Adicción al amor o dependencia emocional: una enfermedad real con los mismos síntomas de la adicción a las drogas
Si consideras que te has vuelto dependiente de tu pareja y que el amor que sientes por él se ha convertido en una adicción, no dejes de leer lo siguiente.
Elizabeth González Torres
Hoy en día se sabe con certeza que existen diferentes tipos de adicciones a las que, como seres humanos, estamos expuestos. Desde las adicciones a sustancias tóxicas como las drogas, hasta las adicciones a determinadas situaciones o personas, llámese trabajo, pareja, redes sociales, etcétera. Ciertamente, la línea entre la independencia y dependencia personal, física y emocional, suele ser demasiado tenue.
Ahora bien, en lo que respecta a las relaciones de pareja, se dice que es en este ámbito donde se puede desarrollar una de las adicciones más peligrosas: la dependencia emocional, mejor conocida como “adicción al amor”. En términos oficiales, las personas se vuelven dependientes emocionales de sus parejas o relaciones, más que adictas. Sin embargo, es del todo cierto que este tipo de dependencia tiene características muy similares a la de cualquier adicción.
Basta comparar los síntomas que presentan los adictos a la cocaína, tabaco, alcohol y demás narcóticos, para detectar que la dependencia emocional es una enfermedad real que desarrollan millones de hombres y mujeres. En efecto, aquello que conocemos como “amor”, puede resultar una sustancia adictiva sino se suministra adecuadamente.
Sin duda, estar enamorados y sentir el deseo constante de estar con nuestra pareja es una de las cosas más maravillosas que nos puede pasar. No obstante, ¿cómo podemos reconocer cuando ese enamoramiento ha dejado de ser algo sano y armónico? Pues bien, a continuación te comparto, mi estimada lectora, 6 síntomas que todos debemos conocer para detectar si el amor se nos ha convertido en una especie de adicción.
1. Insomnio y falta de apetito
Al igual que cualquier adicto, cuando nos volvemos dependientes emocionales presentamos periodos prolongados de insomnio. Debido a las alteraciones a las que se ve sometido nuestro organismo (liberación excesiva de Dopamina y Noradrenalina), es que nuestro cerebro inhibe ésta y otras necesidades tan fundamentales como el apetito. De cierta manera, esto nos permite concentrarnos -absolutamente- en lo que consideramos nuestra única necesidad: la pareja.
2. Crisis de ansiedad y depresión
La ansiedad y la depresión en la dependencia emocional son síntomas que se presentan todo el tiempo. Sobre todo cuando hemos llegado al punto en el que nuestra pareja -como sustancia adictiva- ha descubierto el dominio que tiene sobre nosotros y lo ejerce para su propio beneficio. Lo mismo sucede al momento en que nuestra relación tóxica termina, dejándonos sensaciones de desesperación, angustia, tristeza y agotamiento emocional.
3. Deseo obsesivo por estar con esa persona “especial”
Si bien es cierto que al estar enamorados queremos pasar todo el tiempo posible con esa persona “especial”, también lo es que necesitamos momentos a solas. Sin embargo, cuando ese enamoramiento se nos convierte en una obsesión, nos transformamos en seres adictivos y peligrosos. Dejamos de ser personas amorosas y razonables, para volvernos seres demandantes e intransigentes con los tiempos y actividades de nuestra pareja.
4. Atracción constante y tóxica hacia nuestra pareja
Como muchos adictos, los dependientes emocionales podemos percatarnos de que nuestra pareja nos hace daño y es tóxicas para nuestra salud emocional. Ya sea por su propia inestabilidad o premeditación para controlarnos, el punto es que, la mayoría de las veces, sí logramos detectar que es dañino en nuestra vida y, sin embargo, continuamos con esa persona por mera atracción y falta de voluntad para dejarlo.
5. Dejamos de lado las cosas importantes de la vida
Este es uno de los síntomas más notorios de que la dependencia emocional es una especie de adicción que nos atrapa silenciosamente, y nos hace olvidar quiénes somos y lo que en verdad importa. Al permitirnos ser dependientes emocionales de ese hombre o mujer -que nos parece lo más valioso- abandonamos nuestros proyectos, responsabilidades, metas y objetivos. En efecto, nos dejamos caer en el abismo de la infelicidad.
6. Nos olvidamos de amarnos a nosotros mismos
Finalmente, la manifestación más clara e inobjetable de que la dependencia emocional o adicción al amor se ha apoderado de nosotros, es aquella en la que nos descubrimos desvalorizándonos como seres humanos. Sin duda, es este punto la expresión más clara de la forma insana en que nos hemos entregando a nuestra relación o pareja adictiva: perdemos el amor y el respeto por nosotros mismos.