Abuela creía que su nieto de 8 años jugaba en el patio pero lo encuentra colgando con una cuerda alrededor del cuello; la razón es indignante
Sus amigos sólo lo miraban, mientras el pequeño luchaba por su vida.
Viviana Domínguez
Con la cuerda donde colgaba la hamaca
Unos jóvenes de New Hampshire, se burlaron de un niño de 8 años por su aspecto bi racial, empujándolo de una mesa de picnic, con una cuerda enroscada en el cuello.
De acuerdo con lo publicado en ABC, el niño llegó al hospital, a emergencias para ser atendido por las heridas cortantes en su cuello, después de haber sido ahorcado con una cuerda, el 28 de agosto.
La abuela del niño, Lorri Slattery, contó que mientras los niños jugaban en el patio de la casa, uno de ellos tomó la cuerda que colgaba de un palo con un neumático usado como hamaca, y sin saber exactamente cómo o quién, la enroscaron alrededor del cuello del niño para luego empujarlo desde la mesa, quedando colgando y balanceándose tres veces antes de que pudiera quitársela, sin que nadie de los jóvenes intentará ayudarlo.
La Policía del lugar, está realizando una investigación acerca de lo que ocurrió el 28 de agosto, donde varios adolescentes estuvieron involucrados, pero no quisieron brindar más información. Actualmente el niño ya se recuperó, fue dado de alta, y ha regresado a la escuela.
Los adolescentes y las nuevas “travesuras”
Es tema conocido que a los jóvenes les gusta experimentar nuevas cosas por el simple hecho de divertirse, pero lastimarse también.
Últimamente recibimos mucha información y noticias a través de las redes de los desafíos nuevos que a diario crean, como el del agua caliente, el “purple drank” en el que mezclan jarabe con un refresco, y muchas más que sacan a diario, hasta que se convierte en viral y se aburren.
Por supuesto que lo divertido, para ellos, está en grabarse y subirlo a los media sociales o a youtube, para que otros también disfruten de observar cómo te quemas o emborrachas rápido.
Cuesta creer que los jóvenes disfruten de cosas así, pero es la realidad con la que nos enfrentamos.
El Dr. Andrew Adesman de Steven and Alexandra Cohen Children’s Medical Center en Nueva York explica que “los jóvenes recurrirán a estas prácticas para ser aceptados o para mantener a sus amigos: al ‘jugar’ demuestran que son valientes, que son cool; alguien cuya amistad merece ser conservada”.
En lo personal, como madre y profesional, sinceramente creo que la influencia de los videos en Youtube son los nuevos maestros de ideas autodestructivas. Por supuesto que no todo lo que se ve en youtube es malo, pero si tu hijo está en youtube, es porque escucha música o busca nuevas ideas creativas subidas por otros jóvenes que desean ser populares y que sus ideas se vuelvan virales, a través de los “seguidores”.
Cuando por una broma agredimos a otros
Cuando una persona o un grupo utilizan su poder para lastimar, asustar o excluir de un grupo a otra persona, se considera agresión.
La agresión entre niños o adolescente generalmente ocurre en la escuela o en un lugar de juego o reunión, porque la audiencia es importante para el agresor, ya que determina su poder y encuentra aliados en el silencio de los observadores, los que a su vez se sienten intimidados por los sucesos.
Hay varios tipos de agresiones:
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Agresión física: el caso del niño de la nota es un ejemplo clásico de agresión física, pero también puede incluir empujones, bofetadas, o patadas.
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Agresión cibernética: el tipo de agresión más popular en estos tiempos. El daño que puede causar a una persona, a llevado a adolescentes al suicidio. Típicamente sucede cuando se envían fotos comprometedoras, textos con mensajes amenazadores, o vídeos; una vez que se subieron a las redes sociales, es imposible pararlos.
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Agresión emocional: parece perdida entre tanta tecnología, pero es más actual que cualquiera, pues cuando realizan una agresión cibernética, generalmente incluye difamación, amenazas, chismes, etc.
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Agresión racial: es muy común escuchar en forma despectiva comentarios sobre otro joven acerca de su apariencia física, color o raza.
Cuando todo parece estar perdido, ¿qué hacer?
En estas épocas, a veces, se siente que como padres no podemos proteger a nuestros hijos como ocurría antes, pues el adversario, suele esconderse detrás de una computadora, celular visible o en forma anónima, y muy a menudo los hijos no cuentan lo que les sucede, justamente por la misma presión de tener que resolverlo por ellos mismos.
Pero todo este acto de agresión son actos de abuso, ya sea por diferencia de edad, o por falta de madurez emocional.
Si quieres ayudar a tu hijo, crea en ellos una estructura psíquica y emocional fuerte, para que ellos puedan enfrentar estas situaciones y saber pedir ayuda, que puedan entender que hablar con una maestro, consejero o con los padres, no es muestra de debilidad, sino de valentía y seguridad personal.
Apoya a adolescentes en actividades deportivas, de grupo, para que ellos estén rodeados de personas que piensan como ellos; un joven que hace deporte por lo general es saludable, está lejos de las drogas, y desarrolla un sentido de equipo, unidad y trabajo conjunto.
Por último si tú pagas por el celular de tu hijo, puedes estar al tanto del uso que tu hijo le da. Al menos como madre de un adolescente reclamo mi derecho de saber qué es lo que tanto mira, escucha y participa con el celular.
El “poder” que tenemos como padres no es el de control o autoridad, es el de cuidar, velar y formar seres humanos que tengan compasión y empatía con sus semejantes y no que deseen dañar o perjudicar a otros, ese es nuestro desafío.
Viviana Domínguez
Psicopedagoga, escritora y orientadora familiar. Oriunda de Argentina, actualmente reside en Utah. Es amante de la buena literatura, la música, el arte y de pasar tiempo en familia.
