Apuesta al verde, rodéate de plantas
Las ganancias de un mundo más verde son casi infinitas. No hay un solo aspecto de nuestra vida donde no encontremos que lo necesitamos. Aquí te doy 5 razones para que abunde en tu hogar.
Yordy Giraldo
Puedo presumir que cuando era niña —y pese a que, desde que tengo memoria, la situación económica en Cuba no ha sido de las mejores—, entre vecinos y amistades siempre se comentaba que mi casa era de las más bonitas. No había muebles de lujo, ni grandes adornos; en cambio, tenía el buen gusto de mi madre, sus plantas y flores. Creo que estas últimas eran sus grandes aliadas para que nuestro hogar luciera siempre hermoso y acogedor.
Su historia con las plantas no fue amor a primera vista. De hecho, en un principio casi todo lo que sembraba terminaba muriendo. Fueron sus ganas y su perseverancia lo que le permitió ir descubriendo y adquiriendo la destreza para lograr que se dieran.
Entre las tantas cosas buenas que ha traído la modernidad, no se cuentan las plantas. Resulta que cada vez vivimos más hacinados, tenemos menos tierra, menos agua, menos verde. El vital líquido es caro y tiempo tenemos poco, así que las flores de plástico sustituyen a la naturaleza real que, aunque ciertamente nos dan una imagen bastante fiel del original, carecen del encanto y los beneficios de las verdaderas.
Por eso, te comparto algunos de los argumentos sobre lo bueno que es sembrar nuestras flores, frutos o simples arbustos ornamentales. Y es que más allá de lo bonito, nuestra salud, nuestro estado de ánimo y —por supuesto— nuestros espacios públicos y privados cosecharán los beneficios.
1. Mejoran la apariencia de los espacios
Como en el caso de mi familia, cuando no tengas recursos para llenar todos los espacios vacíos en casa, las plantas se vuelven un adorno capaz de dar vida, elegancia y calidez a cualquier lugar.
2. Mejoran la calidad del aire
Esto gracias a que las plantas reducen los niveles de dióxido de carbono, liberan oxígeno, disminuyen el polvo, mantienen bajas las temperaturas ambientales, aumentan la humedad y, gracias a ello, crean un medio ambiente propicio y sano para la vida.
3. Relajan los estados de ánimo
No en vano los lugares que consideramos paradisíacos tienen un denominador común: todos cuentan con maravillosos escenarios naturales donde las plantas son protagonistas. Además, las plantas aminoran los campos electromagnéticos, reducen el ruido y el estrés.
4. Son medicinales
Incontable es el número de plantas que, más allá de su belleza, cuentan con el agregado de ser medicinales en el estricto sentido de la palabra. Muchas de ellas son el compuesto principal de medicamentos utilizados en la generalidad de los fármacos.
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5. Son alimento
He escuchado incluso de platillos que tienen como ingrediente pétalos de rosas. O bebidas como el agua de Jamaica, que se saca precisamente de la flor del mismo nombre. Muchos platillos dan constancia de cómo las plantas, frutos y flores son manjares que nos nutren.
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Las ganancias de un mundo más verde son casi infinitas. No hay un solo aspecto de nuestra vida donde no encontremos que necesitamos de las plantas para una mejor calidad de vida y, sin embargo, insistimos en usurparles su derecho de existir a sus anchas; cada vez las mermamos más, no solo en cantidad sino también en variedad. El riesgo es terminar convertidos en naturaleza muerta, elementos tomados de la vida real, pero totalmente inanimados. Apuesta al verde, siembra plantas.
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