Aprende a responder las preguntas incómodas de tu hijo
Si tu hijo está en la edad de las preguntas incómodas a toda hora, este artículo puede ayudarte a sobrevivir a esta etapa.
Adriana Acosta Bujan
¿Cuántas veces no te han sorprendido tus hijos con preguntas que te incomodan, o que prefieres ignorar? Todos quienes somos padres, sabemos lo que es vivir esta situación. Por desgracia, nadie nos preparó para esta etapa maravillosa de los hijos, y la sorteamos como podemos, sin ningún tipo de apoyo.
Sobrevivir la etapa de los ¿por qué? no es tan difícil: simplemente debemos conocer unos sencillos datos para aprender cómo contestar sus preguntas, según su edad. Para ello, es importante conocer algunas cosas sobre la etapa de desarrollo cognitivo en que se encuentran nuestros hijos:
Niños de tres años
En esta etapa y hasta los seis años, un niño promedio socializa y refuerza su lenguaje. A los 3 años, aproximadamente, su percepción y conocimientos de la realidad que le rodea todavía no es de duda. Debes entender que tu niño, ¡es un niño! Por tanto, debes saber que no requieres dar grandes discursos o largas explicaciones.
Niños de cuatro a seis años
A esta edad, los niños han comenzado a dudar del mundo que les rodea y buscan respuestas más profundas y racionales. Debes entender que no debes reaccionar con miedo y que las preguntas de tus hijos no deben quitarte el sueño o acelerarte el corazón. Esa curiosidad que nace en tu hijo es saludable y quiere compartirla contigo. Si tu respuesta es como la que darías a un adulto, llegará un momento que no podrás, ni sabrás manejar las preguntas que seguirán.
Consejos para responder las preguntas de tus hijos
A continuación comparto contigo seis consejos que te ayudarán a contestar las preguntas de tus hijos y a disfrutar con ellos de esta etapa:
1. Sé Honesto
¿Eres el amo y señor del conocimiento de la humanidad? ¿Eres el faro de la sabiduría? ¿Eres la guía del aprendizaje humano? Te puedo asegurar que, igual que yo, no lo eres. Así que, si no conoces la respuesta a la pregunta que te hace tu hijo, lo mejor que puedes hacer es reconocerlo, y buscarla. Además, la pueden buscar en conjunto, qué mejor manera de comunicarte con tus hijos, que enseñarles con el ejemplo.
2. Enséñales a buscar sus respuestas
Una vez que les has dado una respuesta, enséñales que existen múltiples fuentes de conocimiento: padres, madres y abuelos son fuentes invaluables de enseñanza. Valórales como tales y tu hijo entenderá que una respuesta no es suficiente.
3. Escucha la opinión de tus hijos
No es suficiente dar una respuesta y darse la vuelta. Ahora como padre debes preguntarles qué opinan al respecto. Es comunicación básica: asegúrate que tu hijo ha comenzado a pensar, a expresarse y, mejor aún, a cultivar su curiosidad.
4. La actitud enseña más que la propia respuesta
A la hora de contestar una pregunta de tu hijo, relájate, contrólate y con un tono suave y pausado comienza a contestar. No importará cuál sea la respuesta, si tu actitud es asertiva y adecuada para contestar, tu hijo aprenderá mucho más de la respuesta que le des.
5. Tu respuesta debe estimular la imaginación
A la hora de contestar, utiliza tu experiencia propia. Dale más información que le ayude a ser imaginativo, a que juegue con ella. Después de todo, tú también ejercitarás tu imaginación en ese diálogo.
6. Nunca digas “no sé” como respuesta final
A pesar de que no sepas la respuesta, nunca dejes que un “no sé” sea la respuesta final. Si no sabes algo, esto debe abrir las puertas para buscar otras formas de encontrar las respuestas, más imaginativas, tanto para él como para ti.
Las fuentes del conocimiento son inagotables, más aún hoy en día, en un mundo tecnológicamente conectado. Aprovéchalas en beneficio de que tu familia. Como decía el profesor Memelovsky, personaje del programa televisivo Odisea Burbujas: “Con un poquito de fe y de ciencia, cien mil cosas podemos inventar”.