Aprendiendo a vivir felices para siempre como matrimonio. (Advertencia: El vídeo te hará llorar)
Las películas de Disney incluyen el final anticipado de "y vivieron felices para siempre." Esta noción es romántica pero no realística, el matrimonio es bello pero no porque sea fácil sino porque es difícil.
Denhi Chaney
Hace ya algún tiempo leí un artículo que me hizo pensar en todas las películas y cuentos en los que las princesas encuentrar a su príncipe azul, se casan y son felices para siempre. El artículo no necesariamente se enfocaba en los cuentos de hadas, sino en cómo el matrimonio y la relación que uno lleva con su pareja tiene una meta principal, la cual es refinarnos y sacar a la superficie nuestras defectos, para que de esa manera podamos eliminarlos y convertirnos en mejores personas. Esta perspectiva sobre el matrimoniol es muy interesante, sin embargo, es totalmente contradictoria a lo que nuestra cultura nos enseña acerca del amor y del matrimonio.
Las personas que nos hemos casado, llegamos al altar con ciertas ideas y expectativas que sean reales o no, determinan nuestra capacidad de ser felices durante el matrimonio. Una vez que terminé de leer el artículo caí en la cuenta del por qué nunca me he quedado satisfecha con el final feliz de los cuentos de hadas. Interesantemente los finales felices terminan con el matrimonio, pero a mi parecer, la mejor parte de la historia debería estar escrita después de la boda ya que es después de casarnos es que nuestra historia realmente comienza como pareja.
Es peligroso aferrarnos a la idea de que al casarnos seremos felices para siempre, ya que esta noción nos hace pensar que en el matrimonio nunca habrá discusiones, tristezas ni desilusiones y llegará el momento en que algún día nos levantemos y estemos resentidos con la vida por ser injusta y habernos engañado de esa tal manera. Por esta razón y para no malinterpretar mis puntos anteriores, me gustaría aclarar firmemente que la felicidad en pareja es posible y se puede alcanzar. Como terapeuta familiar, he visto muchos casos donde las parejas que son más felices lo son porque están trabajando en detalles para mejorar su relación. Al mismo tiempo, también he tenido demasiados pacientes que llevan solamente unos cuantos meses de casados y se sienten infelices, a tal grado de estar a punto de tirar la toalla.
A veces me pregunto, ¿qué pasaría si la mayoría de las personas llegarán al matrimonio con la expectativa de que será algo difícil, que costará trabajo y que no todos los días serán felices? Aunque es difícil aceptarlo, también hay que reconocer que nuestro propio orgullo algunas veces será más fuerte que el cariño que le tenemos a nuestra pareja. Al entender esto sabremos que la verdadera felicidad y el gozo están al alcance de nuestras manos y que es algo accesible y tan real que lo podemos sentir y vivir. Estoy segura que si mis pacientes entendieran esto, la cantidad de citas que tengo disminuiría drásticamente.
La realidad es que siempre hay un punto en cada relación en donde el saber estas verdades no es suficiente, uno tiene que decidir amar a su pareja, la cual es una persona imperfecta y la cual está dispuesta a amarnos con todas nuestras imperfecciones. ¡Qué triste ver que los cuentos de hadas no muestran el momento en que decidimos amar justamente a nuestra pareja cuando es difícil hacerlo!
El matrimonio es eso, amar y decidir amar justamente cuando no queremos, cuando es difícil, cuando existe algún conflicto o diferencia y cuando es menos conveniente. Y como lo describirían los cuentos de hadas, es ahí cuando la magia realmente empieza. Por esta razón les propongo que podamos llegar a ver nuestros matrimonios como nuestro propio cuento de hadas, pero dicho cuento de hadas no termina el día de la boda, sino que empieza con ella, no porque la boda no sea mágica pero porque la magia empieza después, al transformarnos como pareja, que es la gran enseñanza que nos deja este maravilloso vídeo.