Alergias alimenticias: Cómo evitar que se desarrollen en tus hijos
Hay alimentos que pueden ser letales para ti y tus hijos, por muy comunes y hasta saludables que te parezcan. Descubre aquí el mundo de las alergias alimenticias y actúa para prevenirlas.
Yordy Giraldo
La salud es uno de los bienes más preciados que puede tener el ser humano, ya que sin duda, una mala salud impacta en todos los eslabones de nuestra vida. Por supuesto, esto dependerá del tipo de padecimiento que se sufra y de si los efectos de este son o no incapacitantes, sin embargo, aun los achaques más sencillos pueden complicarnos la existencia. Este es lo que sucede en el caso de las alergias.
Desde mi experiencia, habiendo padecido dermatitis atópica, puedo decir que no hay enemigo pequeño. Tanto mi infancia como el resto de mi vida, han quedado marcadas por esta enfermedad, de la que aún persisten sus síntomas.
En el caso de los padecimientos causados por alergias, la mala noticia es que la mayoría de ellas se heredan, aunque en el caso de las que son alimentarias, la mayoría van de la mano con lo que comemos durante los primeros años de vida. En este sentido, muchos padres creen que mientras más comida se dé a sus hijos, mayor será el beneficio para ellos, sin embargo, esto dependerá del tipo de alimento que consuman y de la etapa de desarrollo en la que se encuentren.
Evita que tu hijo se convierta en un niño alérgico
Como señalábamos más arriba, hay cierto tipo de alergias que se heredan, sin embargo, existen otras que no lo son y por lo tanto, podemos prever. En este sentido, te comparto algunas recomendaciones para el cuidado de tus pequeños, sobre todo en lo que refiere a su alimentación.
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Infancia es destino
Está más que comprobado que amamantar a tu bebé por lo menos los primeros 6 meses de vida, tiene grandes beneficios para su salud. ¿Sabías que al hacerlo lo estarás protegiendo durante 18 meses contra la proteína de la leche de vaca, que produce la alergia? De esta forma, estarás reduciendo la posibilidad de que padezca dermatitis hasta los tres años, así como los riesgos de asma hasta los seis, esto de acuerdo a lo que señala un estudio del Global Allergy and Asthma European Network, consorcio europeo que investiga enfermedades alérgicas.
Prevenir es mejor que lamentar
Durante el primer año de vida de tu pequeño, es importante que evites las papillas con trigo, avena, cebada o centeno, así como la leche de vaca, huevo, pescado y soya. En el segundo año, ten cuidado con las peras, fresas, cerezas, melocotón y aguacate. A partir de los tres años de edad, presta atención al pescado y los frutos secos, como la avellana, cacahuate, nuez y almendra. Una vez pasados los cinco años, los riesgos disminuyen exponencialmente.
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Poquito a poco
Los padres no pueden adivinar cuándo un alimento es peligroso para su hijo, pero eliminarlos de su dieta sin haberles dado una oportunidad, tampoco es una opción ya que muchos de estos son fuente importante de nutrientes. Por ello, la recomendación es introducir uno a la vez cuando éstos son susceptibles de producir alergias, así como atento a las reacciones y de ser necesario acudir a un especialista.
Reconoce los síntomas
Existen algunas reacciones alérgicas que es importante saber identificar, tales como: dolor abdominal, dificultad para tragar, picor en la boca, garganta, ojos, mareo o desmayo, vómito, diarrea, náuseas, hinchazón, nariz congestionada y problemas para respirar. También puede presentarse enrojecimiento en la piel y súbito desvanecimiento debido a una baja en la presión arterial, conocida como hipotensión.
Cuando yo tenía 8 años me quedé sola en casa, éramos solo yo y un delicioso chorizo al que por cierto, era alérgica. Aprovechando la ausencia de mi mamá, no dejé de él ni las migajas. Al otro día, amanecí cuanto más mal en el hospital. ¿Por qué te cuento esto? Porque los niños no tienen la madurez para hacerse responsables de lo que comen, ellos se dejan llevar por sus gustos o la influencia de las personas a su alrededor. No esperes que suceda una tragedia.
