonios que experimentan los mismos sentimientos.

La Guía infantil publicó algunas opiniones de Alberto Soler, un psicólogo autor del libro Hijos y padres felices, donde identifica en la pareja próxima a ser padres los siguientes miedos:

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Pérdida de la independencia

Más trabajo

Menos descanso

Cambios en la administración del tiempo

Nuevos roles

Idealización de la crianza

Presión familiar

Alejarse los amigos y las actividades acostumbradas

Cambio de prioridades

En la mujer cambios que pueden alejar a su pareja

Gastos interminables

Todas razones muy válidas pero que conforme las vamos trabajando una por una, muchas están fundamentadas en el egoísmo y no en el deseo de hacer lo necesario, inclusive sacrificar por la felicidad de todos.

La relación de pareja no debe desaparecer jamás pues si solo nos concentramos en los hijos, llegará el día en que ellos se vayan y nos quedemos viviendo en la misma casa con un total desconocido.

¿Qué podemos hacer para formar una familia sin perder a la pareja en el intento?

Trabajar en equipo

Si como pareja han estado haciendo las cosas juntos y han salido adelante de los desafíos que se van presentando, trabajar juntos para formar una familia no les resultará nada nuevo ni tan difícil. El truco es trabajar en equipo con buena comunicación y fortaleciendo la relación con mucho amor y servicio.

Para formar una familia se requieren dos pilares fuertes

Por lo tanto, deben darse tiempo para descansar, tener tiempo juntos y a solas, organizar las cosas para evitar enojos y estrés innecesarios.

Cuiden el uno del otro y olvídense de sí mismos para poder sortear con buen ánimo todos los desafíos que la paternidad y la maternidad implican.

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Pidan ayuda

Ser padres puede ser en momentos agotador o desafiante pero nadie dijo que ese camino lo debamos recorre solos. Nosotros criamos 3 hijas con 2 años de diferencia entre ellas y por ejemplo, mi esposo se encargaba de darle de comer en la noche para que yo pudiera descansar, uno y otro nos turnábamos para tender a las niñas pero también hubo momentos en que pedir apoyo a la familia y amigos es válido.

Dediquen tiempo solo para ustedes

Desde el embarazo y hasta que seamos ancianos , debemos buscar tiempo para poder salir a solas con nuestra pareja, ya sea salir a caminar, ir al cine o disfrutar juntos, es bueno y es necesario para que ese primer vínculo que le dará forma a generaciones nunca se pierda.

Desarrollen atributos cristianos

Cualidades como el sacrificio, la fe, la esperanza, el perdón, la caridad y el servicio pueden ser los ingredientes que inclinen la balanza a favor de la relación y la familia y puedan endulzar esos momentos de tensión o miedo.

Los hijos pueden ser un proyecto de pareja pero no el único

Conforme los hijos van creciendo podemos ir retomando o iniciar nuevos proyectos personales y perder esa sensación de pérdida o frustración.

Tu pareja está antes que tus hijos

Esta declaración sé que causa mucha polémica pues son muchos los que piensan exactamente lo contrario. Es válido. Yo solo te puedo compartir mi experiencia, mis hijas ya son adultas formaron sus propias vidas y ahora mi esposo y yo podemos ir y venir por donde queramos, platicamos horas y nos encanta salir a comer o cocinar juntos, visitamos a nuestros hijos y pronto seremos abuelos, creo que nosotros no lo hubiéramos logrado si no hubiéramos cuidado de nuestra relación y ser el uno la prioridad del otro.

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No tengas miedo a tener y criar hijos, todo esfuerzo vale la pena pues son muchas más las cosas bellas y buenas que recibirás que las difíciles y tristes.

Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.