¿Adolescentes en casa? Manual para llevar la fiesta en paz
¿Tienes un adolescente en casa, y ya no sabes qué hacer o cómo relacionarte con él? Entonces no te puedes perder este breve manual para llevar la fiesta en paz.
Arturo Leonardo
Si te decimos que la adolescencia es la etapa más complicada en la vida de cualquier ser humano, no te estamos revelando el “hilo negro” de la vida, ¿verdad? Esto todas las personas lo saben, es algo completamente natural ya que existen muchísimos cambios físicos, fisiológicos y psicológicos en esa etapa, además de quelas hormonas se disparan ¡al mil! Esto hace que quienes atraviesan por esta etapa tengan comportamientos “raros”, por así decirlo.
Si en casa tienes un adolescente, seguro sabes de lo que te estamos hablando, y si eres de los padres que ya ha intentado todo, pero nada más no logra resultados exitosos, aquí te daremos algunos sencillos consejos que recomienda el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) para que puedas llevar la fiesta en paz. Te recomendamos que los leas y analices, ¡seguro que te sirven!
1. Respétalo siempre
Su espacio privado, como su cuarto, debe ser respetado. Si no tiene ganas de hablar o si quiere hacer algo diferente a lo que tú planeaste para él o ella, ¡respétalo! Muchos padres en este afán de controlar a sus hijos quieren que hagan lo que ellos están diciendo, pero recuerda que aunque sea tu hijo, es una persona diferente, con decisiones y pensamientos diferentes a los tuyos. Créenos que en la medida que el adolescente vea que estás respetando su voluntad, no verá la necesidad de confrontarte y ser rebelde.
2. Nunca te pongas al “tú por tú”
Hay muchos papás que se ponen en igualdad de circunstancias que sus hijos y eso es un grave error. A veces hay algunas “batallas” que vale la pena no pelearlas y guardar un poco de silencio. Recuerda que ellos lo que más quieren es llamar tu atención y llevarte la contraria. Analiza la situación y si no es algo trascedente, dale vuelta a la página; no olvides que para pelear, se necesitan dos, tú no seas uno de ellos.
3. Habla claramente, pero cuando ambos estén tranquilos
Muy aunado a lo anterior, si la pelea terminó y no estás de acuerdo con su posición o punto de vista, deja que pase un poco de tiempo y, posteriormente, cuando ambos estén más tranquilos, hazle saber tu punto de vista y las razones por las que tomaste esa decisión. Eso les ayudará a ambos a entenderse y llevarse mejor.
4. Sé paciente
Muchas veces, ni los mismos adolescentes entienden por qué tienen esos arranques y quieren salir corriendo; si a eso le sumas que tú lo quieres controlar, se vuelve ¡una bomba de tiempo! Ten mucha paciencia, escúchalo, déjalo que se desahogue y aguanta un poco de su “rebeldía”. Recuerda que “no hay mal que dure cien años”, es solo una fase temporal que terminará en unos años, ¡tranquilo!
5. Siempre mano firme, pero justa
Lo que muchas veces les da impotencia a los adolescentes son frases como: “Porque yo lo digo”, “Porque soy tu padre”, “Porque quiero”, como justificación cuando tomas determinada decisión, como negarles un permiso o no darles dinero. Lo más recomendable es que le expliques la razón de tu decisión y ahí sí, aunque se enoje, tener mano firme. Solo recuerda ser muy justo y congruente con las determinaciones que tomes.
6. Trata ser empático
Por último y lo más importante: recuerda que ¡tú también fuiste adolescente! Toma un tiempo para pensar qué era lo que más te fastidiaba cuando tenías la edad de tu hijo y trata de sacar un poco de ventaja al respecto, dándole la vuelta a esas situaciones y aprovechándote un poco de la experiencia que los años te han dado. ¡Es un remedio infalible!