Anticiparte a las decoraciones navideñas te hace una persona más feliz, dicen los expertos
Según un estudio, si eres de los que no puede esperar a diciembre para decorar de Navidad, entonces te tomas la vida con mucha alegría.
Fernanda Gonzalez Casafús
Para muchos, la Navidad es una época del año feliz donde el eje principal es celebrar el nacimiento de Jesús, en familia; aunque también para otros son épocas de recogimiento y nostalgia.
Sin dudas, es además una fecha especial para maravillarse con las decoraciones en las calles, casas, edificios y centros comerciales. Los hogares se visten de fiesta, y en cada mesa no falta esa ornamentación especial que cada año se prepara con tanta dedicación. Y si te gusta decorar de Navidad, la ciencia tiene una buena noticia para ti.
Un mes antes, en mi familia ya estamos pensando qué es lo que vamos a colocar en la mesa, en nuestra ventana y en nuestro árbol de Navidad. Y al parecer, esa ansiedad que nos inunda es un buen signo, pues los psicólogos dicen que decorar tu casa antes de diciembre te hace una persona más feliz.
La magia de la Navidad
De acuerdo a un estudio publicado en Journal of Environmental Psychology las personas que colocan decoraciones navideñas antes de diciembre son más felices. Es una frase bastante radical, pero a esa conclusión llegó un equipo de psicólogos, quienes aseguran que las decoraciones navideñas tienen un fuerte impacto positivo en las personas.
De acuerdo al psicoanalista Steve McKeown, “en un mundo de estrés y ansiedad, a las personas les gusta asociarse con cosas que los hacen felices y las decoraciones navideñas evocan esos fuertes sentimientos de la infancia“.
La Navidad tiene esa magia especial que se contagia. Decorar nuestro hogar nos hace más felices sin dudas, pues pone de manifiesto la alegría que llevamos en el corazón por una fecha tan significativa para quienes creemos en Jesús.
Cohesión con los vecinos
El estudio dice además que quienes decoran sus casas antes de la llegada de la Navidad manifiestan un espíritu de amistad y cohesión con sus vecinos, además de que se muestran más accesibles para quienes lo necesiten.
En Argentina armamos el árbol de Navidad y comenzamos a decorar las casas el 8 de diciembre, día que se celebra la inmaculada concepción de María. Y en muchos comercios el espíritu navideño ya se respira desde noviembre.
Aprovecha el entusiasmo
En un mundo convulsionado, donde por todo corremos carreras, es bueno que aprovechemos ese entusiasmo y alegría que nos brindan las épocas navideñas y festivas y contagiemos a todos.
Decora tu ventana, la puerta de entrada de tu casa, tu jardín y los árboles de tu cuadra. Sin dudas te hará más feliz, pues es una fase del año donde estamos de Fiesta, aguardando el nacimiento del niño Jesús.
Si quieres ser feliz, celebra la Navidad
La Navidad es una fecha muy especial que trae recuerdos de nuestra infancia. Cuando armas el árbol, cuando colocas la estrella en la punta, o cuando eliges cuidadosamente cada adorno, estás rememorando aquellos momentos emotivos con la familia.
Y aunque para muchos de nosotros evoque una profunda tristeza por aquellos que ya no están, debemos mirar hacia adelante y seguir celebrando con el entusiasmo de nuestro niño interior, para contagiar esa alegría a los más pequeños de la familia.
Decora tu casa, sí; pero además no olvides por qué nos reunimos todos en torno a una mesa en la Nochebuena. Enseña a tus hijos el valor de la unión familiar y de rememorar una fecha tan especial para los cristianos y para la humanidad.
El mejor regalo es ver a tu familia reunida
Hace unos cuantos años perdí a mi padre, y las celebraciones de Nochebuena y fin de año nunca volvieron a ser iguales. Sin embargo, hoy tengo mi propia familia, y mis hijos necesitan ver que la Navidad es un excelente momento para elegir sentirse feliz y dar gracias por todo lo que hemos aprendido y recibido en el año.
Por ello, no importa si no tienes la mejor ornamentación, o que a tu árbol le falten algunos adornos, (o que sean los mismos del año pasado). El mejor adorno para tu mesa es tu familia reunida. Y si no pueden estar todos, al menos regocíjate con tenerlos en tu corazón.
No se trata de abrir regalos, se trata de abrir tu corazón
En las últimas décadas se ha acrecentado el consumismo haciendo que la Navidad pierda un poco de su mágica tradición. La gente se concentra en los regalos o en lo que va a ponerse. El gasto familiar se dispara y el eje de la verdadera fiesta se desdibuja.
Regalarnos es bonito. Ver a tus hijos con la ilusión en sus rostros lo es aún más. Pero no se trata solo de abrir regalos sino de abrir nuestro corazón al otro. La verdadera Navidad está en nuestros corazones, con el renacimiento de Jesús.
Hagamos de esta fecha una festividad especial, para encontrar esa paz interior que nos permita llevar luz y esperanza a los demás, en épocas donde la sociedad entera las necesita.
¡Y no te olvides de decorar tu hogar con la más bonita ornamentación navideña!