“Al mal tiempo, buena cara”. 6 consejos para sacar ventaja de los problemas

Sientes que te "ahogas en un vaso de agua", ha llegado el momento de utilizar la sabiduría para sacar provecho de las dificultades y poner buena cara al mal tiempo.

Erika Otero Romero

La vida no es fácil. Eso es algo que todos los seres humanos sabemos, ya sea por propia experiencia o porque hemos visto sufrir a nuestros seres amados. Sin embargo, cada aspecto doloroso de la existencia se supera y con ello se aprenden, al mismo tiempo, lecciones para toda la vida.

Debemos tener en cuenta que ninguna persona ve las cosas como nosotros; percibimos cada situación de manera diferente y maduramos en experiencia a medida que vivimos, pero en esta “ley constante de la vida” hay una cosa que no cambia, y es que TODOS podemos hacer uso de los mismos recursos para vencer los momentos difíciles y poner –como dice el dicho– “al mal tiempo, buena cara”.

Recuerda que a pesar de las dificultades, éstas siempre se presentan con algún propósito que quizás en el momento no podemos comprender; con seguridad en un futuro cercano “el misterio” será descubierto.

Sé agradecido

con todo lo que tienes, por quienes te rodean, por lo que has conseguido y lo que la vida te ha dado. Si haces un examen concienzudo sobre cada cosa que pasa en tu día a día, o lo que le pasa a tu familia, te darás cuenta de que las bendiciones de las que eres acreedor no son fortuitas, sino el resultado de lo que has hecho bien y que ahora, en momentos de dificultad, te es retribuido.

¡No estás solo!

Eso es algo de lo que muy pocas veces somos conscientes; optamos por encerrarnos en nuestro problema, pues creemos que nadie nos va a entender, no confiamos ni en nuestra pareja, ni en los hijos o hermanos, e incluso dejamos por fuera a nuestros padres. En muchas ocasiones dos o tres cabezas piensan mejor que una, y si así es, ¿acaso no se podría solucionar un problema, que es personal, por un núcleo familiar y viceversa?

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No te enfoques en el problema

Encauza tu atención en otras actividades. Está claro que lo que más deseamos es solucionar lo que nos “daña el día”, pero cuando nuestra mente se enfoca SOLO en la dificultad, nos bloqueamos y no hallamos solución a nada; entonces, el paso a seguir es encauza tu atención en otras actividades; por ejemplo, salir a caminar, ya que esto te permite despejarte, tu cerebro recibe más oxígeno y piensas mejor; si logras distraerte con otros oficios o actividades, digamos que “de la nada” te vendrá la inspiración y la solución al problema aparecerá con claridad.

Sonríe

La risa es un remedio infalible contra las dificultades y la mala actitud. ¿Quién no ha estado triste y su pequeño niño, con alguna gracia, logra hacerlo reír?, ¿a quién, por más dolor y soledad que albergue en su corazón, su mascota, con solo su presencia, no lo consuela? Lo reitero: recuerda que NO ESTÁS SOLO.

Acepta lo que no puedes cambiar

Es un hecho que existen situaciones en las que la única y última opción es aceptar lo que venga o tenga que suceder; deja que las cosas tomen su cauce por sí mismas. Resulta a veces que la “situación difícil” o problema no era TAN GRAVE como lo creíamos, pero únicamente nos damos cuenta de esto cuando ya ha pasado un tiempo y no podemos evitar decirnos: ¡tanto que sufrí, y no era nada!

Debo decir, para finalizar, de manera grata, que la vida es una escuela: todo lo que nos sucede, por más doloroso que pueda ser, tiene una enseñanza para darnos. Ver la existencia como un salón de aprendizaje nos ayuda a ser más reflexivos, más despiertos y estar atentos a todo lo que nos rodea. No hay un solo ser humano que no haya sufrido la pérdida de un familiar, o que no haya sido rechazado en un trabajo o lo haya perdido; las desilusiones y frustraciones son el pan diario de cada día, pero la ACTITUD con la que asumas cada uno de tus días será lo que haga el cambio en tu vida, en tu familia y en tus hijos, que en última instancia son el reflejo de la persona que eres.

Sé feliz.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.