Agradece incluso en medio de las dificultades y vendrán bendiciones a tu vida
Siempre hay motivos para agradecer y bendecir. Para mí el solo hecho de que corra agua por el grifo del lavamanos es un milagro por el que agradezco, porque sé que no todos los seres humanos son tan afortunados.
Diana Cantor Martinez
Cada mañana, al abrir los ojos, lo primero que digo es “Gracias, amado Dios, por este nuevo día, por cada oportunidad que vendrá hoy a mi vida”. Siempre agradezco a Dios por todo, por la oportunidad de dormir en una cama confortable, por el agua tibia que sale de mi ducha, por la comida e incluso por los momentos de tristeza, soledad y adversidad.
Algo que agradezco profundamente a mi madre es que me enseñó a jamás maldecir una situación, por difícil que fuera. Con el tiempo entendí cuánta razón tenía. Al bendecir una circunstancia por difícil que parezca es como si mágicamente se fuera abriendo paso a la solución.
En las Sagradas Escrituras encontramos la historia de Job, un hombre intachable, apartado del mal, que amaba profundamente a Dios. Job era el hombre más rico de la región. Cuenta la historia bíblica que Satanás retó al Padre Celestial, argumentando que Job era siervo de Dios,gracias a que siempre había sido bendecido con riquezas y salud. Dios permitió que el mal tocara a la puerta de Job para probar que a pesar de la adversidad Job le era fiel.
Un día cuatro mensajeros se presentaron ante Job para traer malas noticias: sus trabajadores fueron asaltados, todos murieron y los animales fueron robados. También sus pastores, junto con el rebaño de ovejas fueron calcinados por un rayo. Sus camellos y sirvientes murieron a manos de saqueadores caldeos y, finalmente, mientras sus hijos festejaban en casa del hermano mayor, fueron sorprendidos por fuertes vientos que arrasaron con todo incluso con la vida de sus hijos.
Ante la noticia, cita textualmente la Biblia en Job 1:20: “Job se levantó y rasgó su vestido en señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!”
La historia de Job continúa en las Escrituras y allí hacia el final del libro podrás encontrar la restauración que el Padre Celestial, le da a este hombre por su amor y fidelidad a pesar del infortunio. Siempre bendice y agradece por difíciles que sean las circunstancias. No importa la situación que te aqueje en este momento, tan solo bendice y agradece al creador por todo lo que vives.
Lee en este artículo cómo encontrar a Dios en medio de las dificultades.
Agradece en todo momento
Es fácil dar gracias a Dios ante las cosas buenas y maravillosas que te suceden, pero ante la enfermedad o el dolor de tus hijos, de tus seres queridos o de ti mismo, es difícil agradecer. Sin embargo, al dar gracias no lo hacemos por el mal que le aqueja a nuestro ser querido, lo hacemos por lo que esa situación nos enseña: cada dolor trae consigo un aprendizaje y eso es lo que debemos agradecer. A veces necesitamos aprender lecciones que de otra manera no aprenderíamos y aunque parezca carecer de sentido, el dolor, la tristeza, la soledad, la adversidad nos moldean, nos hacen mejores seres humanos, cuando sabemos recibir con paciencia y fe ese aprendizaje.
Cuando te sientas desesperanzado lee este hermoso artículo.
Bendice de esta manera
Cuando bendigas nunca bendigas el mal. Por ejemplo, uno de tus seres queridos está enfermo, tú no bendices su enfermedad, debes bendecir a tu ser querido y a la parte de su cuerpo que está enferma.
Siempre hay motivos para agradecer y bendecir. Para mí todo es un privilegio, el solo hecho de que corra agua por el grifo del lavamanos es un milagro por el que agradezco, porque sé que no todos los seres humanos son tan afortunados, y aunque quisiera que todos fueran bendecidos, lamentablemente no es así y eso me lleva a valorar más cada día lo que tengo. Agradece a Dios cada día por la vida de tus hijos, de tu esposo, de tu esposa, bendícelos siempre y en todo momento y el bien vendrá multiplicado a sus vidas y a la tuya.