Adicción al estrés: cuando “vivir en paz” no es una opción
La adicción al estrés es uno de los mayores males modernos de las personas que buscan asumir riesgos constantes.
Erika Patricia Otero
Cuando se habla de adicción, lo primero que viene a la mente es la imagen del joven adicto a las drogas. En efecto, la adicción a las sustancias psicoactivas es la más popularizada, pero no es la única. Las personas podemos hacernos adictos a casi cualquier cosa: azúcar, compras, RRSS, comida, ejercicios, etc. Y al estrés. Sí, aunque suene raro, existe la adicción al estrés.
Sin embargo, algo que pocas personas saben es que también hay quienes son propensos a ser adictos al estrés. Te preguntarás ¿Y cómo es posible que alguien se haga adicto al estrés? Pues así es, hay personas a las que les gusta la sensación que les produce vivir bajo presión. La razón es que al vivir en constante sensación de “peligro” son más productivas y obtienen resultados; esto, pese a lo contraproducente que puede ser para su salud.
¿En qué consiste la adicción al estrés?
El estrés es la reacción del organismo a la presión física, mental o emocional.
Cuando el cuerpo está en estado de estrés, aumenta la producción de una hormona llamada cortisol. Esta hace que aumente la presión arterial, la frecuencia cardíaca y las concentraciones de azúcar en la sangre. Esto además viene acompañado de un estado mental y emocional desgastante. Sentimientos como frustración, ansiedad, rabia o tristeza pueden ser experimentados.
La vida cotidiana se ve perjudicada ya que esto trae como consecuencias severos problemas de salud a largo plazo. Además, también se pueden ver deterioradas las relaciones personales.
Aunque el estrés es un mecanismo que nos permite ponernos en acción para hacerle frente a los desafíos; estar en esa “actitud” de alerta constante termina enfermando.
Basta echar un vistazo a las publicaciones de Cellular and Molecular Neurobiology. En estas, se hace énfasis en que cuando la respuesta al estrés es prolongada, aumentan el riesgo de enfermar.
Cuando una persona se hace adicta al estrés demuestra una tendencia a implicarse en situaciones que le generen una sobreactivación del sistema nervioso simpático. Es así como el cerebro de estas personas se acostumbra a la liberación constante de adrenalina, epinefrina y cortisol. Es así como se refuerzan sus sistemas de recompensa neuronales.
Un artículo publicado en Advances in Psychosomatic Medicine, explica que esa es justo la manera como se consolidan las adicciones. La persona necesita subidones constantes de la sustancia o situación estimulante.
Señales de adicción al estrés
Es necesario que sepas que la adicción al estrés conlleva a comportamientos autodestructivos muy peligrosos.
Hay una gran cantidad de personas con una gran necesidad de llevar al límite su cuerpo y su mente. Si ellos no sienten ese nivel alto de estrés, no se sienten bien.
Estas son las señales de adicción al estrés:
1. Escasa tolerancia a la inactividad
Las personas adictas al estrés son incapaces de estar en estados de descanso. Simplemente no sabe estar sin “hacer nada”.
Para estas personas, disfrutar de un estado de ocio es lo mismo a ser incompetente y poco productivo. Están tan acostumbrados a la actividad constante, que son incapaces de tolerar algo tan necesario como ser capaz de descansar.
2. Perfeccionismo en extremo
Ser perfeccionista implica un nivel de autoexigencia que raya con lo enfermo. Para una persona adicta al estrés el punto es alcanzar la excelencia es lo que marca su nivel de perfeccionismo.
3. Competitividad extrema
La competitividad trae consigo grandes beneficios; sin embargo, serlo, trae consigo altos niveles de ansiedad.
Para las personas adictas al estrés, siempre hay personas con las cuales competir y un objetivo a lograr. El fin es demostrar que son capaces de lograr lo que se propongan, sin importar lo que tengan que hacer para alcanzarlo.
4. Son adicción al trabajo
Como es de esperarse, para ellos su trabajo les da parte más importante de su vida. Son adictos a un punto que pasan horarios completos trabajando por el bombardeo constante de presión que les resulta estimulante. Lo peor es que sacrifican muchas áreas importantes de su vida a favor del trabajo.
5. Asumen conductas de riesgo
En la búsqueda de estímulo constante es muy posible que gusten de involucrase en competencias de alta velocidad. También pueden hacerse adictos a sustancias y alcohol. Todo esto con el fin de ver saciada su necesidad del bombeo hormonal que los mantenga excitados.
Consecuencias
Es relevante saber que ciertos niveles de estrés son sanos porque te llevan a actuar en momentos de necesidad. Sin embargo, en exceso deterioran la salud física y emocional. Y estas son las consecuencias:
Problemas de salud
- Dolor de cabeza.
- Insomnio.
- Hipertensión.
- Dolores musculares.
- Problemas de memoria y concentración.
- Propensión a infartos cardíacos.
- Vejez prematura.
- Problemas de alimentación.
- Problemas digestivos e intestinales.
- Alto riesgo de sufrir infartos cerebrovasculares.
- Sistema inmunitario debilitado
Problemas psicológicos
- Aislamiento.
- Impulsividad.
- Ataques de pánico.
- Ansiedad.
- Riesgo de conductas adictivas.
- Trastorno obsesivo-compulsivo.
- Relaciones interpersonales infelices.
La adicción al estrés tiene cura, pero se requiere que la persona adicta quiera buscar ayuda y esté dispuesta a hacerle frente al arduo tratamiento.