Aplica este método japonés para dejar de rogar a tus hijos que junten los juguetes
Si buscas inculcar hábitos de orden, organización y responsabilidad en tus hijos, este método sin dudas te ayudará a ganar la batalla que creías perdida.
Fernanda Gonzalez Casafús
Como yo, seguramente estás cansada de pedirles a tus hijos que recojan sus juguetes del piso. Entraste a leer este artículo porque tienes esperanza de hallar una solución mágica al tapiz de bloques y juguetes minúsculos que cubren la sala de estar. Al parecer, los japoneses pueden ayudarnos un poco con este dilema que tú y yo tenemos.
El método Kaizen es una filosofía japonesa que apunta a la mejora continua.Y no se usa solo para que las mamás enseñen a sus hijos a recoger juguetes, sino que es utilizado en el mundo a nivel laboral e industrial. Se trata de aprender a asimilar pequeñas tareas poco a poco para que puedan ser aprendidas y llevadas a cabo rápidamente.
¿Has tenido alguna vez en tus manos un instructivo de los bloques de armar Lego? Habrás notado que la forma en la que están brindadas las instrucciones hace que casi cualquier niño, con un poco de práctica y concentración, pueda seguirlas.
Precisamente de eso se trata este método; de brindar las herramientas necesarias para alguien alcance una meta, de forma organizada, clara y sencilla. Y ahora vamos entonces a lo que nos compete.
La palabra Kaizen significa “cambio beneficioso” y eso es justamente lo que queremos lograr, para que nuestros hijos no solo recojan los juguetes o sus cosas, sino para que aprender acerca del arte de la organización, y el cumplimiento de metas, virtudes que les servirán para toda la vida.
¿Cómo aplico este método en casa?
Volviendo a los bloques, en casa tenemos tres juegos de bloques de distintos tamaños, marcas y tipos. Cuando las primeras veces le dije a mi hijo de 4 años “junta los bloques por favor”, él atinó a colocar todos los bloques en una misma bolsa.
Pero luego se me ocurrió destinar un balde transparente para los bloques grandes, una caja de zapatos forrada para los Lego y un recipiente acrílico de tapa colorida para los bloques intermedios. El trabajo de colocar cada uno en su lugar le llevó un tiempo, pero fue un desafío divertido.
Para aplicar este método de forma más fiel, debo diseñar un plan de acción que me permita llevar a cabo mi meta. Y tú me dirás ¿un plan de acción para recoger juguetes? ¡Sí!, porque hoy estará ordenando su cuarto, pero mañana estará ordenando su vida, su empresa, sus sueños.
Objetivo en mente… ¡y acción!
Propón a tu hijo ordenar los juguetes, su cuarto, levantar la ropa que ha dejado en el piso, y todo lo que consideres necesario para mantener el orden, de una manera muy sencilla y efectiva:
1 Si quieres que algo cambie, deja de hacer siempre lo mismo
Todas las veces terminas enojada como un ogro porque tus hijos se empeñan en dejar los zapatos por el camino o las migas del pastel sobre la mesa. Nada funciona. Entonces es momento de cambiar.
Ponlos a prueba de manera divertida. Utiliza tus mejores tácticas y enciende el cronómetro: “¿A ver quién recoge más cantidad de bloques antes de que suene la alarma?”, “Veamos, tú recoge la ropa y tú acomoda los libros, veamos qué tan bien pueden hacerlo”.
Coloca música si quieres, o tararea alguna estrofa divertida. Pero busca la forma de que entrenen en el hábito tanto, tanto, que en algún momento lo harán por sí mismos.
De esto se trata el método Kaizen. De aplicar pequeños mecanismos de gestión que harán el “todo” y que lograrán una mejora continua. No se trata de que recojan sus juguetes o sus cosas bajo presión y a “cara de perro”, como decimos por aquí; sino de que, con el tiempo, lo hagan por convicción.
2 Atiende su ritmo
Vivimos en una sociedad que tiene prisas para todo. Los niños, envueltos en esa premura, parecen pequeños adultos obligados a hacerlo todo bien, rápido y sin errores. Y a veces los adultos nos olvidamos de que los niños tienen otros tiempos. ¡Cuánto cambiaría el mundo si los adultos supiéramos entender y esperar al tiempo de los niños!
Aprende a comprender sus horarios, a interpretar sus signos de fatiga o sus señales de tristeza, ira o desaliento. No dejes las tareas “pesadas” para más tarde. Haz que recoja sus juguetes y sus cosas luego de usarlas, y que en la medida de lo posible guarde lo que ha dejado de usar si quiere sacar nuevos juguetes del baúl.
Comprendiendo y atendiendo a sus necesidades podrás aplicar mucho más fácilmente cualquier técnica o método que lo ayude a generar hábitos de organización.
3 Sé constante, paciente y coherente
Que tus dichos se correspondan con tus actos y que tú seas su mejor ejemplo. De ello va a depender sin dudas la eficacia de tu objetivo. La constancia y la paciencia también serán herramientas fundamentales para enseñarle a tu hijo a estructurar su vida cotidiana.
Tómate el tiempo necesario para inculcar esto o cualquier otro hábito, pues la determinación y la perseverancia harán lo suyo. Pero sobre todo, estarás siendo un gran ejemplo para tus hijos.
Aprendamos a tomar la vida con calma. El método Kaizen puede funcionar de maravillas, pero lo hará aún más si sigues siempre tu corazón. ¡Y lo estás haciendo muy bien!