Adoptar y amar a una mascota te cura mejor que cualquier medicina
Los animales siempre serán los amigos más incondicionales del ser humano. Compruébalo tú mismo adoptando uno.
Erika Patricia Otero
En mi infancia tuve los mejores amigos que un niño puede disfrutar en su vida: mascotas. Tuve todo tipo de animales de compañía: perros, gatos, conejos, peces, hamsters, conejillos de indias (cuyes). La verdad es que fui muy feliz con ellos. Crecer con animales me ayudó a ser más responsable y empática con los seres vivos más pequeños y dependientes de mí.
Crecer con esa maravillosa y tierna compañía me hizo muy feliz. Es así como jamás supe lo que era sentirme sola, con miedo o tristeza. Esto porque ellos eran compañía y consuelo en momentos de dificultad.
Hoy sigue siendo igual que ayer; vivo con 6 perros y ellos son mi aliciente cuando me siento triste, sola o estoy enferma. Además de esto, ellos impiden que tenga una vida monótona y sedentaria, si añadimos a esto que me hacen una persona francamente feliz, pues mi vida está casi completa.
Tengo claro que mientras tenga vida y salud, tendré mascotas. No las tendré por placer egoísta, sino porque de verdad me gusta el amor y la compañía que ofrecen. Además de lo anterior, siento un gran gusto por darle a uno o varios animalitos el hogar, amor, alimento y cuidados que todos merecen y necesitan.
Adoptar siempre es mejor que comprar
Nada más terrible que un criadero de animales, cualquiera sea su especie. Algunos están llenos de desidia y tanta crueldad que los animales que surgen de esas cruzas muchas veces tienen enfermedades congénitas. Al comprar un animalito lo que estamos haciendo es incentivando un negocio terrible y triste.
Además, puedes ir a un refugio o sacar de la calle y dar hogar a un perro o gato; los de “raza” también son abandonados y maltratados.
Tito, mi primer perro rescatado
Hace ya varios años llegó a la casa de una vecina un perro pequeño y de aspecto sucio y triste. Ellas no podían tener un perro más y nos dijeron a nosotras si le dábamos hogar. La verdad es que no pudimos negarnos. Cuando el animalito entró a casa, lo primero que hicimos fue darle de comer, y devoró un plato grande de espaguetis. Luego, mi mamá le sacó una camiseta que traía puesta, el perro resultó ser un french poodle tacita de té gris, quizás de unos 2 años o tal vez menos.
Lo bañamos, el pobre tenía tanta mugre y pelo enredado que nos tomó toda la tarde limpiarlo y lograr que oliera bien. Mi mamá le recortó el pelo y el perro era sencillamente un dulce: no gruñó, no ladró, ni tiró mordiscos; por el contrario, saltaba y movía su pequeña cola alrededor de nosotras tan agradecido, que no pudimos esperar para darle cariño. Lo llamamos Tito.
Ese perro fue mi compañía por muchos años, iba conmigo a todas partes y aunque a veces era un poco loco y de mal carácter, era muy buen perro. Una noche simplemente se salió de casa y por más que lo buscamos, no apareció. De esto hace ya más de 10 años, pero de verdad que hasta el día de hoy lo extraño.
Nosotros lo ayudamos y Tito, de muchas maneras que nunca supo, me ayudó. Tito me dio amistad y compañía, toda la que necesitaba por esos tiempos tan duros y complicados. Le debo mucho a mi Tito.
Adoptar a una mascota cambiará tu vida
Sea el animal de tu preferencia, siempre que quieras dar hogar a un animal en dificultades, toda tu vida cambiará para bien.
La razón es que un animal te pone a prueba, pero no lo hace adrede. Cuando llega a tu vida te pone en actividad mental, física y emocional, de tal manera que te ves forzado por la necesidad de cuidar de ese ser a tu cargo; en retribución te da su lealtad, su amor y compañía, mucha más de lo que a veces nosotros hacemos por ellos.
Las mascotas son amigos que jamás te traicionarán, y de la única manera que van a herir tu vida es cuando inevitablemente mueran.
Beneficios de tener una mascota
-Adoptar, ya sea un gato o un perro, te ayudará a dormir mejor.
-Lidiarás más fácilmente con la ansiedad o la depresión.
-Si se entrenan de la manera adecuada, pueden detectar ataques de epilepsia o cáncer, a tiempo.
-Ayuda a las personas con sobrepeso a ponerse en forma.
-Ayudan con la diabetes.
-Si tienes problemas de sociabilidad, un perro te ayudará a hacer amigos más fácilmente.
-No te sentirás más tiempo solo.
-Reduce el estrés.
-Cuando un niño crece con perros aprende valores tales como el amor, la caridad, la empatía, responsabilidad.
-Mejoran la autoestima pues te aman y te hacen sentir especial.
-Por si fuera poco, hoy en día es muy fácil encontrar a un animal de asistencia médico en centros geriátricos y hospitales para ancianos porque les ayudan a lidiar con el alzheimer.
Ya se trata de un pájaro, un conejo o un pez, que quizás no puedan aportar los mismos beneficios que un perro o un gato, te van a dar compañía y algo que hacer. Por eso, si en estos momentos de tu vida pasas por una situación emocional o personal difícil, adopta a un animal; este sabrá recompensarte con amor, dulzura y mucha buena vibra.