Amar no es un error, ni divorciarnos un fracaso
No quieras olvidar que amaste: muestra con orgullo las cicatrices de un corazón que late enamorado de él, de ella, de la vida. Porque amar no es un error, ni divorciarnos un fracaso.
Yordanka Pérez Giraldo
A veces nos casamos por las razones equivocadas, y otras tantas nos separamos por las razones correctas. La vida y todo lo que ella implica va más allá, afortunadamente, del blanco y el negro. Los divorcios, aunque dolorosos, no son la excepción. En lo personal soy de la idea que hoy día nos tomamos los compromisos demasiado a la ligera, nos resulta fácil en demasía descartar las relaciones. Sin embargo, el que abogue por la familia y su base primigenia, el matrimonio, no quiere decir que crea que hay que quedarse juntos, sólo porque sí.
A veces, simplemente no somos el complemento ideal y por desgracia nos damos cuenta de ello al enfrentar el reto de una vida en común. Bien dicen que “Si quieres conocer a Andrés, vive con él un mes”. Es cierto que separarnos implica aceptar que el plan que habíamos hecho debe ser modificado, que deberemos aprender a vivir con nuevas circunstancias de vida que van desde la desilusión, hasta una familia dividida, si es que de la unión nacieron hijos.
En cualquier circunstancia, es todo un reto recomponer nuestra rutina y expectativas de pareja, pero en ningún caso implica un fracaso. Fracasar es no intentar, es no reconocer cuando algo ya no es para nosotros. Fracasar es no darnos la oportunidad por temor, porque ceder al amor y a las ganas de compartir nuestras vidas jamás es un fracaso.
¿Qué hacer para salir adelante tras una separación?
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Toma el control de tu vida, empieza a decidir por ti y para ti.
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No hables de tu divorcio como lo peor que te ha pasado, sino como una coyuntura de la cual estás saliendo adelante.
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Cambia tu rutina, rodéate de nuevas amistades, nuevos hobbies, pero que todos cumplan el requisito de aportar alegría y dinamismo a tus hábitos.
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Erradica todo lo que te haga regresar al pasado.
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Invierte en ti, en consentirte, en tratarte con amor y valorarte.
Por supuesto que cada alternativa que tomemos puede funcionar o no, pero esa posibilidad está siempre presente en cada elección que hagamos es nuestra vida. Lo mejor es tomar lo positivo, incluso dentro de lo negativo, y sumar experiencia para la siguiente ocasión en que decidamos intentarlo.
¿Cómo saber si separarnos es lo mejor para nosotros y nuestra pareja?
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Si estás segura que ya no le amas, lo mejor es darse la oportunidad de encontrar a alguien que les valore en toda toda la extensión de la palabra.
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Si en la relación las faltas de respeto son lo comunes, lo mejor es alejarnos para no seguir profundizando en el daño.
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Si no eres feliz, y es tu relación lo que evita que lo seas, entonces no tiene caso aferrarte a una vida que no te llena.
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Cuando nuestra presencia perjudica o daña a nuestros seres queridos.
Los ejemplos expuestos son como los argumentos más socorridos al momento de decidir poner fin a una relación, sin embargo, no me toca a mi decir qué sí y qué no, pues en materia de amores y desamores, es difícil tener la última palabra.
Lo importante, empero, es no permitir que un traspié nos impida continuar en el camino, pues al final la vida es una carrera no de velocidad sino de resistencia. Y resistir implica persistir, aún cuando el ánimo decaiga. Recuerda que no son las caídas, ni los golpes los que nos hacen fracasar, sino la falta de voluntad para levantarnos y seguir adelante.
